Por Ernesto Olvera / @MyBlogCliche
Es tiempo de que se dejen de tapujos y clichés como la Quija. Eso ya pasó, ya hasta hay case con su diseño para el iPhone y zapatos con la tabla dibujada en los tacones. Ha llegado la hora de que se dejen llevar por su lado más desorientado y podrido para invocar a Satán en cuanto cae la noche y, qué mejor manera de hacerlo, que con una selección musical que funcione como estímulo al momento de querer entrar en contacto con un ser que tal vez ni siquiera se haga presente.
Pero sí lo logran, la satisfacción vivirá en su corazón mientras suena la densidad de estos discos:
Para poder describir a la banda sueca Silencer, sólo basta con pensar en la música suicida por excelencia; Death Pierce Me, su álbum lanzado en 2001, es la fiel prueba de lo que les estamos hablando. La pista inicial que le da título al disco tiene la letra más demente de todo el álbum, gracias a su distinguida obsesión por el dolor y la muerte.
Se dice que mientras el vocalista Nattram se hacía cargo de grabar las voces para el disco, ingería medicamentos psiquiátricos y se auto flagelaba con un cuchillo para darle realismo y sufrimiento a sus gritos, provocando que la depresión, el dolor y la muerte, sean pensamientos recurrentes durante toda esta producción.






