El festival Glastonbury es quizá el más importante en el mundo. Llega a un sold out en menos de 3 horas sin haber revelado el line up. Esto es una prueba de que ciegamente el público confía en sus organizadores, con todo y que de vez en cuando no les ha ido tan bien en la recepción de sus headliners.
Por ejemplo, en la edición de 2016 las cosas indicaban que el festival pasaría sin pena ni gloria debido a que dos de los nombres principales, Coldplay y Muse, desataron una serie de quejas desde el primer momento en el que fueron anunciados porque se pensaba que el estatus de su carrera no daba el ancho para ser cabezas del cartel.
Esas reacciones nos hicieron pensar un poco en el pasado y darnos cuenta que, en realidad, esa no fue la única vez donde Glastonbury se vio rodeado de una controversia por su cartel, sino que ha sido un fenómeno bastante frecuente en los últimos 15 años.
Acá algunas de ellas:
En 2011 nos sorprendió de un modo muy especial al poner a Beyoncé como cabeza del cartel, pues además representaba un momento histórico gracias a que sería la primera mujer negra que encabezaría el festival. Sin embargo, no muchos estuvieron de acuerdo con que fuera headliner solo por ser un icóno pop.
La banda liderada por Brandon Flowers hizo su estelar aparición en Glastonbury 2007 como headliners a la par de Arctic Monkeys. Pese a que ambas bandas eran relativamente nuevas, Alex Turner y compañía terminaron por robarles el espectáculo por jugar en cancha local.
La banda londinense Shakespear’s Sister fue parte de los headliners en 1992, pese a que con tan solo dos discos el conjunto había alcanzado los primeros puestos de popularidad, su presentación no se pudo comparar con la de Lou Reed y Primal Scream, nombres que también figuraron ese año en el cartel
En 2008 Jay Z se presentó en el icónico escenario de pirámide promocionando el disco American Gangster. Sin embargo, fue uno de los actos que dividió más opiniones como la de los hermanos Gallagher (bueno, ¿de qué no se quejan ellos), a lo que Jay Z respondió con un cover bastante irónico de «Wonderwall».
Kanye West es quizá el más odiado en la historia de Glastonbury. En el momento en el que se supo que sería el headliner de 2015, de inmediato hubo reacciones negativas, incluso se pidieron firmas para impedir que el rapero se presentara en el festival, pero sin importar que la petición alcanzara más de 136 firmas, los organizadores hicieron caso omiso y West se presentó en el escenario principal.
Rod Stewart es uno de los músicos más importantes en Inglaterra y en un festival siempre es importante tener presente a una leyenda local. Sin embargo, cuando apareció como headliner en 2002 ya no era su mejor época y para esto lo pusieron a competir con Roger Waters y Fat Boy Slim.
Chris Martin y compañía se han presentado como headliners en cuatro ocasiones. Lamentablemente para ellos Morrissey y Tame Impala terminaron haciendo un mejor trabajo en 2011… se lo pueden agradecer al Mylo Xyloto.
Ash fue una de las bandas consentidas de Irlanda, pero eso no fue suficiente para estar dentro de las mejores presentaciones, y menos cuando estaban compitiendo con Radiohead y The Prodigy.
Otra banda local que desafortunadamente se vio eclipsada por bandas más fuertes fue Skunk Anansie, quien tuvo que presentarse en el mismo escenario que R.E.M. y Manic Street Preachers.
Para muchos era bastante raro ver que una banda de metal encabezara Glastonbury, principalmente porque el festival nunca se ha clavado tanto en el metal. Incluso, al igual que con Kanye West, hubo un sector de personas que comenzó a juntar firmas para que Michael Eavis se echara para atrás y los sacara del cartel. Al final, Metallica hizo lo suyo ante un escenario no tan concurrido, pero para ellos terminó siendo una muy buena experiencia.