Por Ernesto Olvera
Fotos Fresale / Óscar Villanueva
Las noches del PLAY 1 y 2 en el Casino Metropolitano fueron tan solo un pequeño teaser de las experiencias audiovisuales que estaríamos atestiguando en el Foto Museo Cuatro Caminos, ya que como cada año, MUTEK MX suele tomar sus instalaciones para intervenirlas con escenarios alucinantes donde la mente termina siendo sometida en un abismo de baile y camaradería.
Las noches del FMCC son literalmente una fiesta, ya que a lo largo de sus tres salas se pueden encontrar con propuestas musicales que van de lo experimental a lo más potente y denso de la electrónica contemporánea, sin salirse de la vena natural del techno que fue diseñado desde hace más de 30 años.
El viernes le caímos desde temprano al FMCC 1 para ver a la dupla Damaja Rainbow en acción, la cual con una serie de secuencias electrónicas que se sentían como navajas en el cuerpo, se encargaron de cortar el listón en la Sala B, mientras que en la terraza del lugar y con una ventisca de frío que calaba directamente en los huesos, pudimos contemplar los escapes sonoros y envolventes de Klara Lewis; una de los nombres más interesantes de esta edición de MUTEK MX ya que a inicios de año publicó su más reciente álbum con Editions Mego bajo el nombre de Too, sin mencionar que lleva la sangre de Graham Lewis de Wire.
Aunque el inicio ya se veía prometedor, estaba de más pensar que la noche sería algo simplemente memorable, ya que para sorpresa de muchos en la Sala B hizo acto de presencia Holly Herndon en un horario bastante tempranero. Pero se entiende, en el FMCC tenía que existir un balance donde la gente se diera cita desde temprano para presenciar uno de los actos más abrumadores del festival y que en años recientes se ha hecho de una notable reputación, no solo en el mundo de la música electrónica, sino también en el uso de las nuevas tecnologías para crear productos que van más allá de lo cotidiano.
Su presentación arrancó de lleno con «Interference», una canción que poco a poco nos va sumergiendo en su vibrante estructura para darle seguimiento a los ideales con los que presentó su aclamado Platform el año pasado.
Acompañada de su frecuente colaborador, Mat Dryhurst, Holly Herndon interactuaba directamente con la audiencia por medio de la pantalla que estaba detrás de ella, en donde aprovechaban para enviar mensajes a su camarada que no pudo estar en su presentación, así como múltiples <3 entre canciones para agradecer la reacción de cada una de las personas que le cayeron a ver exclusivamente a Holly Herndon.
Además de ejecutar tracks como «Chorus» (la cual se la dedicaron a Jlin para que bailara a un costado del escenario), «Breathe» y «Movement», la dupla aprovechó para revelar que éste era su último show y que ya tiene listo un nuevo álbum para ser publicado el próximo año, con el cual prometieron que estarán regresando a la ciudad.
Además de la parte musical que tomó cada uno de los escenarios del festival, a lo largo de las instalaciones podíamos encontrar distintas actividades donde podían estimular su pensamiento e interactuar directamente con algunos de los más grandes protagonistas de esta edición, como el caso de Hiroaki Umeda, así como la sección VR y la presencia de Discos Mono con una fina selección de vinilos para escucharlos en su momento de recuperación al día siguiente.
Pero la noche aún era joven y aunque Holly Herndon nos dejó completamente extasiados, todavía faltaba ver lo que se traía IMAABS entre manos, quien en algún momento de su set se dio el lujo de remezclar a Björk. Por otro lado, una de las colaboraciones especiales que aparecieron en el escenario principal del FMCC 1, fue la de Shitsuyume (Missing Human y Un Rêve) con una estética fiel a la cultura del k-pop y lo kawaii, solo que con vibraciones electrónicas que chocaban una y otra vez en los oídos.
En la Sala C del FMCC existía un confort que contagiaba de forma natural. Ese confort era principalmente por la comodidad que había justo a los costados del escenario y con toda la razón, ya que los proyectos que desfilaron en la sala estaban enfocados a la experimentación y la creación de escapes sonoros para viajar sin despegarnos de nuestro lugar (independientemente de los que se quedaron dormidos a las 2 am).
Uno de los momentos más hermosos de dicha sala, fue cuando Jan Jelinek y Masayoshi Fujita hicieron de las suyas por medio de un equipo modular, sin mencionar el show de Murcof luego de haber presentado una íntima colaboración con Intorno Labs en la Universidad de la Comunicación.
Si bien en la Sala C había confort y comodidad, las cosas fueron completamente opuestas en la Sala B cuando apareció Rabit, uno de los productores más densos que existen en la actualidad y que constantemente está jugando con las artes del noise y los drones en compañía de colectivos como Ascetic House y PAN.
Teniendo eso en mente, era natural que su set empezara con una serie de gritos y ruidos que carcomían la piel, cosa que muchas de las personas no lograron digerir con facilidad hasta que comenzó a soltar beats y pulsaciones electrónicas que evocaban la esencia del hip-hop y el grime.
Ahora que si hablamos de grime, Jlin se pinta sola para eso. La productora no solamente soltaba trancazo tras trancazo mientras sonreía una y otra vez, sino que literalmente tenía la actitud suficiente para hacer que las personas que estaban frente a ella tuvieran la capacidad de sacar sus mejores movimientos sin temor a nada.
En definitiva, éste fue uno de los mayores highlights de las dos noches del FMCC.
Si fueron de los héroes que se quedaron de pie hasta las 3:45 am, entonces podrán contarle a sus hijos que vivieron en carne propia una de las experiencias más viajadas e incomparables de la 13° de MUTEK MX. Obviamente estamos hablando de The Field, quien con pulsaciones análogas y secciones rítmicas que cambiaban todo el tiempo en compañía de las hermosas luces de la Sala A, fue el protagonista del momento clave del FMCC 1.
Y aunque de nueva cuenta existió un percance por la vibración que hay en el lugar (se safo una lámpara), afortunadamente las cosas no pasaron a mayores y el show pudo continuar. Quizá dentro de todo lo ocurrido esta noche, ese es uno de los aspectos que necesita mejorar el festival para el próximo año, ya que si pasó en 2015 y ahora en 2016, no hay excusa alguna para que este tipo de incidentes se repitan en el futuro, y mucho menos cuando tienen un nivel de producción de alta calidad y alineaciones de lujo.