Por Elizabeth Muñoz
Fotos David Barajas
El segundo día de la quinta edición de House Of Vans se presentó con una nueva temática, esta vez rindiendo honores a la escena femenina, razón por la cual todas las presentaciones fueron encabezadas por mujeres.
Regina Puma fue la encargada de recibir a los invitados con una excelsa intervención en la que presentó un gran catálogo de canciones que resultaron perfectas para abrir la barra y la pista de baile.
Le siguió Kari Faux ya con una pista evidentemente más llena y con la que el ambiente a hip hop se comenzaba a apoderar del venue cada vez con más estruendo gracias al track “Gahdamn”, un buen calentamiento para lo que estaba a punto de suceder con la Mala Rodriguez, que se encargó de hacer lo propio alrededor de las 11:40.
Rodriguez se hizo una misma con su público quienes eufóricos no paraban de lanzarle piropos y gritos a los que la española respondía con sensuales movimientos y versos que se fortalecieron con los las canciones “Déjame entrar” y “Tengo un trato” con las que la Mala se tomó un momento para detener a su DJ debido a una pequeña falla técnica para decir “tenemos mucha potencia para este equipo” y en realidad ella, demostró tener demasiada potencia para todo el venue en general.
La Mala explotó cada uno de los sentidos de los asistentes entre una lluvia de agua, alcohol, confeti y coqueteos por parte de la española que por mucho significaron la mejor presentación.
Llegaba el turno de la presentación más importante y polémica de la noche, Azealia Banks, que con apenas tres canciones y un público eufórico suspendió su show. La versión oficial de la interrupción del espectáculo fue debido a dificultades técnicas, pero el rumor más fuerte que se escucho dentro den lugar fue que la rapera decidió abandonar el escenario en el momento en el que notó que la audiencia comenzó a lanzar objetos al escenario, por lo que se sintió agredida y se fue, sentimiento que tuvo que ver con las últimas declaraciones de la artista en la que hablaba mal de los mexicanos.
Hasta ese punto contábamos con dos noticias: La mala que la noche que prometía terminar como la mejor de la semana, pero se vio trunca debido al berrinche de la estadounidense; la buena es que el último acto, Mexican Jihad, se encargó de subir los ánimos nuevamente para relajar el ambiente ya que como una frase famosa dice: the show must go on.