Fotos por Oscar Villanueva
Garbage visitó la Ciudad de México por primera vez hace 21 años. Piensen en ese número. Dos décadas, 4 lustros, un chorro de años. Shirley Manson comentó que ese concierto en el Teatro Metropolitan fue el primero que realizaron de forma “profesional”; desde entonces han continuado visitándonos (aunque les de flojera a algunos) con cierta regularidad. La banda ha desarrollado una gran relación con el público mexicano y se notó ayer aún con la Arena a la mitad de su capacidad y la triste ausencia de Butch Vig (su lugar lo ocupó Eric Gardner). Desde el combo tempranero de “I Think I’m Paranoid”-“Stupid Girl”, prácticamente ya se habían embolsado a todos, lo que les permitió dispersar las canciones de su nuevo disco –Strange Little Birds– a lo largo del concierto, tanto es su confianza que incluso usaron dos canciones de èste para el encore (“Sometimes” y “Empty”).
Shirley también mencionó que ni ella ni los integrantes americanos de su crew compartían las opiniones de Donald Trump, y que junto con ellos había millones que tampoco compartían esa opinión, que Mexico era un lugar de gente trabajadora que siempre los había sorprendido,que siempre le gustaría hablar más español para sus visitas pero nunca aprendía, le dio las gracias a Eric por su gran trabajo y luego lo despidió ahí mismo, pero todos sabían que era broma. Aunque las canciones nuevas brillaron por lo dinámicas que sonaban, quizá la falta de Butch hizo que algunos de los sencillos de discos anteriores tuvieran otro arreglo a los que a veces se sentía que les faltaba cierto punch, como en el caso de “Number 1 Crush”. La gran faltante de la noche fue “Milk”, pero en cambio tocaron “The Trick Is To Keep Breathing”, una joyita de su segundo disco.
Garbage no defrauda y a todos los que asistieron para verlos una vez más, esos 21 años son 21 años de visitas y recuerdos ligados a esa banda; a los que fueron por primera vez, anoche comenzó su cuenta.