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NOTICIA

David Byrne & St. Vincent: Songs of Ourselves

Por NEVIN MARTELL
Traducción PAMELA ESCAMILLA
Fotos BRANTLEY GUTERRIEZ

“Out of the dimness opposite equals advance, always substance and increase… Always a knit of identity, always distinction, always a breed of life.”

–Walt Whitman, “Song of Myself”

“Yes, there were many awkward moments

I had to do some self-atonement

Well, if I opened up, well it might set me free.”

                       –David Byrne & St. Vincent, “I Should Watch TV”

Es un caluroso día de finales de verano en Nueva York. El aire carece de brisa y se siente tan sofocante en la sombra como bajo el sol implacable. Todos sudan. Sin embargo cuando el frontman-de-Talking-Heads-convertido-en-solista-multimedia David Byrne camina en un estudio ubicado en el Lower West Side para una entrevista, luce sorprendentemente fresco. Pulcro, realmente. Vestido con una oscura camisa de manga corta y pantalones verdes casi amarillos, su casi blanco cabello está peinado hacia atrás. No parece haber transpirado en absoluto.

Unos minutos después la puerta se abre y Annie Clark —mejor conocida como la cantante-frontwoman-multiinstrumentista St. Vincent— entra igual de poco afectada por la ola de calor. Ella usa ropa de verano completamente negra con la excepción de una banda de cuero café que remarca el sombrero de ala ancha que esconde sus rizos oscuros.

Ella saluda a Byrne alegre pero respetuosamente, todavía un poco intimidada por él y su carrera como compositor, performer, defensor del ciclismo, autor, dramaturgo, etcétera. No es que sus propios logros, que son menos, no sean bastante impresionantes. Después de hacer lo que le correspondía en The Polyphonic Spree y ser parte de la banda que acompañó a Sufjan Stevens de gira, ella comenzó a trazar su propio camino en 2006 con su EP como solista, Paris is Burning. Desde entonces ha lanzado tres álbumes como St. Vincent, cada uno más aclamado que el anterior —Marry Me (2007), Actor (2009) y Strange Mercy (2011). Como Byrne, ella no es ajena a hacer colaboraciones, prueba de esto es que ha trabajado en proyectos con artistas tan variados como Bon Iver, The National, Kid Cudi y Andrew Bird.

Ella se encuentra hoy con Byrne para hablar de su sociedad, Love This Giant, un álbum que tomó casi cuatro años de creación. El nombre viene de una línea en su canción “I should watch TV.” “Y pensamos que ‘hate this midget’ no sería igual de llamativo”, dice Clark.

Los dos colaboradores se sientan juntos en un largo sofá— la piel bronceada de él a un cuerpo de distancia de la pálida piel de ella. Es un contraste llamativo pero complementario.

La pareja se conoció en mayo de 2009 en la afterparty para el concierto a beneficio Dark Was the Night en Nueva York, en el que ambos habían participado. Unas noches después, se encontraron en el show de Björk y Dirty Projectors. El espectáculo constó de música escrita específicamente para el evento realizado para recaudar fondos para Housing Works, una organización no lucrativa enfocada en ayudar a gente sin hogar y con bajos recursos que viven con VIH/SIDA.

Después esa misma tarde, los organizadores se acercaron a Clark y le preguntaron si estaría interesada en participar en la serie de conciertos colaborativos. Si fuera así, ¿Quién sería el compañero de sus sueños? David Byrne, contestó. Cuando Byrne fue contactado con la idea de crear algo de música para interpretar a beneficio de la causa, él acepto de inmediato. Ninguno de los artistas sabía qué surgiría de esto, pero ambos estaban intrigados. “Los dos pensamos, ‘nos encantaría, pero no podemos sólo forzar nuestro camino a través de esto,’” dice Clark. “Sabíamos que teníamos que darle vida”.

Durante los meses siguientes, los dos artistas empezaron a intercambiar ideas a manera remota. Lentamente, un proyecto mayor estuvo en la mira: el dúo se enfocaría en escribir canciones completadas con una sección de metales. Una de las primeras canciones terminadas para enfocar esta dirección fue “Who”, que a la larga se convirtió en el track de arranque de Love This Giant. Empezando con exuberantes estallidos de cornos, esta canción energética se transforma en una melodía funk acentuada por las voces de karatazo de Byrne: “who-ha”, y el refrán dulcemente cantado de Clark, “Who is an honest man?”

Aunque Clark había colaborado con otros artistas antes de este proyecto, se dio cuenta de que su manera de escribir canciones cambió peculiarmente a partir de su colaboración con Byrne. “Puedes girar hacia la ira subvertida y melancólica o hacia la ira hecha y derecha”, dice, “pero David tienen una actitud más soleada. Él puede hacer algo con gozo extático y admiración en una manera muy convincente. Así que fui capaz de tirar un poco hacia el término medio para chapotear en ambientes más ligeros, lo que fue estimulante”.

Dos de las canciones en Love This Giant no fueron coescritas. Clark aportó “Ice Age”, una soñadora rola indie que te invita a mover la cabeza al ritmo y que hubiera quedado a la perfección en Strange Mercy, mientras que Byrne compuso la majestuosa y desvanecedora balada final “Outside of time and space.”

Sus interacciones no estuvieron restringidas a las sesiones de escribir canciones a larga distancia e intercambios electrónicos; ambos compartieron tiempo conociéndose en persona también.  Byrne invitó a Clark a una cena en honor a la diosa culinaria Alice Waters; Clark le compartió una serie de documentales de Frederick Wiseman; la pareja asistió a la presentación de danza de John Kelly, Pass the Blutwurst, Bitte, basada en el trabajo del vienés expresionista Egon Schiele. “Fue importante conocernos”, señala Clark. “De esa manera, no tienes fricciones o hieres los sentimientos del otro durante el proceso de trabajar juntos”.

También hubo varias tareas paralelas en lo que a música respecta. El par interpretó “Who” como parte del concierto encabezado por  St. Vincent en el Lincoln Center a principios de 2010 (también interpretaron la rola juntos en Bonnaroo en verano) y un mes después Here Lies Love —álbum conceptual en colaboración entre Byrne y Fatboy Slim— fue lanzado, en éste participa Clark cantando en “Every drop of rain.”

Los siguientes dos años fluyeron entre una ráfaga de otros proyectos y giras, las canciones fueron aproximadamente completadas en grupos de cuatro. En ese punto, fueron enviados con un arreglista para que pudieran, como Clark dice, “traducir lo que habíamos hecho a un lenguaje para que los verdaderos instrumentistas de alientos lo pudieran leer”.

La sección se complete hasta llegar a 16 intérpretes durante las sesiones de grabación —en “The one who broke your heart” participa el talento de dos bandas de back-up, The Dap-Kings y Antibalas. Byrne y Clark finalmente también entraron al estudio —juntos, en persona— este abril para grabar cruzando el río Hudson en los Water Music Recording Studios (Hoboken, New Jersey). Con una llamada se contactó al colaborador de la pareja, el productor John Congleton, quien hizo la programación de baterías. “No ocupa mucho espacio sónico y pone el reflector en los alientos”, dice Clark. “Es posible dirigir a los alientos de ser muy específicos de algún género y convertirlos en cualquier forma o estilo”.

Aunque no hay planes para realizar el concierto para el que se creó esta inesperada unión, el dúo hará gira para promover el álbum. Respaldados por un ensamble de metales de ocho integrantes, el tecladista de St. Vincent, Daniel Mintseris, y el baterista de LCD Soundsystem, Pat Mahoney, interpretarán canciones de Love This Giant junto con una breve selección de sus catálogos personales. Pero antes, en este ardiente día de verano en la Gran Manzana, ellos quieren dejar las cosas claras con respecto a cómo se familiarizaron con la música del otro, por qué deformaron sus caras para la portada del álbum y por qué un poco de trastornos e incomodidades pueden ser algo hermoso.

 

¿Cuándo descubrieron la música del otro?

Annie Clark: Yo escuché la música de David por primera vez en un clásico de 1985 llamado La venganza de los nerds, que incluye “Burning down the house” (de Talking Heads). Esa película fue un básico de mi niñez. Fue probablemente un poco inapropiada para nosotros, pero no teníamos tanta supervisión. Mi hermana tenía el Remain in Light, de Talking Heads, que ella ponía constantemente.

David Byrne: No se podría hacer esa película ahora, porque los nerds ya no son desvalidos. Ahora sería La venganza de los atletas.

Clark: Estoy segura de que ellos aún son los que ganan en algún lado; definitivamente en las secundarias del mundo.

Byrne: Yo escuché la música de Annie justo después de que salió su primer álbum. Compré el disco, me gustó, la vi cuando tocó en el Bowery Ballroom y eso fue todo. Me gustó lo que ella estaba hacienda y las canciones eran muy buenas, siempre ligeramente perturbadoras.

Clark: Gracias.

 

Después de que en Housing Works les sugirieron que colaboraran juntos en un show, ¿qué tan rápido se hicieron a la idea?

Clark: Me tomó un tiempo. Al principio yo estaba tan emocionada. Pensaba, “estoy hacienda algo con David Byrne y eso es tan cool”. No fue sino hasta que grabamos el primer bloque de canciones que llegamos a agarrarle más la onda a cómo trabajar con el otro. Nos mantuvimos escribiendo y las cosas siguieron mejor y más enfocadas.

Byrne: Hubo un periodo de tiempo en el que estuvimos tratando de decidir cómo colaborar. Con algunas de las cosas que he hecho, alguien ha prácticamente completado la música, así que yo sólo escribo una melodía sobre esto y canto palabras. En este caso, había más de un verdadero dar y recibir. Le enviaba a Annie un fragmento de música o ella me mandaba uno. A éste se le agregaría y sería deconstruida o arreglada, sería devuelto y así hasta que se convirtiera en una canción. Cualquiera de los dos improvisaba una melodía sobre esto, algunas veces ambos lo hacíamos en diferentes secciones de la misma canción.

Clark: Funcionó con cada configuración. Para “The one who broke your heart” me mandó un rasgueo simple de guitarra sobre un beat y esa gran melodía vocal, así que coloqué los alientos alrededor de esto. Pero “The forest awakes” fue una a la que le había estado dando vueltas durante un tiempo pero no podía concretarla, cuando David me la devolvió, estaba encarrilada.

 

¿En qué momento decidieron que trabajarían con la estructura de escribir para una banda de metales?

Byrne: Fue idea de Annie, no sabíamos qué tan grande sería.

Clark: Originalmente pensamos en inspirarnos por el hecho de que Housing Works es un lugar bastante pequeño. Es una librería, no es realmente un lugar para conciertos. Pensamos que trabajaríamos con un pequeño ensamble y entonces no tendríamos que tener un gran PA. Entonces continuó creciendo. Hay tantos colores y variantes relacionados con una sección de metales que no tenía idea de cómo iba a sonar hasta que estaba masterizado.

Byrne: Empecé con referencias de bandas con sección de metales que conocía para pensar en la variedad de direcciones en las que podríamos ir. Encontré algunos discos italianos, como Banda Ionica, así como el Hypnotic Brass Ensemble y otros grupos de New Orleans. Los metales son restrictivos en cierto modo, pero puedes tomar esa combinación de instrumentos y obtener una gran variedad de sonidos y enfoques. No importa qué, tiende a ser grande.

Si haces una canción que normalmente escribirías para guitarra —como una pieza folk cantada— escribirías acerca de algo personal. “Me desperté en la mañana y fui a la cafetería, bla, bla, bla”. En el contexto de los metales, se convierte en una metáfora para algo más debido al gran sonido detrás de esto.

 

Ambos escribieron sus propias letras, con una excepción. David, tú escribiste la letra de “The forest awakes”, pero insististe en que Annie la cantara. ¿Por qué?

Byrne: La letra sonaba “en grande”, sobre las fuerzas naturales y el movimiento de la gente. No hay ironía en eso pero creo que la gente podría haber escuchado mi voz y pensar que tenía cierta intención irónica. Quería que la gente le diera más valor y pensé que si Annie la cantaba ayudaría a escuchar más la canción y no el equipaje que podría acarrearle yo.

Clark: Estaba feliz de cantarla, amo esa canción. Esas fueron algunas de las primeras palabras en ser escritas, la rola dictó los temas del disco —fuerzas naturales, micro-macro, la conciencia universal. Ya sabes, cosas simples.

 

Sus catálogos de canciones están muy influenciados por el cine. ¿Ese medio influyó en su colaboración?

Byrne: Intenté que la letras de “I am an ape” tuvieran cierta narrativa de cine negro. Lo había trabajado con una mujer misteriosa con todos los clichés del film noir. Tuve que abandonar esa idea y empezar desde el principio.

 

Entonces entiendo que “Ice age” no fue escrita con la intención de que sea el tema de la próxima entrega de la popular serie de películas animadas?

Clark: [Risas] Oh, sí. Quiero que un mamut peludo la cante. La escribí con la voz de Ray Romano en mi cabeza. Es una pena que haya tenido que cantarla yo.

 

David, entiendo que Walt Whitman fue la inspiración lírica para “I should watch TV”. ¿Por qué fue parteaguas aquí?

Byrne: Tenía el principio de la canción, que es totalmente autobiográfico. En un punto sentí que debería ver la programación diurna de la TV —no las cosas buenas de la noche— para entender la tierra, la gente y la cultura en la que vivo. La hubiera absorbido como E.T. al abrir en refrigerador. Así es como debería aprender a encajar. Es un veraz y divertido principio, ¿pero a dónde va a partir de ahí? La canción necesitaba ir a otra parte. En vez de sólo tener esta honesta y tonta idea, tenía que tener un giro en donde hubiera alguna revelación para que significara algo más. Pensé en el poema de Whitman “Song of Myself” en el que dice “Yo contengo multitudes”. Y pensé “las multitudes son toda esa gente que está en la televisión, en los teléfonos, en internet y en todos lados. Ellos están a tu al rededor todo el tiempo”.

 

Hablando de elementos visuales, ¿Cómo decidieron el diseño de la portada del álbum y manipular sus imágenes?

Byrne: Hubo muy poca manipulación. Todo se hizo con prótesis en nuestros rostros hechos por el artista Gabe Bartalos. No fue Photoshop.

Clark: David sugirió la idea de la bella y la bestia, pero yo hubiera sido la bestia y él la bella” Él hubiera sido Señor-viril-astronauta-Buzz-Lightyear. Sólo para jugar con las cosas un poquito. Estuvimos jugando con la idea de que yo tuviera pequeñas orejas o me viera salvaje de alguna manera. Más tarde, refinamos la idea, así que tal vez no tendría pelo en mi cara pero tendría una mandíbula distorsionada.

Byrne: La gente ni siquiera se da cuenta de que el puente en la nariz de Annie en la foto es realmente ancho. Es como un perro, lobo o leopardo. Ella está yendo más hacia un animal, pero es muy sutil.

Clark: La nariz es muy Avatar. Fuimos de algo que causara shock y mostrara distorsión de manera inmediata a algo que regresaras a mirar por segunda vez y lo dejaras. “Ugh. Eso me hace sentir incómodo, pero no entiendo por qué”. Para mí lo divertido es que he visto que mucha gente no note la prótesis de David. Es imponente, como la cirugía plástica un poco torcida.

Byrne: Usé esa prótesis para una cena después. El taxista que me llevó no notó nada. Llegué y la gente prácticamente no se daba cuenta. Tuve que decir “esto no es real”, y empecé a quitármela.

 

¿Hay algún significado con respecto a la ropa que usan en la foto?

Clark: David tuvo la idea de que podría ser como antes, cuando era raro contar con un fotógrafo de viajes. Posamos orgullosamente para el retrato porque sería la única fotografía tomada de nosotros.

Byrne: Me metí a internet y obtuve muchas cosas: imagines de mormones, una foto de [fundador de Latter-Day Saints] Joseph Smith, parejas —sólo cómo estaban uno junto a otro y cómo sus cuerpos se relacionaban— y una pintura de John Singer Sargent.

 

Para la gira, ¿incluirán selecciones de sus catálogos anteriores con rolas de este nuevo álbum? ¿Cuáles de sus canciones surgirán en los set lists?

Clark: Voy a tocar —y lo pongo entre comillas— “los hits”: “Cruel,” “Cheerleader” y “Marrow.”

Byrne: Mis elecciones fueron más bien pragmáticas. Tienes que darle a la gente algo familiar, así que tengo planeadas [Talking Heads’] “Burning down the house” y “This must be the place”, así como “Strange overtones” [Everything That Happens Will Happen Today, una colaboración de 2008 con Brian Eno]. Éstas ayudarán a la gente a encontrarse en el camino del sonido a través de algo que ya conocen. También echaré la broma con un mash-up de “Crazy in love” (Beyoncé) y “Crazy” (Gnarls Barkley). Veremos si funciona.

Clark: Tal vez podrías integrar la de Patsy Cline.

Byrne: Estaría bien, aunque tendríamos que acelerarla un poco. Lo siento, Patsy. F

 

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