The Horrors es un muy buen ejemplo sobre la madurez por la que deben de atravesar las bandas. En el pasado lo vimos muchas veces con los proyectos que terminaron teniendo un impacto en sus música como The Birthday Party, The Cramps y hasta Echo & The Bunnymen. En el caso de los primeros, Nick Cave y Rowland S Howard se cansaron un poquito de estar enojados y despeinados, y mejor mataron a la banda para comenzar a construir su propio imperio con un estilo más elegante y establecido.
Los cambios no siempre son bien recibidos, pero son muy necesarios. A The Horrors les vino de maravilla separarse del sombrío universo del Strange House para dejar muy en claro que no eran solo cuatro tipos con la intensión de incitar a ‘crews’ de Myspace a vestirse y peinarse como ellos, sino que realmente tenían algo más que decir. Digamos que no solo se alejaron del agujero negro al que suelen caer los ‘Next Big Thing‘ de la NME, sino que con su evolución también han ido explorando otros caminos en solitario con los que fortalecen sus habilidades artísticas para después implementarlas en conjunto dentro del estudio (ahí tienen a Faris Badwan con Cat’s Eyes y Tom Furse con Innerspace Orchestra).
Con cuatro discos de estudio, la banda ha explorado los terrenos goth del post-punk, el garage, shoegaze, kraut y el mismo new wave, lo cual a estas alturas del partido ha logrado hacer que tengan una notable personalidad que los distingue dentro de todo lo que está pasando en la actualidad.
Dicho lo anterior, aquí les dejamos un recuento con sus 15 mejores canciones y… si no les late el orden o creen que falto alguna, pues compartan su top con nosotros en @FILTERMexico y /FILTERMexico.
En «Draw Japan» somos testigos del lado goth de The Horrors, el terror con el que fue compuesto Strange House y la locura que en estos momentos tratan de esquivar. Sí, puede que se hayan alejado de su pasado, pero siempre podemos recordarlo con este clásico del 2007.
The Horrors tiene un montón de b-sides que vale mucho la pena rescatar de sus sombras. «You Could Never Tell» es de nuestros favoritos y… ¿la verdad? es que no hay un mejor adjetivo para describirlo que como algo hermoso.
‘Ready to forget the loss never let the good things go‘. Naturalmente esta es su canción pop por excelencia.
Aunque cada uno de sus discos tiene una instrumentación equilibrada, su debut estaba dominado por la guitarra. Ese chillante riff que vino a imponer Rowland S. Howard en The Birthday Party está más que presente en canciones como «Gloves» que, pese a que es relativamente corta, es estúpidamente efectiva.
Al inicio todo es tranquilo, se mantiene en un tono que se presta para meditar un poco. Incluso podemos compararla con las sentimentales bases que tienen algunos clásicos británicos como «The Universal» de Blur o la sección rítmica de un track de Space. Sin embargo, llegando a la mitad todo se acelera y explota con la guitarra de Joshua Hayward.
Rhys Webb tomó un bajo, comenzó a bailar de forma seductora y terminó creando una hipnosis en nuestro cuerpo por medio de los contoneantes acordes con los que arranca la canción. Es sombría, evoca el espíritu opaco del post-punk y la bella distorsión del shoegaze; obviamente no hubo una mejor manera para recibirnos dentro del mundo de Primary Colours.
No cualquiera puede sacar a Chris Cunningham de su sótano, pero The Horrors lo hizo. Luego de que se encontró con «Sheena Is a Parasite» lo único que pasó por su cabeza fue el hacerles un vídeo. Este fue su primer gran logro.
Escuchar por primera vez a Faris Badwan cantando desde lo más profundo de su corazón y en su postura más vulnerable fue toda una experiencia. «I Only Think Of You» derrumbó el caos y la rebeldía que construyeron en su debut para dar pie a la imagen de una banda muchísimo más madura, consciente y capaz de componer una canción que robe suspiros: ‘To the death I would defend you, with my life I will protect you. i know I’m gonna save you, I’ll do all I can do‘.
Lo mejor que pudieron hacer, fue reemplazar el órgano de su debut por un sintetizador que desde el inicio le inyecta una buena dosis de color a las melodías. Para muestra de ello tenemos este dulce y adictivo sencillo de Skying.
Algo que se ha convertido en una virtud de The Horrors, es su habilidad de componer canciones de larga duración que no se sientan como algo tedioso y aburrido. Al contrario, en lugar de eso las canciones parecen dividirse en segmentos que cambian de ritmo de acuerdo a las exigencias de la letra como en «Ocean’s Burning». Esta maravilla crece y crece hasta que Faris no puede más con su ‘melt together when I am with you. held together when I am with you‘.
Podrán correr, pero jamás podrán escapar de su pasado y menos cuando Strange House realmente tenía canciones increíbles como «Count In Fives». El vídeo le da un plus a la fuerza y la sucia estética con la que comenzaron a tocar sets de media hora con covers a bandas como The Cramps.
Con Luminous ya sabíamos a lo que íbamos y que no encontraríamos un sonido que se aleje de lo que han estado haciendo desde que decidieron enterrar el Strange House. El álbum no es nada malo e incluso mantiene una consistencia que muy pocas bandas llegan a tener en su cuarta entrega. Un ejemplo de ello es «I See You», que conforme va pasando el tiempo nos sumerge en un torbellino instrumental del que no quisiéramos escapar jamás.
Las trompetas, los synths y el coro semilento emiten todo el espíritu ochentero que sin problemas podemos encontrar en una canción de Simple Minds, lo cual de ley es algo que fue elevando la imagen renovada con la que llegaron a nosotros con Primary Colours. Digamos que con este extracto de Skying dejaron muy en claro que por fin habían encontrado su camino.
‘And when I told her I didn’t love her anymore she cried, and when I told her her kisses were not like before she cried, and when I told her another girl had caught my eye she cried… And then I kissed her, with a kiss that could only mean goodbye.‘ – TODO se resume en esa parte, es un letrón.
Ok, comprendemos si algunos no están de acuerdo, pero aquí están nuestros motivos: Con «Sea Within A Sea» comenzó la transformación de The Horrors. Cuando anunciaron su segundo álbum naaaadie esperaba que fueran a regresar con algo parecido y el simple hecho de ver que se metieron en el estudio con Geoff Barrow, hizo que su estética sonora se fortaleciera y se percibiera como un balde de agua fresca. Los linajes de sintetizador son muy muy finos e incluso por ahí a muchos les recuerdan a «The Rip» de Portishead. Esta canción fue un parteaguas y el inicio de su nueva era, una con la que comenzaron a jugar con puentes instrumentales y Faris se dio el lujo de explotar por completo su voz.
En pocas palabras, es perfección pura.