Musicalmente hablando, Rusia es una región que no suele estar en el ojo del huracán e incluso a veces da la impresión de que las más grandes referencias que existen se resumen en Pussy Riot y Motorama. Sin embargo, cuando comienzan a clavarse un poco en sus terrenos se darán cuenta de que realmente existe una camada de jóvenes bastante dedicados que de algún modo u otro se las ingenian para darle vida a sus propias creaciones.
Yana Kedrina es una chica que desde su habitación comenzó a diseñar su propio mundo a base de sintetizadores y efectos vocales que en definitiva hacen que sus canciones se sientan como un viaje a través del cielo. Kedrina es mejor conocida como Kedr Livanskiy y en este #FILTERPresenta nos encargamos de explorar los tonos opacos y las adictivas emociones que se desprenden de su primer EP para que se den una idea de las maravillas que seguramente comenzarán a apoderarse de nuestra existencia en un futuro cercano.
Su sonido puede que no sea algo complejo o que venga a reinventar lo que se está haciendo dentro del mundo del synth-pop, pero igual resulta muy interesante escuchar cómo se da a la tarea de crear una mezcla de estilos que en ocasiones hace que se sienta como el resultado de lo que pasaría si pusiéramos a Aphex Twin y Grimes en una licuadora.
Kedr Livanskiy tiene una belleza muy particular que en sus primeros pasos parece que se está develando de forma muy tímida y discreta. Eso le da un mayor plus a los tonos sucios de los que se nutre su primer lanzamiento para 2MR, el sello operado por Mike Simonetti, ya que de la mano de los ecos vocales que existen en temas como «April», el EP adquiere un entrañable sentimiento que puede compararse directamente a la sensación que provoca morder un algodón de azúcar.
January Sun es el nombre de esta pequeña producción que desde que arrancó el año comenzó a colocarse dentro de los debuts más intrigantes que escucharemos en 2016. Y, de cierta manera, el título del EP vincula directamente la sensación del tímido sol de invierno con las nostálgicas ondas sonoras que se desprenden de «Razrushitelniy Krug (Destructive Cycle)».
Ya lo saben, queridos lectores, es momento de que comiencen a abrirle su corazón a Kedr Livanskiy, ya que cuando menos se lo esperen estará apareciendo en todos lados. De no ser así, bueno… pues al menos tendrán en su poder una hermosa reliquia musical para compartirla con sus amigos.
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