Por lo regular los festivales de punk tienden a estar saturados de bandas lideradas por hombres, siendo espacios que en los últimos años están tomando acciones para tener una mayor apertura, balance y plataformas que impulsen la equidad de género en la industria musical.
En el Riot Fest pudimos ser testigos de sus propias acciones durante el segundo día de actividades, pues desde muy temprano aparecieron bandas comandadas por mujeres bajo un enfoque punk y un tanto confrontador, comenzando por las chicas de Cumgirl8 y Mannequin Pussy, quienes recientemente han adquirido una mayor popularidad por su contribución en series de televisión.
Continuando con el discurso feminista que fue tomando mayor potencia durante el transcurso del día nos encontramos con el cuarteto THICK y Bully, teniendo presentaciones bastante cálidas donde las guitarras se encargaron de potencializar sus cuerdas vocales con canciones que iban de la nostalgia de los 90 hasta el espíritu DIY con el que comenzaron a dar sus primeros pasos.
Este también fue el caso de The Joy Formidable, una banda escocesa que desde sus inicios se caracterizó por tener presentaciones bastante ruidosas que actualmente están predominando en Estados Unidos, por lo que no podían estar ausentes en esta edición del festival.
El Riot Fest también se caracteriza por darnos la oportunidad de ver a varias bandas que fueron parte fundamental en la concepción del post-hardcore, así que esta vez aprovechamos para contemplar el regreso de Alexisonfire con una alineación que fortalece sus clásicos y las grabaciones que estuvieron puliendo en el estudio durante la pandemia.
Aunque su presentación no estuvo dentro de nuestras favoritas, siempre resulta muy emocionante e interesante ver actos de este calibre después de estar alejados de los escenarios durante varios años.
Si bien el segundo día del Riot lucía ridículamente emocionante por la reunión de Bauhaus, el panorama estuvo un poco desolador luego de que Peter Murphy entrara a rehabilitación, provocando la cancelación de toda su gira por Estados Unidos, lo que al final nos dejó con la reducida opción de ver los regresos de Misfits y Sunny Day Real Estate.
Pero antes de eso, los siempre grandiosos Bad Religion tomaron el escenario principal con una de las actuaciones más exquisitas que les hemos visto durante la última década, siendo el recordatorio perfecto de que aún con la cancelación de Bauhaus todavía teníamos mucho qué experimentar la noche del sábado.
De cierta manera agradecimos que el sábado todo estuviera un poco más tranquilo en cada escenario del Riot Fest, ya que así pudimos disfrutar de Sunny Day Real Estate, Misfits y hasta un poquito de Yellowcard para irnos a descansar y regresar al día más intenso del festival, pues en las próximas horas seríamos testigos de las actuaciones de Nine Inch Nails y Yeah Yeah Yeahs, un combo que desde el inicio pinta para ser el cierre perfecto de otra gran edición del festival.
Mientras llega ese momento, los dejamos con otro par de retratos desde Chicago:
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