Texto y Fotos por Gus Morainslie
Cumbre Tajín es el festival que más me emociona del año. ¿Por qué? Por salir de la ciudad; por el clima; por ver a los voladores de Papantla; por comprar artesanías locales y vainilla; por las pirámides iluminadas; por ver actos de la talla de Björk, Smashing Pumpkins, Tool, Primus, Janelle Monae, Pet Shop Boys y Café Tacvba; por que la entrada cuesta 300 pesos, la chela y la deliciosa comida (bocoles, tamales, zacahuil) cuesta 40 pesos; y, principalmente, porque a diferencia de los demás festivales, no todo gira alrededor de las bandas, sino del sinfín de actividades culturales, artísticas, ecológicas y gastronómicas de la región.
Ah, lo olvidaba, también hay un área de hamacas, temazcal y masajes de poca madre.
Así que si les gusta viajar en México, la música y pasarla bien con mucho menor presupuesto que en los acostumbrados festivales, no dejen de ir a las próximas ediciones.
Vayijel, banda de rock tsotsil se encargo de comenzar la jornada; seguidos por Puscifer (proyecto alterno de Maynard), y de los californianos Primus escoltados por 2 grandes astronautas.
A las 10:10 hora en que Tool comenzaba su set, el lugar estaba a reveantar; tanto el escenario como los jardines aledaños donde podía verse el evento en las pantallas. Y pese a que algunas personas presenciaron el show de la banda unos días antes en el DF, muchos otros -incluyéndome- habían esperado mucho tiempo.
Aún recuerdo en 2001. Pasé 6 meses viviendo en Melbourne; trabajaba en un restaurante mexicano y un compañero de las jornadas de lavar platos me pasó una copia del recién lanzado Lateralus. «Schism» me voló la cabeza. Después anunciaron una fecha; tan solo 1 semana después de que volvía a México… “No hay pedo, luego los veo en mi país”, pensé.
Pasaron casi 13 años: en el inter MTV dejó de ser el canal donde por primera vez conocí a Tool y sus alucinantes vídeos para convertirse en un canalucho de realitys; salió el 10,000 days con el maravilloso arte de Alex Grey; y, en Noviembre de 2012 finalmente se hizo el anuncio oficial del show en Tajín. Wow. Y yo que pensaba que no superarían el furor que ocasionó la noticia de Björk.
El show comenzó con un gran visual del intro de Salival, “Think for yourself, Question authority“. Los integrantes de Tool permanecieron la gran mayoría del tiempo a contraluz, tras el humo o bajo intensos reflectores y estrobos en poses enigmáticas. No había vídeo en vivo ni close-ups de la banda; las pantallas mostraban los bizarros y fascinantes visuales a los que nos han acostumbrado, las luces se proyectaban intermitentes e hipnóticas sobre el techo del foro. El contacto visual no era necesario, no era importante, la música se apodero de todo el lugar y de todos los asistentes; sabíamos que Maynard James Keenan y compañía estaban ahí, ejecutando para nuestros oidos y eso era suficiente. Si «Schism» me había volado la cabeza 13 años atrás, ahora me reventaba por dentro con cada nota. El tiempo se diluyó de una canción a otra hasta llegar a «Stinkfist», el show terminó y muchos entendimos la música en vivo de otra manera.
La espera valió la pena. Gracias Tool.
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