You’re Welcome
Wavves
Ghost Ramp
80%
Por Francisco Reyes / @warsawx
Para la mayoría de las bandas, llegar a tu sexto álbum viene acompañado de un estancamiento musical y un agonizante suspiro, sin embargo, Wavves acaba de aplicarse una inyección de vida con su nueva producción; el número seis en su carrera.
No es un secreto que desde que la banda liderada por Nathan Williams se volvió parte de una gran disquera, Warner Bros. Records, sus lanzamientos comenzaron a volverse un tanto planos y faltos de la rebeldía que caracterizaron sus primeros tres álbumes. Las melodías pop parecían haberse apoderado por completo de la banda. Pero, ahora que Wavves abandonó su disquera y regresó a ser totalmente independiente, la situación es diferente.
En You’re Welcome encontramos lo mejor de los dos mundos de la banda fusionados; melodías pop y coros pegajosos llenos de rebeldía y honestidad que tanto amábamos en los primeros lanzamientos de Wavves, los cuales se sentían como una bocanada de aire fresco en el punk pop. Un ejemplo claro de esta fusión es el tema «Daisy», el cual da inicio al álbum, con su guitarra pegajosa que de inmediato nos remite a un ambiente de fiesta en la playa.
Esta sensación continúa a lo largo de todo el álbum con temas divertidos y ligeros como «No Shade», «Animal», «Exercise» o «You’re Welcome», los cuales brillan por su simpleza y honestidad, buscando que pases un buen rato y olvides tus problemas, mientras que en el momento más brillante del álbum, el tema «Million Enemies» busca atraparte con su coro en extremo pegajoso, el cual aseguro que no podrás despegarte de la cabeza después de la primer escucha.
You’re Welcome cierra con un par de momentos muy emotivos con los temas «Dreams of Grandeur» y I Love You; una balada al más puro estilo del rock de los 50, terminando de una manera muy fina uno de los álbumes más honestos del año.
No existe excusa para no darle una oportunidad a este álbum, ya que en palabras del propio Nathan Williams, “si no puedes pagar por el álbum, róbatelo”, porque aquí lo único que importa es recordar la esencia de la música: divertirse.
