Tres años han pasado desde que Wild Beasts se presentó por primera vez en nuestro país como parte del Corona Capital. Aquella presentación estuvo acompañada de un quemante sol que a ratos mantenía distraídos a los asistentes mientras la banda ejecutaba impecablemente los temas de Smother. Eso cambió la noche de ayer en El Plaza Condesa, ya que además de ofrecer una elegante presentación, el concierto se quedará guardado en el corazón de las personas como uno de los más íntimos, finos, y exquisitos que se han realizado en dicho recinto.
Tal vez el concierto no fue sold out, y al final era muy extraño salir del lugar antes de las 10 de la noche, pero este cuarteto británico ofreció un brillante montaje en el que sus habilidades musicales se encargaron de esparcir una vibración especial por todo El Plaza Condesa, la cual principalmente era impulsada por el cavernoso bajo que se hizo presente en cada una de las canciones.
Eso era de llamar la atención, ya que aunque su sonido cuenta con unos tonos muy delicados con los que logran tocar la fragilidad de nuestra piel, el bajo sobresalía por encima de los demás instrumentos sin alterar la esencia natural de las canciones. Ese elemento en lo particular le dio mucha fuerza a su presentación, sin mencionar los linajes de sintetizador que hacían levitar los temas de Present Tense como «Daughters» y «Sweet Spot».
Por otro lado, Hayden Torpe siempre se mostró bastante emocionado al interactuar con las personas entre cada una de las piezas que le dieron vida a su presentación, ya que en las pequeñas pausas que habían en su set aprovechaba para dar saludar y brindar con los asistentes con ese singular y clásico toque británico que siempre los ha caracterizado.
Wild Beasts es una banda que dice muchas cosas sin hacer demasiado, y esa simpleza con la que crean momentos de gloria quedaron expuestos la noche de ayer en uno de los conciertos más bonitos que se han realizado en El Plaza Condesa.