Por Roy Rojas
Sobre la acera de Motolinía viene Robert Alfons vestido con shorts, playera y tenis negros, carga un estuche. Detrás de él, Anne Gauthier (baterista) vestida del mismo color y Esther Munits (sintetizadores) playera negra y un short roto, arrastran cajas en donde traen el equipo con el que tocarán en un rato. Una vez dentro ellas comienzan a instalar el equipo y Gauthier nos platica que antes de ser parte de las presentaciones en directo era muy fan del proyecto. TR/ST, ahora compuesto únicamente por Alfons, da su primer show en México y entré al camerino con él para averiguar qué se esconde detrás de su música.
Estas fechas son muy significativas en México, porque tenemos una peculiar relación con la muerte. Es una celebración llamada «Día de los Muertos» en la que mediante una ofrenda invitamos a nuestros seres querido que ya murieron a que nos visiten… ¿Hay un concepto de la muerte en el concepto de TR/ST?
Robert Alfons: Sí, definitivamente hay una conciencia de eso, un clase entendimiento de la mortalidad. Nunca fui un adolescente imprudente, sino que fui más conservador. Viéndolo en retrospectiva quizás el término está ausente, no canto específicamente sobre la muerte, pero sí tengo una conciencia de que la vida es muy, muy corta.
El proyecto ha crecido mucho, la gira de Joyland los llevó por Francia, España, Alemania, Estados Unidos y ahora México. ¿Cómo ha sido este proceso?
RA: ¡Ha sido una locura! Apenas son dos años desde que el primer álbum se editó y siento que he estado durante 20 años. es muy asombroso, lo mejor de esto es que la audiencia ha respondido bien a los shows y viajar es genial; disfruto ver diferentes lugares alrededor el mundo, comer y todo lo que se relaciona con los viajes, ha sido una gran experiencia.
¿Este crecimiento ha modificado de alguna manera el proyecto?
RA: No, no en realidad, siento que sigo en el mismo camino, sigo siendo la misma persona en muchos sentidos.
Como músico no debutaste en el proyecto con Maya Postepski, sino que llevas mucho tiempo componiendo. Por ejemplo, el EP que firmaste como Robert Hiley, Music Night…
RA: (Risas) Sólo estaba haciendo música cuando era un adolescente, es muy gracioso que conocieras ese álbum. Sí, creo que TR/ST es la extensión de lo mismo, algunas canciones del primer álbum las escribí cuando era más joven, algunas canciones del nuevo álbum ya las había escrito antes, es una progresión natural, sólo que con un nombre diferente.
Por ejemplo «Capitol» que ya aparece en ese EP.
RA: Exacto, es una canción vieja y no sentía que hubiera sido grabada adecuadamente, por eso la reedité.
Los temas que retomaste para Joyland («Capitol» y «Peer Presure») de este EP, ¿tienen algún significado especial?
RA: No, no es algo lineal o algo que lo puedas poner de así, en palabras, para mí la música es una forma de proceso, lleno de sentimiento, no hay nada más.
Tu educación musical de dónde proviene, ¿estudiaste música o algo parecido?
RA: No, creo que tuve un maestro de piano, pero no por mucho tiempo. Lo sentía muy limitado y no lo sentía suficientemente creativo, fui descubriendo la música por mi mismo…
Tienes un blog de fotografías en donde aparecen las portadas de tus álbumes mucho antes de que estos se publicarán, por ejemplo, la portada de Joyland tiene más de tres años de existencia, ¿cuál es el significado?
RA: No te diré qué es. No tomo tantas fotos como solía hacerlo, eran algunos momentos que iban con la música y la vibra que sentía. La portada de TRST, la de la chica, la sentí hasta que la develé; fui a una fiesta y ella estaba allí, hay otras fotos de ella de esa noche, ella me parece tan bonita, amaba que estaba sola, tengo recuerdo muy agradables de esa fiesta y sentí muy expresiva esa imagen.
Tengo que insistir, ¿por qué no puedes decirnos el significado de la portada?
RA: Arruinaría la atmósfera, el misterio de ello… la forma en que salió fue muy especial.. cuando ves fotos en un rollo te transmite cosas diferentes lo que estás viendo, realmente me gusta eso.
Hay muchos grupos que al hablar de sus influencias mencionan a Joy Division, a Pink Floyd, a The Beatles o Led Zepellin, pero tus hablas de Ace of Base o Vitas, lo cual resulta un poco extraño.
RA: (Risas) Me gustan diferentes tipos de música, soy muy fan del pop, de la voz teatral, me encanta The Sisters of Mercy, cosas que rodean ese mundo, cosas del No wave o cosas ruidosas; no soy de alguien que crea que existen los placeres culpables, Ace of Base es una banda muy importante para mí, crecí escuchándolos, su primer álbum (Happy Nation) tiene un significado muy especial, es un disco muy oscuro, con una gran producción en cuanto ideas y tiene muchas melodías geniales.
¿Qué significa para ti el proyecto, TR/ST?
RA: Es un tema muy importante para mí, la idea de poner mucho de ti en la música, en la creación, y mostrarla al mundo. Tiene cierto nivel de confianza y cierto valor, creo que exponerte al exterior es un gran asunto, sentía algo importante al editar música bajo ese nombre.
Un periodista (Kyle Thacker) al hablar de tu primer álbum mencionaba que debía escucharse con las luces apagadas… ¿Cuándo lo hiciste qué buscabas?
RA: Es decisión de cada quien. Es como club music y está escrito pensando en otras cosas, hay canciones de verdad, me gusta que es para bailar y para que puedas conectar, no hay una manera incorrecta de interpretarlo, la gente se emociona, el éxito en un show es cuando la gente está en su propio mundo y no solamente viendo un show, están bailando y reaccionado en su propio mundo.
Como tú que cuando estás en el escenario te olvidas del público (o eso parece), como si estuvieras en tu propio mundo…
RA: Es una transformación para ser capaz de interpretar mi música.
Aunque sé que no te gusta hablar sobre ese tema, tengo la impresión de que en Joyland se muestra tu verdadera personalidad y en TRST la atmósfera oscura viene de parte de Maya.
RA: Desde el principio tenía una vibra especifica que yo quería crear, siento que me preocupé por ello desde el inicio, fue una experiencia trabajar con ella, es muy talentosa.
La gente insiste en llamar a tu música como gothpop o darkwave, pero tu respondes que simplemente es pop.
RA: Poner etiquetas simples a la música resulta muy tonto, digo que hago pop porque veo lo tonto que suena al decirlo, incluso de una banda como The Cure no se puede decir que sea gótica, es mucho más grande que eso…
La temática del primer álbum es muy sexual, hay un constante uso de la palabra «lust», ¿cuál es el tema de Joyland?
RA: Es una continuación, creo son hermanos, un montón de ideas que sentía que no entraban en el primero, están en el segundo, se siente como una extensión de muchas formas.
Trabajaste como repartidor de volantes, ¿algo de esa experiencia está ahora en ti?
RA: Fue un trabajo muy solitario y apreciaba eso, podía escuchar música y soñar un poco, es una forma de experimentar la humildad, no es fabuloso, sientes cada temporada del año ahí, de una manera muy intensa, y eso es lo que llevo ahora.
¿Recuerdas tu infancia como algo feliz o triste?
RA: No sé si feliz o triste es una manera de describirlo, fui muy introspectivo, incluso en situaciones grupales, por ejemplo cuando jugaba hockey, era el portero que es la posición más solitaria, porque estás por ti mismo… sí, era muy introspectivo.
Casi podríamos suponer que Robert Alfons desaparece cuando en el escenario se convierte en TR/ST, en persona es un poco retraído y con voz aguda, alguien a quien no le gusta descifrar el significado de sus letras o ahondar en el período en el que Maya Postepski (baterista de Austra) formó parte del proyecto.
Nacido en Winnipeg, de adolescente trabajo como repartidor de volantes y en 2006 grabó un EP, Music Night, que no se publicó formalmente, pero que se encuentra en Internet y del cual extrae algunos temas en Joyland, las dos placas oficiales publicadas en 2012 y 2014 con Arts & Crafts. Anteriormente editó dos singles con Sacred Bones Records, “Candy Walls» y “Bulbform”; y el tema “Not a Waste of Sky“ aparece en la complicación Todo Muere Vol. 1 de la misma disquera.
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