Por Ernesto Olvera / @MyBlogCliche
Fotos @Fresale
Durante mucho tiempo estuvimos esperando por un concierto de Gorillaz en la Ciudad de México y este año no solo tuvimos uno, sino que fueron dos. Uno de ellos será recordado como uno de los mejores momentos en la historia del Vive Latino y en sí, del enorme historial que tenemos en el ámbito de los festivales en México.
El segundo de ellos se llevó a cabo en un entorno completamente diferente. La emoción, los sentimientos, el montaje escénico y la lista de canciones cambió; algo parecía que se estaba disipando conforme avanzaba su presentación en el Palacio de los Deportes, ya que si bien era un hecho que con este concierto estaría llegando a su fin la gira de The Now Now, había una incertidumbre muy particular tanto en el escenario como en la actitud de los asistentes.
Esto se debe principalmente al no saber qué pasará con el mundo de Gorillaz: ¿Este fue el último concierto de su historia? ¿Realmente solo se trata de una pausa como la que vino luego de Plastic Beach? No lo sabemos y a ciencia cierta, con una mente como la de Damon Albarn nunca tenemos nada asegurado debido a que está en constante movimiento para satisfacer sus deseos como músico y compositor.
Su concierto en el Palacio estuvo lleno de nostalgia; una nostalgia con la que podíamos bailar y eliminar los pensamientos más ácidos que pasarán por nuestra mente al tratar de descifrar el futuro de la banda. Llegaba un momento donde todo lo que pasaba tanto dentro como afuera del lugar, se reducía a la incomparable sonrisa de Damon Albarn que aún en los instantes más conmovedores de su presentación se negaba a desaparecer.

Si bien en sus últimos conciertos incluían cerca de 30 canciones en su setlist como en el Demon Dayz Festival (donde hasta versionaron a Blur), en esta ocasión el set consistió en 27 temas que nos dieron un paseo a través de su discografía, haciendo un énfasis muy especial en The Now Now. En este sentido y siendo completamente honestos, las canciones del álbum están lejos de ser las mejores que ha presentado Damon con cualquiera de sus proyectos y aunque una gran parte de la audiencia se las sabía de memoria, debemos reconocer que fueron los ratos más flojos de la presentación de Gorillaz.
Aún con ese segmento de canciones de su última producción, la emoción de tener enfrente a un conjunto de músicos cuyas habilidades son ridículamente impresionantes nunca dejó de incitarnos a corear y bailar clásicos como «Last Living Soul», «Rhinestone Eyes» y «Tomorrow Comes Today». Por otro lado, conforme nos acercábamos a la parte central de su presentación fueron apareciendo los primeros invitados de la noche, comenzando por De La Soul en «Superfast Jellyfish», canción que dio pie a un bloque donde era inevitable no sentir cómo se enchinaba la piel y se iban acumulando un par de gotas en los ojos producto de “On Melancholy Hill” y “El Manana”; en esta segunda, al ver las imágenes de Noodle escapando de la tragedia durante el Plastic Beach, daba la impresión de que esta aventura llamada Gorillaz realmente estaba en agonía y cada uno de nosotros estaba siendo testigo de un momento que quedaría archivado en la historia y no solo de nuestro país, sino de la carrera de uno de los músicos más importantes que han aparecido en lo últimos 30 años.
Sabemos que es muy común que las bandas suelan decir que aman a México o que somos la mejor audiencia del mundo, pero en el caso de Damon Albarn estamos hablando de una relación muy diferente a la que se puede apreciar en otros artistas. ¿Por qué? El amor que siente por el país no es uno que se pueda considerar como cliché, ya que desde siempre se ha sentido muy atraído por las costumbres locales, la cultura, la música y la pasión que llevan las personas en la sangre, misma que ha recibido en sus múltiples visitas a México tanto en solitario como con Blur y Gorillaz.
No por algo decidió elegir nuestro país para dar por concluida una gira mundial de dos largos años que no solo se enfocó en un recorrido por su trayectoria, sino que en este proceso su universo se fue reinventando de un modo muy impresionante con ayuda de Jamie Hewlett. Ya saben, el montar dos historias en Humanz y The Now Now no es algo que se dé con tanta facilidad; si bien no son discos perfectos o que nos hayan arrancado el corazón como los anteriores, si sirvieron como pretexto para ver los abrumadores alcances creativos que tiene la banda.

Peven Everett, Jamie Principie y Bootie Brown fueron otros de los invitados especiales que complementaron temas como «Strobelite», «Dirty Harry» y «Stylo», con lo que prepararon muy bien el terreno para dar paso a la icónica participación de De La Soul en «Feel Good Inc», donde al terminar Damon hizo una breve pausa para decir que: «Ellos son Gorillaz».
Aunque fue un concierto de despedida, es una despedida llena de incertidumbre; de preguntas y de teorías que flotarán en el aire durante los próximos 2, 5, 8 o 10 años. Pero entre que sí fue la última noche de Gorillaz o no, no nos queda de otra más que atesorar los momentos que nos entregaron en este año que poco a poco llega a su fin, ya que son momentos que difícilmente se volverán a repetir y es ahí donde uno comienza a valorar con el corazón la entrega y la delicadeza que tienen tanto las personas de carne y hueso detrás del proyecto, como esos entrañables personajes que nunca saldrán de nuestra memoria. Es por eso que la aparición que tuvo Jamie Hewlett sobre el escenario le puso una fuerte dosis de melancolía a los momentos finales del concierto con «»Clint Eastwood», «Don’t Get Lost In Heaven» y «Demon Days»; el momento donde Damon agradeció a cada persona que hizo posible el nacimiento de la banda y que los ha venido siguiendo de cerca durante esta aventura que comenzó a trabajarse desde hace 2 décadas.
Amixs, esta odisea audiovisual que perdurara para siempre y que logró colarse de lleno en nuestro corazón con sus virtudes e imperfecciones se llama Gorillaz. Sin embargo, es tiempo de dejarla ir y de prepararnos para admirar la siguiente travesía que está afinando Damon Albarn con el regreso de The Good The Bad And The Queen.
Setlist
M1 A1
Tranz
Last Living Souls
Rhinestone Eyes
Tomorrow Comes Today
Every Planet We Reach Is Dead
Magic City
19-2000
Humility
Superfast Jellyfish
On Melancholy Hill
El Mañana
Fire Flies
Strobelite
Andromeda
Hollywood
Stylo
Dirty Harry
Feel Good Inc.
Souk Eye
Plastic Beach————————————-
Lake Zurich
Latin Simone (¿Qué Pasa Contigo?)
Kids With Guns
Clint Eastwood
Don’t Get Lost in Heaven
Demon Days





