Por Jergas
La primera vez que supe que existía una banda llamada Jungle (ya después un artículo de The Guardian me corregiría haciéndome saber que era en realidad un dúo comprendido por dos tipos que se hacen llamar simplemente “T” y “J”) fue con un video donde dos hombres negros en atuendos deportivos hacían una coreografía sobre patines. FRESCO.
Tengo un gusto muy particular por los sonidos del soul y funk de los años sesenta y setenta, me es imposible sentirme atraído por algo que suene cercano al sonido Motown; o que pueda aparecer sin problemas en alguna emisión perdida de “Soul Train”; o se trate de alguna joya rescatada en una compilación de la Vampisoul.
Hay grupos y solistas que hoy en día evocan ese sonido, pero la verdad es que la mayoría sólo nos regalan un retrato de las glorias pasadas, a final de cuentas no nos traen nuevo a la mesa, y eso lo repruebo. En mi opinión siempre debe de existir una buena porción de propuesta y frescura en la música inédita.
En esta última línea es que me gustaría resaltar lo que hace Jungle. Este par de productores anónimos tomaron una receta que había sido usada por muchos durante mucho tiempo y se preguntaron: “¿Y si le agregamos esto o le quitamos aquello?”. No se conformaron con la fórmula probada y pusieron al fuego la propia.
A menos de un año de que se dieran a conocer, y a escasas semanas de que se lanzara su debut de larga duración, “T” y “J” visitarán la Ciudad de México en el marco del Festival Corona Capital, a causa de esto, pude conversar unos minutos con éste primero. Acá va lo que sucedió en esa llamada telefónica.
¿Cuál es el sentimiento en este primer año como una banda? Ha sido emocionante descubrirlos.
T: Ha sido muy emocionante también para nosotros e inesperado a la vez. Somos muy afortunados por la recepción del público, podríamos estar recostados escuchando las críticas pero nos gusta estar trabajando en el día a día.
Creo que Jungle es una banda muy afortunada, en poco tiempo de existencia se ha ganado miradas y elogios.
T: Sí, es el producto de muchos años de trabajo y dedicación. Tienes que ser apasionado en lo que haces, y debes de disfrutarlo tanto, creo que eso se traduce en que la gente ha conectado muy rápido con nuestra música.
¿Por qué decidieron trabajar en el anonimato y esconder sus caras y nombres?
T: Bueno, pues porque de inicio somos productores no personalidades. Cuando empezamos a hacer música simplemente la poníamos en línea y listo. No queremos gastar energía en nada que no sea hacer música, además de que es divertido tener un seudónimo.
¿Hace cuanto conoces a J?
T: Lo conozco desde los diez años cuando solíamos jugar en mi jardín.
Debe de ser increíble poder trabajar con alguien que conoces desde hace tanto, ¿qué tipo de música escuchaban y compartían en ese entonces?
T: Pues en realidad de cualquier tipo, creo que eso es lo divertido de la música, que no tienes que restringirte a un sólo género, o música de una sola comunidad o sólo un área social. Nos tocó la era del internet y eso hizo más fácil nuestro acceso a todo tipo de música de todo el mundo.
Hablando de la música que escuchan, ¿qué escuchaban cuando grabaron el debut?
T: Estábamos muy interesados en el trabajo de J Dilla y el uso que hace los samples, y es que si miras a Kanye West o J Dilla en realidad todos sus ganchos musicales son parte de canciones de otros intérpretes. Nosotros queríamos hacer algo similar pero fabricando nuestro propios sonidos, lo cual se convirtió en un proceso muy divertido que nos permitió escuchar música muy variada.
Creo que una de las cosas más características de Jungle es que toman un sonido del pasado pero le inyectan un fluido contemporáneo, que hace que la banda suene fresca. ¿Cómo lograron eso?
T: Creo que es mucho gracias a la tecnología, con las herramientas de hoy las posibilidades son ilimitadas, puedes crear con total libertad y sin ningún tipo de restricción. Exploramos cada uno de los sonidos que queríamos para nuestras canciones, sintetizadores, órganos, percusiones, cencerro, etc. y creo que todo gira en torno a cómo se ensamblan.
Hablando de su próxima visita a México…
T: Es nuestra primera vez, estamos muy emocionados, todos nos cuentan la locura que es cuando puedes dar un concierto ahí. De hecho, tengo amigos que vivieron en la Ciudad de México durante 10 meses. No podemos esperar.
Es difícil imaginarse un concierto de Jungle con todo el halo de anonimato…
T: Pues en realidad es todo lo opuesto, para nosotros el acto en vivo se trata de una celebración y de que gocemos estar en el escenario haciendo el mayor número de conexiones posibles. Es una oportunidad para conocer y tener una conversación con miles de personas, y de presentarles a la gente que nos ayuda a hacer la música, todos ellos son grandes amigos.
Hablando ahora de su estética visual como banda, es algo que se nota muy definido, que saben qué camino seguir.
T: Pues es algo que hemos trabajado juntos “J” y yo, hemos podido meter las manos en todo, en las portadas de los sencillos, en los vídeos, y hemos sido ayudados por personas que comparten una idea en común con nosotros. Creo que es algo que te habla de lo bien que estamos conectados, te habla de que somos un grupo de amigos que trabaja en conjunto.
¿La gente de XL Records es parte de este grupo de amigos?
T: Claro. Lo bueno de XL Records es que entienden a los artistas y lo que significa ser uno. Ellos nos respetan mucho y viceversa. Confiamos en ellos, eso hace una gran relación.
Muchas gracias por la plática “T”.
T: Gracias a ti, nos vemos pronto.
He ahí un vistazo al interior de uno de los actos musicales que me siguen emocionando durante este 2014, si no han escuchado el disco homónimo ¡háganlo ya! Si ya lo escucharon, apréndanselo de memoria, y nos encontramos el 12 de octubre en la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez para bailar juntos. Hasta la próxima.