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NOTICIA

Secret Show Babasónicos en Foro Alicia

Babasónicos

Foto GUS MORAINSLIE 
Por ROY ROJAS

¿Están viendo fijamente? Dejen el celular, dejen de grabar, dejen de tomar fotografías y mírenlo sentado en la orilla del escenario. Vean como mueve el cuerpo sensualmente, levanta el micrófono con toda calma… ¿Están viendo fijamente? A su alrededor suceden muchos eventos y podrían pasar inadvertidos si no ponen sus sentidos en los instantes… ¿Están mirando con atención? Ya notaron que estamos todos muy juntos, en un lugar pequeño, lleno de frases en las paredes y gatos dibujados por doquier? No tiene caso sacar el celular y enfocar a Babasónicos; lo mejor es mirarlos fijamente, sobre todo ahora que estamos tan cerca de ellos, lo suficiente como para ver el sudor de su frente. “El Alicia” nos permite vivir este concierto como lo vivieron quienes en 1995 los vieron en sus primeras presentaciones en México aquí. El primero de sus tres secret shows es un acercamiento a su trayectoria, quizá un reencuentro con ellos mismos. “Serán doce canciones únicas, algo que nunca habíamos hecho” había dicho Uma-T (Diego Tuñón) durante un acercamiento.

¿Están escuchando detenidamente? ¿O es que esperan sólo las canciones que venían tocando? Las guitarras truenan duro, la batería retumba en el suelo y el bajo ruge como león hambriento. Se siente una energía única. Encerrada aquí, implosiona en cada cuerpo, en este pequeño espacio: Uma-T brinca y baila durante todo el show; junto con Roger hace que el cuerpo vibre tras el rasgueo de las cuerdas y Adrián Dárgelos provoca a un publico que estira los brazos para tocarlo, es el diablo seductor que se desplaza en el escenario lentamente y que realiza movimiento propios de una serpiente, con esa velocidad y parsimonía. Fugaz y suavemente. ¿Están mirando fijamente? Él sí, él se acerca a las cámaras, a los celulares, coquetea con ellos, con la audiencia, por eso se sienta a medio show. Sabe que a pesar de tener la mirada en una pequeña pantalla, lo que buscamos es su figura, la silueta a contraluz porque atrás hay unas luces que lo encumbra más, lo escuchamos pero no vemos sus ojos, está más allá de ser el cantante de una banda que preparó una dinámica de tres conciertos diferentes, que le apostó a salirse de la dinámica tradicional particularmente en la era de la masificación de conciertos.

La selección de piezas es única, “extraña” dirían algunos: «Romantisísmico«, «Infame«, «Trance Zomba«, «Mucho«, «A propósito«, «Miami» y «Babasónica«. Extraen la parte fuerte y ruda de éstos,  mucha fuerza en su propuesta de esta noche que ha empezado temprano y así ha acabado.  Pero falta para pensar en el final. Apenas han tocado tres canciones ( “Sin Mi Diablo”, “El Baile de Odín” y “Humo”). Parece que ellos también perciben esa energía del público, en  el corte que sigue Adrián deja que la gente grite: “Mi nombre no es importante, lo importante es ovidar, ¡pendejo!”. Más rabia, más punch, más rock duro: “Malón, malón, malón diabólico (…) me gusta revolcarme entre la gente”. Unos levantan las manos al ritmo de la batería, otros más cierran los ojos y cantan. Aquí está lo interesante de este show. Un viraje de 360 grados, un balde de agua fresca para quienes van de forma mecánica a un show, saben cuál  es la siguiente canción, y saben que van a regresar. Una desautomatización de una banda con más de 20 años en las bocinas del mundo. Debemos vivir intensamente a Babasónicos, porque su presentación durará poco y si nos distraemos nos perderemos detalles como los gestos de cada integrante (de la seriedad a las risas), los efectos que pone Uma-T en su instrumento, los teclados casi imperceptibles o el pandero que esconde su sonido vital abajo de toda los instrumentos.

Queda poco tiempo. Muy poco. “Seis Vírgenes Descalzas” es el último track. Rápido e intenso. Todo a mucha velocidad. En un segundo acaba. De golpe. Sin suavizar. Inesperadamente. Estuvieron frente a nosotros poco después de las 8:00 PM y hasta antes de las 9:00 PM…  algunos fans sienten que faltan piezas, que está inconcluso, quedan hambrientos, creen que cuando se marchan sólo es otra parte del tradicional y predecible encore. ¿Están prestando atención a cada detalle? ¿Ya vieron el setlist pegado junto a los pedales de la guitarra? Ahí hay sólo doce canciones anotadas, algunas rayadas y borroneadas, es claro que no habrá más. Que ha terminado. Pero esta noche ha sido especial. Canciones que no venían tocando, una cercanía que pocas veces se permite con bandas de este tamaño… ha sido única como seguramente serán los otros shows.

Presten atención o se les irá algún detalle. ¿Ya saben que serán en…?

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