Giorgio Moroder: El genio detrás de la magia del disco y los 80

Los ideales bajo los que se construye un imperio siempre suelen tener un impacto más allá de los terrenos en los que fue cimentado. Pero en el caso del imperio que estableció Giorgio Moroder desde su natal Italia, terminó conquistando cada rincón del mundo de forma subliminal y en un estado donde su nombre se escondió detrás de los más grandes clásicos que fueron concebidos durante la década de los 70 y 80.

Digamos que fue como un fantasma que con su manto se metió en cada una de las mentes que iban pasando por una disco o al salir de una sala de cine, ya que su trabajo como productor no solamente se limitó al simple hecho de pulir las vocales de un artista y fortalecer la producción de las canciones, sino que sus habilidades fueron más allá de eso luego de diseñar un estilo con el que le dio vida propia al llamado italo disco.

Quizá nació del electro, del funk o de uno de esos hermosos licuados que se preparaban en los 80 con el nacimiento de las nuevas tecnologías, pero Giorgio Moroder tuvo la visión suficiente para consolidar a artistas que ya brillaban por sí solas como Donna Summer.

Yup, yup, no pueden negar que cuando suena «I Feel Love» sienten un escalofrío en el cuerpo que los incita a perderse en la pista de baile, y más cuando canciones que aparecieron en el score de Top Gun hacen acto de presencia en un álbum de greatest hits ochenteros. Porque eso fue lo que logró hacer con su imperio desde el estudio. Giorgio se convirtió en sinónimo de elegancia, excelencia y, principalmente, en una máquina de hits.

¿Por qué? Pues «Take My Breathe Away» también fue otro de los trabajos en los que se vio involucrado y aunque es un poco difícil ubicar a Berlin por otra canción, eso no le quita que esta pieza sea una de las más hermosas que aparecieron en los 80. Además, el mismo Giorgio ha mencionado que esta es la canción de la que se siente más orgulloso.

Pero no crean que solamente estuvo codeándose con artistas pop, sino que al haber construido los Musicland Studios, también estuvo trabajando discretamente con bandas de la talla de Blondie que, luego de haber escuchado que su tendencia punk tenía un estilo muy particular que se podía adaptar al sentimiento de fiesta de su italo disco, decidió trabajar con ellos para producir uno de sus cortes más memorables: «Call Me».

Si le dan la suficiente atención a las tres canciones anteriores, podrán notar que en ellas existe un patrón muy importante con el que pueden fundirse en un solo elemento, independientemente de las ramas en las que se desempeñaba cada artista. Todos tienen derecho a fiestear, y esa fórmula fue la ambición de Giorgio Moroder desde que empezó a producir sus propias piezas instrumentales y que hoy por hoy forman parte fundamental del espíritu natural de la música electrónica.

Quizá es un poco extraño verlo en la actualidad dando DJ sets alrededor del mundo, pero luego de aventarse un enorme hiatus y de anunciar su regreso dentro del Random Access Memories de Daft Punk, al final no nos queda de otra más que sucumbir a su festín de clásicos cuando se sube a un escenario.

Es el tío Giorgio Moroder, es una mente que a sus años sigue teniendo el mismo carisma con el que comenzó a experimentar con sonidos que nos decían lo que estaba sucediendo en su corazón en ese mismo momento. Una muestra de ello, es el álbum que lanzó en 2015 con el título de Dejá Vu; era un testamento con el que traía sus ideales del pasado al presente y por ende encontramos colaboraciones con Charli XCX, Sia, su querida Kylie Minogue y hasta la misma Britney Spears.

Naturalmente es un hombre multifacético, así que no habrá una mejor manera para regresar al Pabellón Cuervo que con el DJ set que presentará en compañía de NSM PSM. Solo vean un poco de lo que trae: