Foto GUS MARAINSLIE
Por DANIEL OCARANZA
Camisas bien planchadas, pantalones intactos, agujetas de zapatos perfectamente amarradas y rostros pulcros; algunas características comunes de quien con entusiasmo prepara su partida para presenciar el show de la banda que con cúmulos de melodías, ha representado y musicalizado diversas etapas de su vivir.
Los arreglos y cuidados se intensifican cuando se trata, no simplemente de la asistencia a un show cualquiera, sino a uno de propiedades más personales e íntimas, mismo que se torna en algo similar a una cita; y más aún, si se trata de una de las bandas que sin problema puede ser digna representante del rock en el continente americano; más si se trata de Babasónicos.
El segundo secret show de tres, que la agrupación argentina ofreció en la ciudad de México, se convirtió en un total hálito de brisa musical para todo aquel que pudo pisar la superficie del Voilà Acoustique. Adrián Dárgelos puede ser considerado, no como la simple parte vocal o compositora de la banda, sino, en toda la extensión de la palabra, como un auténtico frontman, que a la hora de pisar el suelo que sostiene metros de cables y decenas de amplificadores e instrumentos, acrecenta de forma feroz y vigorosa la personalidad y cualidades que le permiten a Babasónicos situarse en un nivel superior al resto.
Con atuendo bien ajustado, cabello sin mucho orden, y poses y ademanes que exigían mayor ímpetu y ardor por parte de los presentes, Dárgelos se encargó de principio a fin de llevar las riendas del show, al tiempo que algunas miradas quietas y asombradas atestiguaban el jugueteo del líder con la base del que portaba el instrumento transmisor de las notas emitidas por su misma voz; instrumento que recibía la energía y fogosidad de Dárgelos de forma clara y evidente con el aliento y saliva visibles a los rayos de la luz artificial del foro.
La exhibición dirigida por este frontman, se vio engrandecida con piezas como “Microdancing”,”Aduana de Palabras”, “El Loco”, “El Ídolo” o “Desfachatados”; todo para culminar con la melodía que permitió que el sonido de los instrumentos utilizados se viera superado con las voces de la audiencia: “El Colmo”, misma que marcó el final del segundo secreto show y abrió el camino de forma impecable para la consumación de este pequeño recorrido de Babasónicos, el cual resaltará con la presentación de piezas que la agrupación negó y reservó para su coronación.
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