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ENTREVISTA

Entrevista con Sleater-Kinney

Por Cristina Salmerón

Sleater-Kinney, una de las bandas de chicas más famosas de los 90, está de vuelta. En 2006 decidieron tomar un descanso del que se pensó que no regresarían, pero 20 años después de haberse formado, están ahí, tan aguerridas como siempre en la música y en los actos en vivo.

El girl power que desprenden Corin Tucker (voz y guitarra), Carrie Brownstein (guitarra y voz) y Janet Weiss (batería) estará en México en uno de los escenarios del Corona Capital. Este 2015 marcó su regreso con el disco No Cities to Love, del cual hemos traído en repeat sencillos tan explosivos como “Bury Our Friends” y “A New Wave”.

En un camino en el que ya habían andado, pero el cual encuentran diferente después de haberse tomado un tiempo fuera, Janet platicó con nosotros sobre lo que les costó más trabajo al volver a la música y en cómo una banda mítica que expide fuerza y progesterona volvió a tomar las riendas del denominado riot grrrl.

FILTER: Han pasado diez años desde que presentaron su último disco, The Woods. ¿Qué sucedió con ustedes en este tiempo?

Janet: Bueno, Corin tuvo otro hijo, Carrie comenzó como actriz de comedia, y yo me dediqué a tocar en diversas bandas y empecé una nueva carrera, de modo que todas estuvimos bastante ocupadas.

F: ¿Por qué decidieron reunirse?

J: Creo que siempre quisimos volver a tocar juntas, pero en ese momento en verdad necesitábamos tomarnos un descanso, parar de hacer giras, darnos un tiempo, pero comenzamos a extrañar esto demasiado, así que decidimos juntarnos a hacer música otra vez.

F: Cuéntanos de No Cities to Love, del proceso de composición, de grabación…

J: Cuando volvimos a estar juntas, estábamos un poco fuera de forma como para escribir canciones. Carrie y Corin en verdad tuvieron que pasar muchos días reunidas para concentrarse. Tomó su tiempo eso de formar la química de nuevo, conocernos musicalmente, reaprender ese lenguaje… Así que hicimos unas bases preliminares de las canciones al mismo tiempo que practicábamos, cada una mejoró sus partes, trabajamos muy duro en escribir y reescribir, hasta que quedó lo que queríamos.

Grabar fue mucho más sencillo, recordamos fácilmente cómo era esa fase, la verdad que escribir y componer fue lo más duro.

F: En cuanto a la música, ¿qué cambios hay entre The Woods y No Cities to Love?

J: The Woods fue grabado después de un tiempo de haber hecho muchas giras, ya teníamos muy pensadas las canciones, había mucha práctica tocando en vivo, también mucho jamming, habíamos compuesto bastante en los caminos, es por eso que lo considero el disco más explosivo que tenemos. No Cities to Love es un álbum repleto de energía, pero creo que comparte esa característica con una hechura más artesanal, con canciones más cortas.

F: Algo que las distingue es su energía y seguridad para tocar en el escenario. Cada vez que veo videos de ustedes tocando parece que nacieron para estar ahí, pero me he preguntado si Sleater-Kinney siempre fue así, es decir, ¿cómo adquirieron esa fuerza para actuar en vivo?

J: (risas) es algo difícil de explicar. Es un deseo lo que te hace tocar así, en efecto es como si hubiéramos nacido de esa forma que te dice “necesitas hacerlo”, “necesitas expresarte”. Cuando estoy en el escenario yo me siento muy viva, muy desesperada, salvaje, creo que es algo con lo que cargamos todas.

F: No he tenido la oportunidad de verlas en vivo, pero ahora se podrá porque ustedes vienen a México para tocar en el Festival Corona Capital. ¿Qué nos puedes decir sobre su show?

J: Es un show con una energía muy prendida, estamos muy emocionadas de tocar en la Ciudad de México, y con fortuna el público también lo estará. Cuando los fans están emocionados siempre suma para dar un buen show.

F: Sleater-Kinney ha tocado desde 1994. ¿Qué han encontrado de nuevo en el público 20 años después?

J: Es asombroso encontrar en el público gente que es sumamente joven, que a lo mejor ni había nacido cuando comenzamos. Esto nos hace pensar que fue un acierto regresar, aunque sea después de diez años, porque ellos siempre van a estar ahí, y me refiero también a nuestros fans de muchos años. Es genial verlos ahí abajo cantando y viéndonos tocar. Es gratificante que después de tanto tiempo tengamos nuestro público y público nuevo. Qué te digo, es genial.

F: ¿Crees que existe un feeling distinto entre una banda de puras mujeres o es lo mismo que una banda de puros hombres o una mixta?

J: Me gusta pensar que existe un feeling diferente entre la gente que comienza a tocar en una banda, esto puede ser algo intimidante, sobre todo cuando no sabes tocar muy bien. Bueno, de hecho nadie lo sabe al momento de comenzar a tocar en una banda. Y si sientes que estás siendo juzgado por los demás, eso no es bueno. Siento que las chicas que comienzan una banda cuando son muy jóvenes tal vez pueden encontrar menos de ese juicio externo porque tienen sentimientos más afines, como que van a ser criticadas, comparadas, en que la otra sea mejor que yo. Creo que tocar en una banda con puras mujeres puede ayudar a las chicas a aprender a tocar de forma más libre, con más confianza, incluso impulsadas por una química especial.

F: Ustedes son muy activas en cuanto a temas de sexismo y equidad de género. En días recientes, actrices como Jennifer Lawrence o Gwyneth Paltrow han denunciado que actores con los que han trabajado reciben un mejor pago o salario sólo por ser hombres. ¿Consideras que sucede algo similar en el mundo de la música?

J: Bueno, nosotras no tenemos un salario como ellos (risas) pero creo que esto es un problema universal, se da en todos lados, le ha sucedido a quien sea y que debe interesarnos a todos. Creo que nosotras hemos hablado de eso como músicas, que nos sentimos igual que quien sea. Creemos que esto se debe guardar en una caja, quitarse esa etiqueta de “banda de chicas”, esos sentimientos limitantes donde pienses que tu éxito depende de tu género, cuando en realidad es algo que depende de cada persona.

No sé muy bien cómo se dé esto en el mundo de la actuación, pero dado que es un problema que sucede en todos los niveles, es importante hablar de ello.

F: ¿Es difícil mezclar los temas políticos con la música? ¿Cómo lidian ustedes con eso en sus canciones?

J: Siento que hay una parte en nuestras vidas cuando las canciones se vuelven muy personales, cuando algo malo te pasa o te afecta, eso lo reflejas en la música. Hay otra etapa en la que una banda intenta mandar un mensaje a su público, de que se preocupa por el mundo. Mi banda favorita de cuando era adolescente, The Clash, era muy política, mucho más de lo que Sleater-Kinney ha podido llegar a ser, y aprendí mucho de ellos, de sus discursos. Y no es que ellos siempre tuvieran que tener la razón, sino que expresaban algo que les molestaba, y eso es algo muy importante.

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