A lo largo de los años nos hemos encontrado con muchos mitos y leyendas dentro del ámbito de la música, pero ninguna se puede comparar con la que se construyó alrededor de Elliott Smith, ya que si bien su carrera musical fue la más importante para convertirse en un icono de culto, también la honestidad con la que se desprendían sus emociones (no siempre positivas) se encargaron de fortalecer el cariño y la empatia que puede desarrollar un extraño al escuchar su trabajo por primera vez.
Eso le ha pasado a muchas personas cuando descubren su clásico Either/Or, entre ellos Gus Van Sant, quien luego de escucharlo “por accidente” decidió ponerse en contacto con su disquera para llegar a un acuerdo donde Elliott fuera el encargado de musicalizar su siguiente proyecto cinematográfico.
Siendo una persona un tanto aislada y que si bien es muy sabido que sus problemas de depresión fueron creciendo en un lapso relativamente corto, la pasión que tenía por hacer música y tomar como punto de partida el amor que sentía por sus seres queridos, provocó que su muerte tuviera un impacto abrumador tanto en el circuito independiente de la música, como en el reconocimiento mediático que recibió a raíz de su presentación en los Oscar.

¿Cómo paso eso? Bueno, pues como mencionamos un párrafo arriba, Gus Van Sant lo incluyó en la banda sonora de Good Will Hunting con la canción «Miss Misery», que inicialmente estaba contemplada para el siguiente álbum de Elliott Smith, pero como no se quiso comprometer a componer un soundtrack entero, le cedió este tema para formar parte de la historia. El resultado de esta acción hizo que recibiera una nominación a los Oscar por Mejor Canción Original.
Fue ahí donde se dio uno de los eventos más relevantes, inesperados, nostálgicos e incomparables de la historia de la televisión y si, puede que muchas personas no estén de acuerdo o crean que exageramos, pero… ¿Cuántas veces han visto a un músico como Elliott en unos premios como estos?
Si, quizá Sufjan Stevens lo hizo en 2018, Björk y hasta Karen O con Ezra Koenig, pero la realidad es que estos sucesos con impactos abrumadores han sido contados, y el de Elliott Smith fue un parteaguas en la manera con la que se curaba la música de una película y el reconocimiento que comenzó a tener por parte de la mismísima academia.

Pero no crean que Elliott estaba muy feliz o seguro de lo que estaba pasando, pues inicialmente no estaba interesado en presentarse en los Oscar. O al menos, eso pudimos ver en el documental Heaven Adores You, donde aún con la presión de su disquera, amigos y familiares, él no quería estar tocando frente a un séquito de personas elegantes y con millones de dólares mientras era transmitido por televisión.
¿Qué lo hizo cambiar de opinión? Pues… err, umm… Jack Nicholson (real), pues desde siempre había sido muy fan de él y como se enteró que asistiría a la ceremonia, pues tuvo un poco más de ánimo para presentarse en aquella edición de 1998.
Quizá solo fueron 2 minutos de “Miss Mistery”, pero es inevitable no sentir una fuerte emoción en el corazón cuando la vemos una y otra vez en Youtube.
Si no la han visto, aquí la tienen…






