Nabuma Rubberband
Little Dragon
Because
89%
Por Roy Rojas
“¡Pongan atención! ¡Este es el disco más caliente en el mundo actualmente!”… Paris, Paris, Paris… de París dice Ernest Hemingway: “quien tiene la suerte de haber vivido en París cuando joven, luego París te acompañará vayas donde vayas, todo el resto de tu vida”, y Yukimi Nagano reafirma en «Paris«, segundo sencillo del nuevo álbum de Little Dragon:
Remember it was Paris
you said we were gonna meet
Why your answering machine still on?
It’s the oddest feeling since you’re gone
A part of me drift away with you
And will never return
Nabuma Rubberband es el nombre de una musa imaginaria para los suecos Little Dragon, un personaje ficción que usan como inspiración, con ese nombre han titulado su cuarto material, una librería de sonidos experimentales que caben en sus once piezas espirituales. Basta con escuchar a Nagano, o poner atención a la combinación bajo/batería para acercarnos a su trascendencia sonora que quieren alcanzar… nos negamos en adjudicarles la palabra “pop” que ahora se usa para todo y que ciñe la música a una etiqueta bastarda. No obstante, es del pop de donde surgen las ideas para este álbum: Prince y Janet Jackson, sólo que a una velocidad más lenta y en un ensamble de instrumentos más arriesgado.
Dieciocho años de carrera después, Yukimi Nagano, Håkan Wirenstrand (sintetizadores), Erik Bodin (baterista) y Fredrik Källgren Wallin (bajo, que en vivo ejecuta desde un sintetizador, o muchos para ser más atinados), presentan un canto de sirenas, una transformación de su sonido que ha cambiado en cada álbum, muchos más interesante en cada entrega, desde el menor y atropellado homónimo, pasando por “Machine Dreams” en donde comienzan a jugar con las percusiones y los sintetizadores como sello; “Ritual Union” su aclamado trabajo por la solidez en composición musical y ahora “Nabuma Rubberband”: producción de alto octanaje, muy distinto de los anteriores y muy logrado en su ambiciosa búsqueda de. El tempo que manejan, lento e implosivo que hace vibrar por dentro si prestamos atención a cada detalle, como las distorsiones y atmósferas escondidas en el primer sencillo “Klapp klapp”.
“Nuestro sonido es amplio (no en un estilo particular), así que nos hundimos en diferentes mundos. Nuevos mundos, nuevos espacios en donde no habíamos estado anteriormente. Definitivamente hay elementos románticos en algunos temas. Se siente como diferentes estados de ánimo y nos estamos explorando un poco”, han declarado a la revista Rolling Stone.
Canciones como “Cat Rider” y “Paris”, dos temas rozando el romanticismo del que hablan en diferentes ritmos. El primero más lento, una pieza misteriosa con una base de batería que golpea haciendo eco y al mismo tiempo otra base constante similar a una máquina avanzando colocada más abajo. Te arrastra hacia ese mundo. El segundo no deja esas bases de ruidos, pero el beat es rápido, la voz alegre y colorida. Nos lleva hacia sus territorios, hacia esos nuevos espacios. Ellos ponen sus reglas: hay que dejarse llevar por la poesía sonora.
El punto más alto en este mundo lo escuchamos en «Only You«, in crescendo austral trastocado en una electrónica etérea, un beat frenético en el coro: «Only you that’s in my heart» mezclado en otro vibrante corte titulado «Killing me» que retuerce el cuerpo por sonidos graves distorsionados tan excitantes como el otro ruido deambulante en en la canción.
“¡Pongan atención! ¡Este es el disco más caliente en el mundo actualmente!» dice emocionado un locutor al principio de Paris. Puede que no esté exagerando del todo, Nabuma Rubberband es un planeta en donde todo el tiempo es de noche, la única luz proviene de la luna y las estrellas, y el canto de las sirenas es lo que escuchamos hasta que llega la hora de dejar ir este mundo poco a poco (el último corte se llama «Let Go«), y volver a abrir los ojos y abandonar el misterio guardado en esta pieza que escucháremos en el próximo Corona Capital y en el resto de nuestras vidas, porque parafraseando a Hemingway, quien escucha a Little Dragon con la atención justa, estará acompañado por su música si bien no el resto de la vida, por lo menos del día.