Por Ariadna Montañez
Fotos Rodger Ho / https://www.facebook.com/rohofoto / http://instagram.com/rohofoto
El tercer y último día del Levitation en Austin, se salvó de nueva cuenta de una poderosa tormenta. Probablemente todo mundo revisó con anticipación el estado del tiempo, por que entre los asistentes había muchos entes con botas nuevas de jardinero de Walmart. Se veían muy monos todos uniformados y a la vez un tanto ridículos, por que una vez más, la naturaleza voluble ganó.
Cuando llega el último día de cualquier festival uno se agüita, pues la cátedra musical, la diversión, el andar de un lado a otro viendo bandas, conocer gente nueva, tomar una o dos o tres cervezas, y comer delicias de foodtrucks locales, se termina. Y no queda más que pensar en cómo será la experiencia el siguiente año o a qué punto del planeta nos llevará el viento.
Como quiera que sea, el último día de una caravana musical, siempre te hace recapitular de manera fugaz todos los momentos increíbles que has tenido en las últimas horas; una especie de nostalgia te inunda y hace que disfrutes aún más las últimas horas que te quedan de existencia en el lugar donde te encuentras parado, rodeado de miles de extraños buena onda.
El domingo de Levitation tuvo mucho “papá cool”, pues la vibra giraba en torno a la celebración de la reunión, y de los 50 años, de los 13th Floor Elevators. Si no les suena el nombre en lo más mínimo (vayan y pónganles play de una buena vez), podríamos decir con seguridad que son practicamente los papás de todas las bandas que han pasado por el Austin Psych Fest desde hace ocho años, obvio hablamos de todas esas que no tienen ni 20 años de vida en la escena.
Algo que le dio fuerza a esta presentación de los 13th Floor Elevators en el Levitation Fest, fue que conjunto de Rocky Erickson jugó como local, ellos son de Austin y desde 1965 se encargaron de sonorizar la era de la psicodélica del lugar, además formaron parte de la revolución del garage durante los 70’s y 80’s.
Desde 1984 no se había registrado actividad de vida en la banda, es por eso que esta reunión con elenco original, fue única en su especie, y es poco probable que vuelva a suceder. Al menos no en esta dimensión. Es por eso que casi todos los que crecieron a la par con ellos, asistieron al show y demostraron que ser “un ruco cool” en verdad carga con todo el peso de la palabra. No cualquiera puede llegar a los 50 o 60, viéndose lleno de vida y aún levantando la bandera de amor por la música.
Aquí es donde diré, de manera muy personal, que me identifico y ojalá en unos 30 ó 40 años esté formando parte de ese clan.
El cierre del Levitation tuvo actos para presumir; hubo música de The Myrrors, Nothing, Mac Demarco, The Black Angels, Chelsea Wolfe, Eternal Tapestry, un set caótico y poderoso de A Place to Bury Strangers, Fuzz y por supuesto el cierre colorido de los Flaming Lips.
En una sola reseña no cabe la descripción de lo que se vive cada momento en festivales como estos, en donde todavía se asiste con la finalidad de conocer bandas nuevas y saber qué es lo que ocurre en una escena en particular. El mundo que engloba el “psych” es amplio, y tiene mucha cosa fregona para ver y escuchar. No podemos ilustrar más esto, la tarea ya es de ustedes.
Levitation 2015, check.