Kintsugi
Death Cab For Cutie
Atlantic
85%
Por José Carlos Martínez
Death Cab For Cutie tiene la capacidad de hacer canciones íntimas que suenan increíblemente universales, y aunque tienen 18 años de carrera musical, no han perdido esa magia a pesar de que en sus últimos discos no habían podido apegarse a esa calidad de sus primeras producciones. Este 2015 fue la excepción, Kintsugi, es la mejor producción de la banda en la última una década. Este álbum es de los más experimentales, con guitarras y sintetizadores combinados, se nota ese nuevo enfoque aventurero al que quieren llegar.
Dentro de Kintsugi hay momentos de felicidad, un par de canciones con letras inolvidables de diversión sin sentido a equivocarse. Una producción equilibrada por melodías cálidas es una de las mayores fortalezas del disco. El nombre de este material tiene un estilo japonés y eso se nota en su arte, que implica la fijación de cerámica rota de oro solido que lo vuelve más valioso.
“No Room In Frame”, es la pista de apertura ideal, brilla por si sola con un sonido de monitor y es la primera indicación del humor irónico con el que Gibbard ha tratado de hacer frente a sus detractores. Con baladas que enamoran a cualquiera y letras de ruptura que lanzan reflexiones que te llegan al corazón avanza el disco.
Sus canciones suenan como novelas poéticas melancólicas brillantes, y si mezclamos eso con la increíble voz de Gibbard, todo se vuelve una atmósfera emocional que incluso llega a pegar esa nostalgia a la que pocas veces tenemos acceso. “You’ve Haunted Me All My Life”, es una pista oscura y minimalista.
Aunque Death Cab nunca ha sido una banda de “disco”, las canciones de Kintsugi son tan fuertes que ponen este material en la orbite de los mejores lanzamientos del primer trimestre del año. Desde el espíritu edificante de los fantasmas en “The Ghosts of Beverly Drive”, hasta la dulce melancolía de “El Dorado”, hace de este disco algo exquisito. Aunque llevan ya un largo recorrido dentro de la industria este no parece ser el final de la banda, al contrario, puede ser un comienzo a una nueva era.
Sólo tienen que mantener las cosas simples, y dejar de pensar demasiado. Nunca han necesitado un álbum clásico para permanecer. Kintsugi, es adorable, encantador y aunque tiene sus altas y sus bajas, son fallas aceptables, porque son parte de una rica historia musical.