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COBERTURA

SALA se lleno de musica y color con Tycho

CmEhepQGKXlgPER59RkSjiKCwhWoI669Awe4FcF7T7QPor Ernesto Olvera
Fotos Gus Morainslie

Hasta hace unos cinco años era prácticamente imposible que Tycho pudiera convocar a la notable cantidad de personas que se reunieron la noche de ayer en SALA. Eso se lo debemos a la magia del Internet y el imperio que se ha construido alrededor de las nuevas tecnologías, mismas que el productor ha ido adaptando de forma impecable a la mutación por la que estuvo pasando su sonido desde que comenzó a salir de gira con una banda completa.

En la charla que tuvimos con él mencionaba que lo más complicado al momento de componer Awake, era el poder descubrir la fórmula que hiciera que los instrumentos convencionales se adaptaran a las máquinas y la programación sonora que hace con su computadora. En su concierto en SALA, la relación que se ha desarrollado entre ambos formatos dio como resultado uno de los conciertos más hermosos y vibrantes que se han realizado en dicho lugar, ya que la experiencia de ver a Tycho en vivo no solamente se basa en la parte sonora, sino que el complemento visual es algo que transforma su presentación en un gigante interactivo que elimina todo lo que está en el exterior para hacernos protagonistas de una intrigante historia de amor.

Tycho es pura magia, los asistentes probablemente no conocían de principio a fin su discografía, pero los momentos más grandes del concierto terminaron por enganchar a cada una de las almas que aplaudían cada uno de los cortes y cambios visuales que eran proyectados en la cortina que los respaldaba. Las canciones son instrumentales y, aunque en su formato de estudio podemos imaginar que su show está basado en lanzar secuencias programadas sin ir a algo más arriesgado, las versiones en vivo de las canciones hacen que Tycho suene monumental, que sea un momento que todo ser humano debe de contemplar al menos una vez en su vida, ya que además los músicos que lo acompañan tienen unas habilidades impresionantes, comenzando ni más ni menos que por su baterista Rory O’Connor, mejor conocido como Nightmoves.

La noche estuvo llena de finura, de clase y de arreglos instrumentales que, así como eran capaces de hacerte bailar, también tenían la capacidad de sumergirte en un sueño de encanto que desearíamos que nunca se hubiera acabado.

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