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Reseña: 'Viet Cong' de Viet Cong

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Por Ernesto Olvera / @Ernestime

Viet Cong
Viet Cong
Jagjaguwar
88%

Es muy complicado cuando una banda pasa por una pérdida humana que altere el orden emocional con el que presentaron un álbum que los pudo consolidar como una de las mejores bandas de los últimos años. Este es el caso de Women, ya que luego de haber lanzado su espectacular Public Strain, se encontraron con la repentina muerte de su guitarrista Christopher Reime. ¿Las causas? Hasta la fecha siguen siendo un enigma, pero sus ex compañeros Matt Flegel y Michael Wallace decidieron emprender una nueva aventura el año pasado como Viet Cong y, justo cuando se pensaba que la tierra se los estaría tragando para que en estos momentos nos cuestionáramos le legitimidad de Women, la dupla nos presenta esta banda con un sonido mucho más estructurado y exquisito en comparación a lo que hacían en el pasado.

Pero no, no veamos a Viet Cong como una comparación con Women. Al contrario, este nuevo episodio en la vida de Flegel y Wallace es una gran oportunidad para conocer el pensamiento de dos personas comunes y corrientes que con la genuina pasión que tienen por hacer música, han dado como resultado una fascinante combinación entre las gamas grises del post-punk y el lado dinámico de la música hecha a base de sintetizadores y elementos que se apeguen un poco más a la familia de sellos como Woodsist. Al final, eso tiene sentido, ya que Jagjaguwar -casa de Angel Olsen y Sharon Van Etten– optó por arropar a Viet Cong para lanzar su álbum homónimo.

Vamos por partes, su nombre tiene una evidente referencia hacía el Frente Nacional de Liberación de Vietnam, cosa que no tiene mucho qué ver directamente con el estilo de composición de la banda y la forma con la que se van desarrollando las canciones. Sin embargo, existe un patrón estético que los puede vincular sin ningún problema con la naturaleza guerrillera, ya que en este álbum sus habilidades musicales son las armas que vienen a atacar de frente a todo un sector mediocre que continúa acaparando la atención de las personas. Viet Cong tiene clase y una impecable fortaleza para mantener a flote una canción de 11 minutos como «Death», corte con el que justamente esta producción llena a su inevitable final.

Antes de llegar a ese maratónico momento, es fundamental hacer mención del sentimiento que evocan en canciones como «March Of Progress», ya que pese a que tiene un inicio bastante intrigante y desorientado con máquinas y elementos electrónicos que bien pueden ser encontrados en el mundo de Fuck Buttons, de un momento a otro todo se transforma para ser un épico recorrido a base de guitarras y juegos vocales que evocan los momentos más sólidos de Echo & The Bunnymen. Seguro, puede que de una referencia a otra exista una enorme diferencia, pero de algún modo este cuarteto se las ingenió para hacer que ambos estilos puedan caminar de la mano sobre unos terrenos golpeados por la mediocridad.

Viet Cong muestra una notable consistencia en este debut que, más allá de proyectar una nostálgica imagen sobre lo que hubiera pasado con Women si siguieran de pie, es una puerta abierta hacía un futuro en donde finalmente las bandas obtendrán un reconocimiento por lo que hacen con sus instrumentos, y no por el hype o el buzz que puedan provocar con meltdowns y controversias virtuales. Viet Cong se mantienen fieles a una idea y sin llegar a ser arrogantes, son capaces de mostrar una estabilidad emocional que hace de «Pointless Experience» todo un himno.

El año pasado la banda lanzó un pequeño EP con el titulo de Cassette e irónicamente, las texturas con las que fueron concebidas las canciones son muy similares a la de una cinta de cassette que estaba olvidada en un viejo baúl. Eso en parte hace que ese material suene completamente diferente a lo que existe en su debut, aunque tampoco les hablamos de un cambio radical. Digamos que en ellos escuchamos a dos Viet Cong que van en busca de su propia personalidad, misma que es clamada con un imponente juego de percusión y acordes distorsionados en «Newspaper Spoons».

El álbum tiene una belleza muy particular sustentada en las guitarras, cosa que puede venir a patearle el trasero a las personas que siguen pensando que ya no existen bandas explotando los elementos convencionales de la música. Viet Cong es la prueba de que aún existe eso, pero en lugar de seguir cayendo en clichés y estilos que se extingan de un momento a otro, en canciones como «Continental Shelf» juegan un poco con las guitarras para provocar cambios de ritmo y atmósferas con las que la parte vocal adquiere una mayor fuerza.

Pero nada de eso se compara con el monstruo que nos espera al final. «Death» tiene una energía que le hace justicia al frente que tomaron como referencia. Los 11 minutos de la canción se van desarrollando sin rodeos; los acordes de guitarra hacen un ejercicio bastante sorprendente que le van abriendo el camino al bajo y la batería para irnos guiando a través de este recorrido que, justo cuando se piensa que va a terminar, vuelve a sumergirnos en el coro de la primera mitad. De algún modo estos son los mejores 11 minutos que van a invertirle a una canción durante todo el año, ya que su climax es la cosa más apabullante que muy probablemente nunca antes hubiéramos esperado por parte ex miembros de Women.

Todo eso queda resumido en un adjetivo: clase. Estoy de acuerdo en que no se debe poner en enormes pedestales a bandas que aparecen con un debut espectacular, pero en el caso de Viet Cong ni siquiera hablamos de un pedestal cuando se dicen cosas positivas de este álbum. Más bien, al hablar de la exquisitez de esta producción, simplemente estamos hablando de justicia y honor.

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