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NOTICIA

Reseña: ‘Oh No’ de Jessy Lanza

Oh No
Jessy Lanza
Hyperdub
82%

Por Ernesto Olvera / @Ernestime

Jessy Lanza tiene un estilo muy particular para canalizar sus miedos y convertirlos en canciones. Muchas veces da la sensación de que en ellas le está cantando a un amor imposible o a una persona que simplemente salió de su vida, pero la realidad es que hay ocasiones en donde ese amor es única y exclusivamente para el ambiente que la rodea, el cual poco a poco se va desmoronando en manos de la humanidad.

Pull My Hair Back, su álbum debut, fue una producción en donde la canadiense comenzó a jugar con sonidos electrónicos que poco a poco iban dejando al desnudo la belleza natural de sus cuerdas vocales dentro de los terrenos del R&B, con todo y que las tonalidades eléctricas iban adquiriendo una forma muchísimo más minimalista en canciones como en «Kathy Lee» y su pulsante «Keep Moving». Para su segundo material, Jessy Lanza decidió quitar esa parte etérea para enfocarse en crear un producto mucho más dinámico, dulce e hiperactivo.

Una muestra de ello es «VV Violence», ya que la canción va creciendo a través de capas que poco a poco elevan su potencia con un crudo beat que respalda la entrañable voz de Jessy Lanza. De algún modo podemos decir que Oh No es un álbum que juega con el escucha y que lo lleva de la mano por terrenos que exploran la parte más dulce de los clubes de los 80 y 90 como en «Never Enough», en la cual nos seduce con unos exquisitos arreglos de sintetizador que fueron muy bien maquillados en el estudio por Jeremy Greenspan de los Junior Boys.

El álbum no es nada complejo, es una de esas aventuras que se hicieron con el único fin de brindarnos una agradable experiencia por medio de sonidos elegantes que tienen la capacidad de hacernos bailar mientras nos roban un suspiro. Ahí tienen «I Talk BB», uno de los momentos más pasionales del disco y en el que Jessy Lanza expone sus emociones por completo al depositar en nuestros oídos una declaración de amor. Es como si nos encontráramos cara a cara con ella en una habitación, con luces tenúes y una tensión que eriza la piel.

La historia de «I Talk BB» se liga de lleno con el seductor ‘I just wanna impress you‘ y el repetitivo ‘say you love me‘ de «Going Somewhere», para después exhibir el notable crecimiento que ha tenido como productora después de estarse involucrando con mentes del colectivo Teklife como DJ Spinn. Este crecimiento y la notable madurez por la que ha ido atravesando se puede contemplar en la juguetona sección rítmica de «It Means I Love You», ya que por medio de brincoteos y armonías, su tono de voz va pasando por distintas facetas que moldean de un modo muy exquisito su dulzura.

Oh No tiene un impecable trabajo en la producción. Es fino, elegante y aunque tiene una cierta fragilidad que parece que en cualquier momento se terminará rompiendo, la realidad es que los arreglos instrumentales y su voz se encargan de mantener los volumenes en un mismo nivel, cosa que le favorece por completo a las fuertes emociones que se viven en «Begins» y las brillantes percusiones del track que le da nombre al álbum.

Jessy Lanza hizo un álbum impecable que es capaz de brillar por sus genuinas emociones. Oh No habla por sí solo, es una romántica odisea que sutilmente se va adhiriendo a nuestro pensamiento para que volteemos a ver lo que está a nuestro alrededor y hacernos responsables del daño que le estamos haciendo; ya sea a una persona o al mundo entero.

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