Por Francisco Camino
La banda de metal progresivo originaria de EEUU tocó completo en vivo su disco número 13 Astonishing. Este álbum conceptual marca un futuro dominado por las máquinas en un régimen totalitario.
Con un escenario muy sencillo donde destacaban unas pantallas de alta definición verticales fragmentadas, se apreciaban los aspectos visuales del apocalipsis tecnológico, donde la música de Dream Theater estaba perfectamente sincronizada con las imágenes.
El concierto dio inicio a las nueve de la noche con el primer acto de esta ópera rock.
De entrada es de llamar la atención que a nivel de pista había butacas numeradas, y es que desde el 30 de abril de 1998 no había un concierto de metal con butacas en la pista, pues Metallica y Pantera se presentaron en el Foro Sol y las bancas volaron generando un caos.
En el primer acto sonaron «Descent of the NOMACS», en las pantallas para continuar con «Dystopian Overture», «The Gift of Music», «The Answer,» «Three Days», en donde hubo una pequeña pausa musical para dar paso al video de » The Hovering Sojourn». Aquí un detalle a destacar es que el público se sentó en sus butacas para escuchar y ver en perfecto orden el espectáculo visual. La banda salió de nuevo para seguir con «Brother», «Can You Hear Me?», «A Life Left Behind», «Ravenskill» y finalizar el primer acto con «The Road to Revolution».
Otro gran detalle a destacar es la inmensa mayoría de la gente disfrutó del concierto como debe de ser y no a través de las pantallas de sus celulares.
Esta primera pausa duró 20 minutos antes del inicio del segundo acto. La gente permaneción expectante en sus lugares.
Ya en el segundo la banda dejó ver más sus influencias que van desde Pink Floyd y hasta Metallica con «2285 Entr’acte», «Moment of Betrayal», «Heaven’s Cove», «Begin Again», «Whispers on the Wind» y finalmente, «Astonishing».
Cada uno de los integrantes lo hicieron perfecto en cada uno de sus elementos; James LaBrie en las vocales, pero sin duda John Petrucci en la guitarra y Mike Mangini en una impresionante batería destacaron por su virtuosismo, John Myung junto Jordan Rudess en los teclados son un melódico soporte en toda la obra musical del Dream Theater.
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