Por Francisco Reyes / @warsawx
Fotos Sven Marquardt
Con más de 20 años en la industria musical y más de 100 lanzamientos que abarcan géneros como el noise, industrial, techno, black metal y ambient, Dominick Fernow se ha establecido como una de las figuras más importantes dentro de la música experimental.
Prurient, Rainforest Spiritual Enslavement, Vatican Shadow, Exploring Jezebel y Christian Cosmos, son solo algunos de los muchos proyectos bajo los que este prolífico artista ofrece su mirada del mundo con sonidos oscuros y muy desgarradores. Además, se encuentra al mando de la disquera Hospital Productions, uno de los sellos independientes más respetados, especializado en música experimental, metal y techno.
MUTEK MX, en su edición de 15 aniversario, nos ofreció la oportunidad de verlo en México con dos de sus proyectos más celebrados: Prurient y Rainforest Spiritual Enslavement. Actos muy distintos entre sí, con los cuales aseguro que te llevarás experiencias catárticas.
De manera sorpresiva, un día antes de sus actuaciones en el festival, Dominick se presentó en otro evento con su proyecto Vatican Shadow, como parte de un showcase de Hospital Productions en colaboración con Difusor, que tuvo como objetivo recaudar fondos para ayudar a las víctimas del terremoto en México del 19 de septiembre del 2017.
Tuve la oportunidad de platicar con él sobre lo que rodea a sus presentaciones en México, su punto de vista en la industria musical y la procedencia de su visceral arte.
Francisco: Han habido muchos cambios en la industria musical desde que fundaste Hospital Productions, especialmente con la aparición de las plataformas de streaming. Ahora que es mucho más sencillo encontrar música de cualquier parte del mundo, ¿crees que todavía es posible hablar de una cultura “underground”?
Dominick: Sí, sí lo creo. Por supuesto que tienes razón en que el mundo de la música ha cambiado de una manera irreversible junto con el resto de cosas, pero creo que ahora yo definiría al “underground” como una participación forzosa, sin importar el talento, incluso si eres pésimo en lo que haces. Si te haces presente, ofreces un esfuerzo en realizar algo en persona y participar en alguna especie de actividad, eso, para mí, es lo que el “underground” significa ahora.
En los 90 era un verdadero reto conectar con la gente, encontrar a alguien con un espíritu, ideología o interés musical similar, pero lo bueno de esas barreras que rodeaban la participación y experiencia musical, es que filtraba a los participantes pasivos, ya que solamente había gente activa y tenías que luchar y trabajar para participar de alguna manera. Debido a ese compromiso, no era solo un frustrante ejercicio excesivo, sino que se trataba de formar una experiencia, siendo un ritual de paso y una travesía. Había obstáculos por todo el camino, pero si sobrevivías, al final de esa travesía eras recompensado con conocimiento. El “underground” significaba conocimiento. Significaba que eras pare de algo que se encontraba escondido para la mayoría de la gente.

F: Una parte importante del movimiento underground de hace 20 años, cuando iniciaste Hospital Productions, eran los lanzamientos físicos de álbumes y sencillos. Ahora, después de dos décadas, ¿por qué es importante para ti continuar lanzando música en formatos físicos?
D: Yo pienso que es simbólico, en la mayor parte. No producimos mucho en términos de cantidad y no hay mucho que ganar financieramente, pero creo que vale la pena de manera simbólica y que es una tarjeta de presentación. Si todavía inviertes el tiempo y energía en crear un buen producto, (y sí, es un producto; nos engañamos a nosotros mismos si decimos que no lo es), creo que a algunas personas todavía podría importarles.
Así que, de alguna manera, es bueno porque el estándar de producción se ha incrementado con respecto a los 80 y 90, aunque algo que está dañando la escena de noise e industrial, es la obsesión con la conveniencia. Esto es una versión de Amazon del “underground”, en la cual todo tiene que encajar perfectamente en tu estante y no debería existir nada extra que cueste más, ya que todo producto debería reducirse a su versión más mínima y barata. Eso es algo contra lo que se debería luchar a cualquier costo. Es un verdadero cáncer en la ideología de la participación y actúa de manera contraria a todo lo que la música independiente y el arte deberían representar.
F: Me gustaría hablar sobre el proyecto de fundraiser del terremoto. ¿Podrías describir el proyecto y la manera en que surgió esta idea?
D: Realizamos una fiesta en la Ciudad de México, cerca de la semana de MUTEK, a manera de showcase de Hospital Productions en colaboración con Difusor. La idea era sencilla: tener gente de ciudades como Nueva York, París y la Ciudad de México, realizar una fiesta y utilizar el dinero recaudado para ayudar a una organización civil llamada AYOK, la cual ayuda a gente en zonas rurales a las afueras de la Ciudad de México que fueron afectadas por el terremoto del 2017, enseñándoles a reconstruir sus hogares.
De manera personal, encuentro este acercamiento muy importante y refrescante, ya que no consiste únicamente en lanzar dinero al problema, sino en llegar a la raíz de ese problema, el cual está basado en la falta de sustentabilidad y educación. Es sencillo reaccionar a una situación, pero es mucho más difícil decir: “¿qué podemos hacer para evitar que esto suceda de nuevo?”, lo que hace que valga la pena ayudar a esta organización.
F: Si la campaña de fundraiser no hubiera cumplido su meta, ¿se habría realizado el evento de cualquier manera?
D: Absolutamente. Siempre hemos hablado de realizar este showcase y beneficencia sin importar si obtenemos el apoyo o no; si teníamos que financiarlo internamente, lo haremos. Eso nunca estuvo en duda. Realizamos una campaña para apoyar el showcase y ayudarnos a expandirlo para que tuviera un mayor impacto, pero fuera o no exitosa, aún así seguimos. Eso es parte del espíritu. Nunca te puedes rendir. Siempre debes tener un plan de respaldo.
F: ¿Cómo se decidieron qué proyectos participarían en el showcase? Especialmente los proyectos mexicanos.
D: Esto fue una colaboración entre Difusor y yo. No era necesariamente importante qué individuos fueran a participar, más bien era importante que fuera una representación equitativa de artistas de Hospital Productions y artistas de México o la Ciudad de México, porque la gente necesita ser partícipe en su situación y entorno. El voluntarismo siempre debería ser liderado por personas que hayan sido afectados directamente por la crisis, ya que ellos son los que entienden mejor lo que se necesita hacer.
F: ¿Has escuchado más proyectos musicales de México? ¿Conoces algunos otros proyectos de noise, industrial o techno del país?
D: Ha habido muchos a lo largo de los años, pero para ser honesto, estoy más conectado con la escena de metal de los 90. Desearía recibir más demos y lanzamientos de artistas mexicanos de música electrónica o noise, y los animaría a que me manden sus demos.
Creo que es importante, especialmente en la situación actual, que los Estados Unidos y México trabajen juntos, especialmente dentro de las artes, y que prueben a todos los demás que están equivocados.
F: Tocaste en México con tres proyectos diferentes en tres noches consecutivas. ¿Cómo logras separar la experiencia en vivo de cada proyecto?
D: Los proyectos están definidos por el contenido y no tanto por el sonido. Por supuesto que hay una relación y una polinización cruzada de sonidos, pero en realidad, en lo que se resume, para mí, es en un trasfondo conceptual. Sin embargo, algo que comparten todos los proyectos de alguna u otra manera, es que tratan con la religión.
F: ¿Qué pasa durante el proceso de composición? Yo imagino que todo el tiempo estás componiendo y grabando música, pero ¿cómo decides qué material será usado en qué proyecto?
D: Todo viene de la lectura, principalmente. Leo mucho. Y simplemente tengo una sensación de que algo podría encajar en una plataforma musical, la cual, para mí, es una plataforma multimedia, no solamente sonido. Quisiera enfatizar que muy poco de lo que hago, o que he hecho alguna vez, está realizado para experimentarse únicamente como sonido; siempre está realizado para ser experimentado con imágenes, letras, acto en vivo y todos los otros complementos de un lanzamiento.
No se trata tanto de qué necesito hacer, se trata más de qué no estoy encontrando, y simplemente trato de realizar cosas que puedan tratar temas que me interesan y que parecen estar poco representados o que no existen en absoluto. Se trata simplemente de construir mi propio mundo. Si otras personas pueden encontrar algo ahí, eso es grandioso.
También tiene que venir de un lugar de fantasía, imaginación y toma de riesgos, en algún nivel. Y, al ser una persona con desordenes de ansiedad, la misma parte del cerebro donde vive la ansiedad es donde vive la parte visual y, por lo tanto, la imaginación. Así que todo esto está conectado con un proceso de llenar algo que no está ahí, y con un proceso de curación o trabajo a través de la ansiedad. Esa es la verdadera motivación. No se trata de la música, se trata de ese proceso de superación y utilizarlo para algo bueno y no para algo destructivo y negativo.
F: Hablando sobre los temas que son recurrentes en tu trabajo, siempre podemos encontrar referencias a tópicos oscuros o controversiales. ¿Crees que es posible encontrar algo de belleza en lo desagradable, o simplemente tenemos una curiosidad mórbida sobre todo aquello que está prohibido?
D: Un problema que tengo con la llamada escena de música extrema, es el uso de la palabra “extremo”. Si piensas que lo que haces es “extremo”, entonces estás usando el lenguaje del turista y del forastero. Si realmente estás viviendo una vida alternativa o fuera de lo normal a la sociedad mainstream, entonces no sería “extremo”, sería tu vida normal. Así que tengo un problema con lo “taboo” y ese tipo de asociaciones. Creo que se trata más de qué puedes aportar y qué te puedes llevar de eso, más que de definirlo en términos de moralidad.
F: Sabes, México es un país muy arraigado en la moralidad, sin embargo, aunque resulta prohibido, el tema de la muerte tiene una connotación festiva en este país a través del Día de Muertos. ¿Qué necesita la gente para aceptar este tipo de temas en su vida?
D: Creo que la cultura de Halloween americana podría aprender mucho del Día de Muertos mexicano. Halloween solía tratarse de adoptar, infiltrarse y reírse de los espíritus oscuros. Ahora se ha convertido demasiado en un “Halloween sexy”, lo cual es una distorsión del significado original. La idea de reírse de la muerte es una respuesta muy saludable e importante, porque, realmente, ¿de qué más podemos reírnos al final?
F: ¿Te gustaría agregar algo?
D: Es muy sencillo hablar sobre justicia y es muy sencillo hablar sobre política. Pero, al final del día, uno debe de tener el valor de participar. Quien sea que esté interesado en estos proyectos benéficos debería tomar acción, realizar una donación y apoyar el underground.






