Por Vania Castaños
Pocas veces he estado un show en el que todos, absolutamente todos estén sonriendo. Parecía como si Mad Professor tuviera el control de todos nuestros movimientos y así, en libertad, no nos quedaba de otra más que dejarnos llevar. Ahora, casi 4 años después de aquella presentación del guaynes en el Vive Latino, escucho su música, recuerdo y me río instantáneamente. No puedo imaginar lo que va a ser volver a verlo en Bahidorá.
Le platiqué mi experiencia a Neil Stephen Fraser, a.k.a Mad Professor, le dije que estaba muy emocionada de verlo otra vez; todavía no terminaba mi comentario cuando él me interrumpió: Oh…el Vive Latino, si, si, fue un gran show. La gente, los mexicanos, dan un calor muy intenso. Recuerdo que cuando volteaba y el humo se bajaba, todos estaban bailando, para mi fue también muy especial.
No sé ustedes, pero yo soy fan de Mad Professor desde que afloró mi lado alternativo y encontré cierto gusto por las sustancias no tan legales. El señor es toda una institución en el dub, que es algo así como el lado más electroso y moderno del reggae. En éste, la tecnología ha sido vital, aunque Neil me contó que no todo aparato que hace ruido funciona.
“Para hacer música debes conocer el instrumento y saber qué es lo que éste puede hacer, después de tal conocimiento tienes que tener talento para mezclarlo. Digo, no es nada más como que tengo un aparato que hace como un perro y lo pongo en tal canción y ya… creo que eso está confundiendo bastante a las nuevas generaciones”.
Mientras Mad me platicaba esto, lo imaginaba explicándome todo como cual maestro, con amabilidad y paciencia. Y es que, al contrario de lo que pude pensar, Neil es un tipo bastante amable y parlanchin. Me contó que el cambio de lo análogo a lo digital no fue cosa fácil pero con trabajo lo ha sabido manipular.
“Es como tener un coche y saberlo manejar… parece entonces que todo está bien pero hay reglas que tienes que seguir para que todo funcione y a esas reglas son a las que todos los músicos tendríamos que adaptarnos para sobrevivir”.
– ¿Reglas, reglas? ¿Como reglas universales en la música o algo así?
– No, no, reglas de cómo funcionan los electrónicos. Cosas de voltaje, de amplitud, pero también de ritmos y ecualizadores. Realmente toda esta situación de los sintetizadores no nos ha facilitado la vida como muchos creen.
Y claro, lo que Fraser me estaba platicando tenía todo el sentido del mundo. Creemos que mezclar sonidos en una tornamesa es muy fácil pero sus casi 35 años de carrera y sus miles de shows con energía inagotable y contagiosa lo respaldan.
Entonces le pregunté qué pensaba de todas esas bandas millennials que estaban 100% casadas con los sintetizadores:
-Bueno, está bien… ese es el futuro.
-Pero y entonces… ¿Crees que la música con instrumentos tradicionales -guitarra, batería, bajo- va a desaparecer? – tiiii, tiiii, tiii, tiiii. (se cortó la llamada).
Así, igual que ustedes me quedé esperando la respuesta de Mad acerca del futuro del rock y esos géneros que, nos guste o no, cada vez están más sintetizados.
La llamada con Neil no pudo ser reconectada; así que no nos queda más que esperar al Bahidorá y encontrárnoslo en Las Estacas para escuchar su opinión acerca de los casi extintos ritmos tradicionales.