Texto por Ma. Fernanda Santiago
Fotos: Rodrigo Jardón
Apenas pasaban de las 10 de la noche cuando salieron The Smashing Pumpkins al escenario y no perdieron tiempo para deleitar a los fans mexicanos con “Quasar”, la primera canción de su más reciente disco Oceania. Después de esta energética canción siguieron otros 12 temas del disco en orden. Hubo momentos muy energéticos como con “The Chimera”, que tiene muchos sintetizadores así como en “One Diamond One Heart” y “Pinwheels”; además de otras más tranquilas y positivas como “The Celestials” y “My Love is Winter”.
Pero la más sobresaliente de todas fue la épica que le da el nombre al disco, “Oceania” que dura alrededor de nueve intensos minutos. Billy Corgan tocó un solo de guitarra verdaderamente impresionante al final de la canción, recibiendo una ovación entusiasta del público. El desempeño de la banda fue excelente, da gusto ver que la nueva alineación de los Smashing Pumpkins es tan talentosa como la banda original. Mike Byrne, su nuevo baterista, a lo fue impresionante en todo momento, su precisión y su talento es algo para nunca olvidar.
Antes de haber terminado de tocar “Oceania”, Billy Corgan le anunció al público que tan pronto acabaran con todas las canciones de este material, iban a tocar clásicos que el público tanto ama de The Smashing Pumpkins. Y así fue: iniciaron la segunda mitad del set con “X.Y.U.”, una de las canciones más furiosas y agresivas que ha compuesto Billy Corgan a lo largo de su prominente y fructífera carrera. Seguida de esta canción vinieron la impecable balada “Disarm”, además de las emblemáticas “Tonight, Tonight”, “Bullet with Butterfly Wings”, “Stand Inside your Love”, entre otros clásicos de que el público cantó emotivamente. Billy Corgan se veía entregado y apasionado en el escenario, aunque no era difícil notar que no era de su agrado ver incontables manos del público con sus celulares grabando y tomando fotos al escenario.
Después de tocar una de sus mejores y más emotivas canciones, “Mayonnaise”, Corgan y compañía abandonaron el escenario para regresar unos minutos después con “Thirty-Three” y “1979”; ambos famosos (especialmente “1979”) sencillos de su gran disco Mellon Collie and the Infinite Sadness de 1995.
El último par de canciones del set fueron “Ava Adore” y “Cherub Rock”, ambas fueron de los mejores momentos del concierto. “Cherub Rock” cerró el concierto con broche de oro, sin duda una de sus mejores canciones con un sorprendente solo enérgico de Billy Corgan.
The Smashing Pumpkins demostraron anoche, tanto a sus seguidores como a la gente que les perdió el rastro hace algunos años, que no importa que el tiempo pase, si hay pasión por hacer música y talento, siempre va a ser garantía. Como comentó Billy Corgan en la conferencia de prensa, está muy contento por haber (¡por fin!) conseguido al equipo adecuado de músicos para transmitir lo que quería.
The Smashing Pumpkins están de vuelta no sólo con su mejor disco en muchos años, sino también con quizás la mejor alineación de músicos que han tenido y un show en vivo bastante variado y memorable.
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