Fotos Fresale
Por TARS
Anoche, en un nublado y tranquilo domingo en la CDMX, tuvo lugar un suceso que, si bien no afectó en nada a la ciudad, fue de suma importancia para un servidor. Me refiero al concierto de Mogwai que tuvo lugar en El Plaza Condesa.
No vengo a traerles la típica reseña que habla de lo “sublime” o “fantástico” que estuvo el show, más bien quisiera compartirles la historia y lo que significó para mí ver a Mogwai por primera vez.
Ya sé que es como la séptima vez que vienen al país, pero debo aclarar que no pude realizar mi sueño de ver a los escoceses hasta apenas ayer, un sueño que estuvo frustrado en los 10 años que llevo de conocerlos, y siempre por causas de fuerza mayor o simplemente económicas. Había leído en reseñas y comentarios de Facebook que un concierto de Mogwai es en extremo ruidoso y potente, cosa que hacía crecer las ganas de verlos algún día, y para mi sorpresa no fue tan ruidoso como esperaba, aunque sí con mucha potencia. A decir verdad, disfruté mucho el concierto, y me hizo entender la importancia de Mogwai en la historia del Post Rock, demostrando una absoluta sabiduría y gran experiencia en el género sobre el escenario, teniendo ya un dominio sobre sus fans por más de dos décadas.
Para mí fue justamente en Mayo de hace 10 años cuando los escuché por primera vez, cuando se presentaron en el Pabellón de Alta Tecnología, y fue mi curiosidad de conocerlos porque Austin TV, la que era mi banda favorita en ése entonces, era la banda invitada. Estaba en la ‘secu’, y era un total profano del Post Rock, por lo tanto compré un MP3 de Mogwai (cuando estaban de moda los MP3) en un puesto de discos “de culto” que se ponía en el tianguis de donde vivía en ese entonces. Esa misma noche lo escuché en mi Discman antes de dormir (algo que era como un ritual para mí), y comencé por el Come on die young, esto porque me llamó la atención el nombre de álbum; fue un amor y apego inmediato lo que sentí al escucharlo. En ese momento descubrí el Post Rock, con Mogwai, y supe que había encontrado algo que me llenaría como puberto melómano. Tristemente la banda no tocó ninguna canción de este álbum, ni siquiera “Cody”, mi favorita, aunque me puedo conformar con la interpretación de esta canción por parte de Deafheaven hace casi un año, sobre el mismo escenario.
Mi curiosidad por esta banda fue aumentando cuanto más me adentraba a su música, encontrando muchas referencias a Satanás o el Demonio, pero sin ser una banda siniestra. “Mogwai” en sí significa “Bestia Maligna” o “Demonio” en cantonés, siendo también la raza de las criaturitas que vemos en la película Gremlins, y bien la banda podría ser la representación del Diablo en el Post Rock por ser de los pioneros en un estilo más oscuro, ruidoso y denso, aunque también mostrando un lado gentil y armónico. Con todo esto fue que esperaba un show que me mostrara un “infierno” con estridencia y destrucción, pero al final fue algo distinto de eso porque no consideré un factor muy importante; esa bestia ya está envejeciendo.
“Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo…”
A mi punto de vista, la banda más bien es ahora un Demonio maduro, con canas y más tranquilo. Su ferocidad no ha cambiado, eso sí, pero ahora sólo la expone para recordarnos el caos que hizo en su juventud. Hablamos de una banda que no necesita de visuales o una escenografía, su sola presencia es indómita y poderosa. Saben como entusiasmar a sus fans, saben como sorprendernos y tocar nuestras almas. En cuanto el demonio pisa el escenario se centra la atención en él, todos callan para escuchar la cátedra que va a dar para demostrarnos lo que verdaderamente es Post Rock, como diciendo “-Con permiso, que ahí les voy…”.
Los 5 escoceces crean sobre el escenario una perfecta mezcla de experiencia y energía; por parte de Barry Burns, Stuart Braithwaite y Dominic Aitchison, quienes tienen una gran experiencia y renombre en la escena musical británica por ser partícipes y miembros de bandas como Minor Victories (Stuart), Arab Strap (Barry) y Crippled Black Phoenix (Dominic), siendo ellos la parte sabia de la banda, mientras que los jóvenes Alex Mackay y Cat Myers, quienes han acompañado y apoyado la banda en sus últimos tours, mantienen la fuerza, demostrando gran energía y respeto a la legendaria banda de la que son parte. Mackay, de hecho, sorprendió y se llevó los aplausos y ovaciones con la destreza que impartió en la guitarra, sobretodo en “Remurdered”, canción en la cual añadió un fulminante solo de guitarra que encaja a la perfección, dándole una catarsis adicional. Por la parte de Myers pudimos observar una sorprendente agilidad y potencia en la batería, lo cual contrarresta su apariencia delicada. Personalmente, fue ella la que más me gustó sobre el escenario de los 5 músicos; en cada canción no dejó de mostrar astucia, precisión y mucha fuerza al momento de usar las baquetas, demostrando que, a pesar de algunos errores o destiempos menores que se hicieron notar, puede ejecutar sin problema cualquier composición de Martin Bulloch, el baterista original de Mogwai.
Describir el ambiente del concierto es complejo; tuvimos momentos de suma calma e introspección con clásicos como “Take me somewhere nice”, canción que nos arrebató lágrimas en una sinergia general entre la banda y los asistentes, así como también con la nueva faceta que ha adoptado la banda más electrónica, como en “Don’t believe the fife”, canción que en un principio hizo decrecer la euforia de los fans, pero que remontó e hizo estremecernos para demostrarnos que esta bestia aún tiene garras. También la bestia escocesa demostró que tiene ritmo y carisma para ponernos a bailar, como ocurrió con la pieza ya mencionada de “Remurdered” o la más reciente “Party in the dark”, aunque hay algunos conservadores que mostraron más entusiasmo cuando se escuchaba el inicio de poderosos temas que inmortalizaron a la banda como “Killing all the flies”, “Rano Pano”, siendo temas que retumbaron en por todo el recinto.
Los escalofríos que me enchinaron la piel al escuchar “I’m Jim Morrison, I’m dead” fueron algo que jamás podré olvidar; una pieza perfecta que en vivo ocasiona un éxtasis mayor que en su versión de estudio, siendo también una de mis canciones favoritas de la banda. Un momento bastante emotivo, hermoso y estruendoso fue cuando la bestia nos relató su mítica historia de cuando se enfrentó a Satanás y lo venció; “Mogwai fear Satan”, canción que tiene más de 20 años y que nos cuenta la leyenda de cómo una joven bestia pudo atemorizar al mismísimo regidor del inframundo y salir victoriosa para contarlo. Fue sumamente emocionante escuchar esta vieja historia instrumental que se fusionó con el reciente poderío de “Old Poisons”, lo cual nos hizo creer que el show terminaría, pero no fue así; queríamos más.
Tras unos minutos de ausencia sobre el escenario, con gritos y aplausos invocamos al demonio de Glasgow una vez más para pedirle que nos siguiera cautivando con sus viejas anécdotas, y fue así como resurgió la bestia para hacer vibrar cada partícula de los asistentes con una entrañable canción que probablemente fue la más explosiva del setlist; “Helicon 1”, canción de su primer álbum de 1997, Ten rapid, pero en su versión rearmada y extendida bajo el título de “New paths to Helicon (pt. I)”, lanzada como parte de las sesiones del Goverment Commisions en el 2005, y finalizando su presentación con “We’re no here”, que es parte de su icónico álbum Mr. Beast, con el cual se vinieron a presentar por primera vez a México hace 12 años en el extinto Foro Nafinsa.
Con un amplio panorama de emociones y sentimientos, la bestia se despidió ahora sí de una manera formal y honorífica de sus fans mexicanos, que cada vez que vienen se aumentan más y muestran más respeto. Sin duda presenciamos un show que muestra como la sabiduría, profesionalismo y experiencia valen más que un espectáculo lleno de visuales o pirotecnia, algo que pocas bandas logran transmitir, incluyendo la facultad de transmitir el caos y destrucción de una manera elegante y formal.
Ante este hecho quedo contento y satisfecho de cumplir mi sueño de conocer a la banda que me abriría los ojos a un nuevo mundo musical hace 10 años. Valió la pena la espera, y ojalá esa sabiduría que tienen los escoceses los siga impulsando a dar todo lo que la bestia tiene guardado aún, pero sin forzarla. No sabemos por cuánto tiempo más tendremos a Mogwai sobre los escenarios, ni tampoco sabemos si van a regresar a nuestro país, pero sin importar las veces que hayan venido ya nos seguiremos entusiasmando cada vez que la bestia nos visite. Ojalá en un futuro nos vuelvan a visitar, y sería increíble que siga esa combinación de sabiduría y fuerza entre los originales y nuevos miembros. En lo personal me gustaría que la banda retome otras historias que ya no le hemos escuchado o que son infravaloradas como “Superheroes of BMX”, “Tracy” o “I know you are but what am I?” para ampliar ese panorama. El catalogo de emociones que tienen es extenso.
Con mucha admiración y añoranza estaré esperando a que el demonio escocés vuelva a manifestarse ante nosotros.
Para ultimar quiero agradecer a aquellos que vinieron hasta aquí a leer la experiencia de mi primera vez con Mogwai, tanto a aquellos que se han identificado conmigo, como también a aquellos que difieren de mis palabras, pero sobretodo quiero agradecer a Filter México por brindarme esta experiencia que jamás olvidaré y estoy honrado de compartirles. Gracias infinitas
Setlist
Hunted by a Freak
Crossing the Road Material
Party in the Dark
Take Me Somewhere Nice
I’m Jim Morrison, I’m Dead
Coolverine
Rano Pano
Killing All the Flies
Don’t Believe the Fife
Remurdered
Mogwai Fear Satan
Old Poisons
—————————————New Paths to Helicon, Pt. 1
We’re No Here