El Pintor
Interpol
Matador Records
65%
Por Ivanna Klimek
En el año 2002, Interpol debutó con Turn On The Bright Lights, disco que debo admitir, fue una pauta importante para el gusto musical que adoptaría por más de una década. Con Antics (2004), es indiscutible que logró marcar a una generación y que hizo posible que esta banda neoyorquina fuera la favorita hasta hoy en día de miles de personas. A mi parecer, la discografía de Interpol murió con Our Love to Admire (2007), sí, de Interpol como cuarteto, de esa banda neoyorquina de rock oscuro y raíces ochenteras que de repente nos remontaba a recordar a Joy Division o a Bauhaus. Desde el lanzamiento del disco que lleva por título el nombre de la banda y que vio la luz en el 2010, acompañado de la inminente salida de Carlos Dengler (snif) más de uno se despidió de Interpol.
Cuatro años después, esta agrupación nos entrega El Pintor, con el que liderados por Paul Banks buscan renacer de sus cenizas; claramente, no será el mejor álbum de su trayectoria, pero al menos supera (por poco) al anterior.
Es una entrega seductora, altamente melódica con riffs que de inmediato escuchamos y asociamos a Daniel Kessler. Y aunque el disco cumple con esto, es triste mencionar que, carece de creatividad, no es propositivo y es hondamente monótono. Es incluso, una pobre imitación de Antics, las canciones se notan forzadas, sin riesgos ni fascinación. No sé si se deba a la ausencia del sonido de Dengler, que notoriamente era una parte fundamental en la estructura sonora de esta banda, o si Paul y compañía realmente se quedaron estancados en la década anterior. A pesar de su frase “f*ck the ancient ways” de su canción «Ancient Ways» en la que nos invitan a creer lo contrario de su atasco y pasado, yo no se los compro.
Lo que sin duda, sigue haciendo de manera impecable Mr. Banks, es la forma en que escribe; líricamente, el disco está lleno de líneas enardecidas y románticas pero misteriosas y oscuras como “She said, you wanna refund?/Be paid, you ought to see my face in lights” (“All the Rage Back Home”).
Vale la pena quizá darle una oportunidad a “The Depths”, canción que será bonus track en algunas ediciones del LP, y que a más de uno le gustaría que la hubieran incluido en el álbum, en definitiva podría ser de las favoritas y un poco más parecida a sus inescrutables anteriores composiciones. El disco cuenta con canciones como “All The Rage Back Home”, “Everything Is Wrong” y “My Blue Supreme”, que lejos de convertirse en clásicos inmediatos como lo hacían en sus antiguas entregas, al menos no nos dejarán en el desamparo.
Hoy, doce años después de Turn On The Bright Lights, creo que es momento de olvidarnos en recuperar a la banda de post-punk que nos hizo estremecer con temas como “Leif Erikson”, “The New” y “Slow Hands”, y démosle la bienvenida a este trío musicalmente estancado. Paul Banks lo dijo recientemente en una entrevista refiriéndose al “nuevo giro” de la banda: “El mundo cambia y la gente cambia con él”. Efectivamente, pero los cambios no siempre se dan en forma positiva.






