Por Balmori
Peter Brötzmann’s Hairy Bones Quartet / Teatro de la Ciudad / 9 de Mayo, 2012.Si hubiera un equipo estrella del free jazz contemporáneo sería éste, muy pocas veces la palabra PRIVILEGIO tuvo un significado tan contundente como aquella noche en el Teatro de la Ciudad, Peter Brötzmann: el saxofonista y clarinetista alemán más importante del free jazz en europa y uno de los más importantes a nivel mundial protagonizó literalmente una masacre auditiva, como si esto fuera poco, (que no lo sería ni aunque Brötzmann hubiera tocado con solo un espantasuegras) le acompañaron Toshinori Kondo en la trompeta, poseso por el espíritu más eléctrico de Miles Davis, lo suyo fue una clase de «Bitches Brew» espacial, o mejor dicho, alguna clase de «Geisha´s Brew». Agreguemos un batería espasmódico como Nillsen-Love y a un legendario Bill Laswell al bajo tratando de añadir presión al asunto, porque decir «darle forma» sería demasiado. Todos los anteriores desataron una energía tan fuerte y de una naturaleza que pocas veces puede hacerse presente algo así en un lugar tan reducido. Desmenuzar la experienca aquí con súperlativos es inútil, en resúmen: sentí que presenciaba algo histórico.
Ryuichi Sakamoto con Alva.Noto /16 de mayo / Teatro Metropolitan.
El ex Yellow Magic Orchestra se ha mantenido más moderno que nunca en los últimos años: minimalismo rejuvenecido, computer music, arquitectura, colaboraciones con Fennesz, David Sylvian, Carlos Nuñez, Keizo Inoue y también con Carsten Nicolai [Alva.Noto], el amo y señor de Raster.Noton, el sello aleman dedicado a la arquitectura sonora y a la ciencia del sonido artificial. De esa colaboración se desprenden 3 discos y una música encantada y fragil que parece atrapada dentro de un máquina. Durante su visita al Teatro Metropolitan arrojaron a cuenta gotas un espectro de sonido bellísimo, miniaturas de piano y clicks rugosos que dieron un efecto de caleidoscopio entre el público. Su espectáculo audiovisual (una barra con proyecciones que respondían al sonido) arruyaba e hipnotizaba, por momentos resultaba soporífero sí, y exageradamente arty, pero supieron balancear un show sin demasiados clichés ni demasiadas extravagancias, poco más de una hora de quietud en donde asomaron la cabeza Erik Satie, Krafwerk, Oval, Nam June Paik, John Cage y otros protagonistas del siglo veinte, en resúmen, un concierto agradable al oído y a la vista.







