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NOTICIA

Reseña 'Syro' de Aphex Twin

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Syro
Aphex Twin
WARP Records
85%

Por Ernesto Olvera

Richard D. James nunca ha estado ausente de nuestras vidas, aún cuando con Syro nos entrega un ensamble de sonidos nuevos que desde hace poco más de 5 años eran más que necesarios. Si, Aphex Twin es un proyecto de culto en el circuito de música electrónica; no importa si sólo lo han escuchado por el vídeo de «Come To Daddy» que suele pasar VH1 conforme nos acercamos a Halloween, o si simplemente escucharon un sampleo de «Windowlicker» en las presentaciones de Girl Talk, de inmediato sabes que lo que está pasando por tus oídos no tiene nada qué ver con los beats y las secuencias electrónicas de los DJ’s genericos que suelen apoderarse del género todo el tiempo.

Este productor es un loco, así que no me sorprende que esta producción haya sido presentada a través del afamado navegador que suele ocultar tu IP de nombre Tor y que con ello, los titulos de las canciones sea impronunciables. Pero no traten de entender a Aphex Twin, ya que al tratar de hacerlo se estarán encontrando con una pared llena de frustraciones como si trataran de comprender la mente de un matemático. Las ecuaciones en Syro puede que no sean perfectas, pero si muestran un nivel avanzado de aprendizaje con el que su música se expone en su forma más pulcra y hermosa.

El álbum no está diseñado para sumergirnos en la clásica catarsis de Richard D. James o en las narcóticas voces que por momentos parecían ser emitidas desde el mismísimo infierno; no, Syro es un álbum que va más allá de todo esto para dejar muy en claro que, aunque Aphex Twin puede tomar muchas formas, su sonido no se podrá comparar con ninguna otra cosa, ya que al final del día cuenta con un toque distintivo que de inmediato nos hace sentir dentro del frenético universo que se encargó de construir en los 90 con otros actos electrónicos como The Chemical Brothers. Pero, a diferencia de lo que hizo la dupla en sus más recientes lanzamientos, Richard D. James se sigue manteniendo fiel a sus raíces para crear melodías que se van desarrollando con altas dosis de hiperactividad, sin dejar de lado los tonos delicados que le dan una forma cristalina como en «minipops 67».

Una de las grandes virtudes de Syro, es que los sintetizadores y su equipo análogo suena de un modo sumamente exquisito, que en ningún momento corrompe el espíritu con el que Aphex Twin nos entrega este álbum compuesto de material nuevo, después de los 13 años que han pasado desde el lanzamiento de Drukqs. Pero tal y como les decía al inicio de este par de palabras, el productor nunca ha estado ausente en realidad, ya que además de ofrecer algunos shows alrededor del mundo en donde incluso soltaba secuencias de canciones como «XMAS_EVET10», también publicó un par de EP’s con el alías de APX, así como el álbum perdido que fue publicado este mismo año con el titulo de Caustic Window.

De algún modo, ese material inédito fue preparando nuestro pensamiento para que nos dejaramos llevar desde el primer momento por la intrigante melancolía de «aisatsana» y las frenéticas vibraciones de «CIRCLONT14». Y aunque pudiera decir mil cosas sobre cada uno de los tracks que le dan vida a Syro, cada uno de ellos se resume en la clase y la escuela que tiene Richard D. James como productor, ya que en ningún momento trata de incursionar en terrenos ‘modernos’ o de darle un giro con el que evoque a alguno de los proyectos que ha influenciado en la actualidad. Nah, Aphex Twin solamente evoca a Aphex Twin y con Syro simplemente ha desnudado por completo la hermosa magia de sus melodías que en el pasado era perturbada por el noise y la tensión que hizo que fuera uno de los consentidos de Chris Cunningham.

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