Foto Gus Morainslie
Por Wally Bonanza
Nada mal para ser la primera vez. La diversidad de sonidos que Ernest Greene ha creado bajo su proyecto Washed Out nos dejó una excelente impresión en la segunda edición de Converse Rubber Tracks México. Greene demostró cómo se es un buen frontman ante un público desconocido y la calidad que tiene la banda montada en un escenario.
El inicio de su segundo álbum de estudio, Paracosm, te envuelve en un veraniego y nostálgico momento (incluso fantasioso) si lo escuchas con atención. También puede que lo uses como inspiración mientras avientas a tu wishlist un vestido o camisa de Urban Outfitters… pero se convierte en algo totalmente distinto al que experimentas en la realidad. Crece la calidad hasta el punto de enamorarte del sonido que sale del sintetizador, bajo y voz de Greene. Esos gigs que te hacen sentir cada decibel y por ende provocan que tu cuerpo se mueva al ritmo de todas las suaves canciones.
Cuesta lidiar con personas que no aprecian un acto sonoro. Incluso se convierte en un momento más fastidioso si éstas no pagan por presenciarlo. Aunque creo que la preocupación del músico no se enfoca a pensar en si la gente compró o no un ticket, de alguna forma tiene que romper esa barrera; satisfacer a un público sin importar cómo llegaron ahí. Ernest Greene logró que cada persona bailará, lo conocieran desde su EP o únicamente por un single, en cada track que interpretaba. Como buen frontman sabía en qué momentos incitar a la gente o sólo dejarlas llevar por sus ligeras melodías.
Washed Out es un encantador acto que debes presenciar al menos una vez en tus recorridos musicales. Aunque no entra en la categoría de bandas que amas u odias, si en cierto punto llegas a cruzarte con una fecha en vivo de Ernest Greene tus oídos lo disfrutaran y tu cuerpo lo agradecerá.