Fotos/Texto: Alexa Olán
La ciudad es una locura debido a la alta demanda de conciertos que hay esta noche en la Ciudad de México. Agarro un Uber en tarifa dinámica pero no me importa, al menos lo desquito echándome una chela previa en camino para ver a The Buttertones.
No sabía que esperar al llegar al Foro Indie Rocks, el show no estaba anunciado como sold out y mucha gente aún comenta sobre los testimonios en los que se vieron envueltos previo a la disolución del ya fallecido label Burger Records.
Unas amigas ya tenían sus boletos, así que decidí ir a pesar de todo lo previo, y puedo decir que no me arrepiento. La música y el ambiente superaron mis expectativas de lo que pensé que sería un concierto fácilmente ignorado al enfrentarse con gigantes como Billie Eilish y The 1975.
Bajo del taxi y encuentro a mis amigas. Han guardado una última chela para antes de entrar, así que me apresuro porque aún quiero escuchar al primer acto, un grupo del Estado de México llamado Dominiko, quienes tienen hipnotizados al público entre ritmos de grunge y post punk.
El foro se nota con bastante concurrencia, lo suficiente como para tener que abrirte paso entre la multitud. Con luces oscuras y una energía desmesurada, es que The Buttertones se imponen en el escenario.
México los recibe a gritos durante su primer show. “Sadie’s a Sadist”, “Matador” y “Baby C4” comienzan a sonar, mientras el público comienza a agitarse y las cervezas vuelan. Dentro del baile encuentro a otros amigos, y la atmósfera de hermandad incrementa.
No hay momento que se sienta lento. Nos mantenemos a oscuras, con apenas algo de luz roja o azul iluminando el escenario, pero aún así, ver a The Buttertones (aunque sea entre las sombras) es todo un espectáculo del cual no necesitas más.
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