Fotos/Texto: José Ignacio Hipólito
Después de que Lebanon Hanover visitara la Ciudad de México el año pasado, la agrupación de darkwave alemana-británica, regresó a nuestro país con el fin de esparcir la oscuridad a través de los parajes más recónditos del territorio nacional.
Su gira los llevó a Monterrey, Guadalajara, Tijuana y al concierto que al que pudimos atender: Querétaro. Acompañados por los bielorrusos Dlina Volny y la dupla de DJs Black Cats, la banda encargada de interpretar “Gallowdance”, se enfrentó a un público que estaba ávido de ver a la banda en vivo por primera vez en su región.
Desde los atuendos fúnebres de látex y piel, hasta fanáticos en capa y horcas en el cuello representando el logo de la banda, la noche empezó con una emoción ansiosa por escuchar las lúgubres voces de Larissa Iceglass y William Maybelline.
Los DJs Black Cats comenzaron la noche con una mezcla de canciones que iba desde Nitzer Ebb hasta los clásicos de Joy Division y New Order, y así, desde las 20:00 horas, se instauró la oscuridad en un lugar que por nombre, La Glotonería, no se esperaría que fuera el lugar más tétrico de México, pero lo fue, al menos por unas horas.
Después de un par de clásicos oscuros, llegó el turno de Dlina Volny subir al escenario, que visitaban el país por primera ocasión. Masha Zinevitch, Ales Shishlo y Vad Mikutski, hicieron un repaso de su corta discografía, pasando por su EP debut Neizmerima, hasta su más reciente álbum, Dazed, de donde se desprenden sus canciones más populares: “Do It” y un increíble cover a Madonna, “Hollywood”.
Después de una catarsis vocal de Masha y el estoico comportamiento de sus dos compañeros de banda, era turno de los headliners: Lebanon Hanover.
Todo empezó con “Alien”, la canción que abre su álbum de 2018 “Let Them Be Alien”, con un público que no dejaba de gritar y hasta llegaba a opacar el sonido de la banda. Los celulares inundaron el paisaje y los dos miembros de la banda, empezaron su concierto sorprendidos por la reacción del público.
Siguieron con “Saddest Smile”, “Kiss Me Until My Lips Fall Off”, “Albatross” y “I Have a Crack”. Y si bien, todas las canciones tuvieron una réplica por parte de las voces de la audiencia, nada sonó tan fuerte, como cuando gritaron al escuchar las primeras notas del bajo de “Gallowdance”. Y cuando Larissa Iceglass tomó el micrófono para cantar los versos que daban inicio al tema, las voces de la gente opacaron su fúnebre voz.
“Totally Tot”, “Babes of the 80s” y “Come Kali Come”, fueron las canciones que llevaron a William y Larissa al éxtasis. Ella se tiró al suelo a tocar con su guitarra, mientras que William gritaba, como si no tuviera que hacer dos shows seguidos después de esa presentación.
La noche de Lebanon Hanover en Querétaro terminó con una ovación que parecía nunca les habían dado antes, la dupla agradeció en español y se retiró del escenario, y las decenas de playeras de “Sadness is Rebellion”, empezaron a salir del recinto.
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