Texto y fotos: Milton Barboza Arriaga, enviado especial.
Para el segundo día los organizadores decidieron poner un poco de más atención a los detalles que fallaron en la jornada inaugural, y pese a buscar que el sonido fuera mejor, terminó por ser exagerado sobre todo en el escenario GovBallNYC, que es el principal, ya que simplemente le subieron al volumen sonando saturado y hasta molesto.
Pese a esto, Classixx, Disclosure, The Naked And Famous, Fitz And The Tantrums, Broken Bells, Childish Gambino, se repartieron aplausos en los diferentes escenarios que volvieron a lucir abarrotados de miles de asistentes que hicieron el solud out de este Governors Ball.
The Strokes volvieron a su tierra natal para ponerle fuerza al escenario principal, lograron convencer al público aunque siendo sinceros, lo hicieron con clásicos como «Last Nite», evitando tocar canciones nuevas que simple y sencillamente son tracks para olvidar.
Sleigh Bells le metió potencia al Gotham Stage, con ese noise que los ha vuelto famosos. Convencieron, agradaron, hicieron que todos bailaran mientras caía la tarde en la isla de Randall.
Una de las mejores presentaciones fue la de Spoon, esta banda originaria de Austin que bajo la premisa de su rock bien elaborado, dieron momentos increíbles con rolas como «Got Nuffin», que puso a mover el cuerpo a los presentes que en su mayoría eran personas que decidieron escuchar detenidamente cada uno de los acordes de este buen proyecto.
Para cerrar con broche de oro este segundo día de Governors, todo se disputaba entre Skrillex en el Honda Stage y Jack White en el GovBallNYC; decidimos ver a White y su poder, quien bajo un escenario iluminado de azul y que incluía una vieja TV que proyectaba estática, así como un grupo conformado por impresionantes músicos, dio cátedra de buen blues.
Si quieren saber de qué va el concierto de Jack White, hay que decir que explora algunos clásicos de sus bandas cerrando con la increíble «Seven Nation Army», perdón por el spoiler, pero fue glorioso.