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ENTREVISTA

The Joy Formidable: La música que haces siempre es una extensión de ti

Por Carlo ixcamparij

The Joy Formidable es una banda de Gales y basada en Estados Unidos que hace apenas unos días presentó su nuevo álbum: Into The Blue.

El disco combina varios tintes de shoegaze, post-rock, noise y dreampop. El trío ha considerado a esta última obra como innovativa y transformativa, pues su sonido, aunque se mantiene con solidez y energía, definitivamente tiene un concepto y un sentimiento distinto al de sus predecedores como AARTH (2018) ó HITCH (2016).

Into The Blue combina sentires de soledad y tristeza, pero también de aceptación y de crecimiento propio. Una obra que, según sus artífices, marca una pauta nueva en la carrera de la banda. Para tener un mayor conocimiento sobre el concepto detrás del álbum platicamos con su vocalista y guitarrista, Ritzy Bryan.

Para muchos de los que estamos en la música, llegar a tener un proyecto como el suyo, sería haber llegado al éxito. ¿Qué se siente que te digan que has llegado a las “grandes ligas” de la música?

R: Es un tema interesante, y creo que todo depende de cómo entiendas al “éxito”. Después de 10 años juntos, para mí eso ha consistido en qué tan creativamente feliz te sientes en cada etapa y cuán conectada he estado con la banda, esos son los indicadores principales. El tema de la industria musical es algo que tienes que, de algún modo, ser parte de, pero que realmente no tome tanto de ti.

¿Y qué tal han sobrellevado la típica frase de “¿dónde te ves en un futuro?”?

R: Nuestra respuesta no ha cambiado mucho desde el inicio, pues siempre ha sido que somos muy apasionados por la música y la banda, haciendo música. Realmente estoy feliz de cómo hemos progresado a lo largo de estos 10 años, y especialmente con este nuevo disco.

Creo que tiene mucho que ver eso que dices, ¿no? Qué tan honesta y sincera es la obra que haces con lo que sientes y piensas en ese momento.

R: Estoy de acuerdo.  Es raro ver hacia atrás y cómo realmente no esperábamos algo en especial cuando formamos The Joy Formidable, y eso nos ha llevado a ciertos caminos. Me encanta. Cómo todas las vueltas que hemos tenido se han sentido sinceras y orgánicas. Nos hemos apegado a lo que nos apasiona, a nuestra visión y nuestras propias normas. Queríamos explorar distintas facetas y hemos sido afortunados de poder quedarnos cerca de ellas y evolucionar. Hemos conocido muchas partes del mundo y a muchas personas increíbles, y ha sido una muy grata experiencia.

Ahora, hablando del disco, todo este proceso y desarrollo que han tenido como compositores y como personas, ¿qué tanto de eso ha sido planeado y qué tanto fue algo que surgió en el momento?

R: Siento que ha sido algo cambiante. Escribimos mucho, pero no sentí la necesidad de cuestionarlo. La música que haces es siempre una extensión de ti, de dónde estás, y creo que tienes que confiar en eso. Ha habido momentos en mi carrera en las que me cuesta mucho escribir, por cualquier razón (confianza, predisposición). Por eso he intentado darle la mayor libertad posible y no anclarme en sí con el proceso creativo. Ahí es el truco del arte, y de las cosas en general: en el momento en el que intentas tomarlo y controlarlo, es normalmente cuando menos creativo y real puede sentirse; deja de ser emocionante.

¿Dirías entonces que ha sido un parteaguas para la carrera de The Joy Formidable?

R: Sí, ha sido un álbum muy transformativo. Este disco ha sido más libre, por tanto, más orgánico y menos “críptico” para nosotros. Fue el resultado de llegar a ciertos términos con nosotros mismos, y de haber crecido como personas. Este disco sostiene todo eso, todos los lugares que hemos explorado y en los que nos encontramos. Es una forma de representar nuestro cambio personal en una forma musical”. ¿Y cómo fue trabajar, con esa mentalidad que mencionas, entre ustedes? No solo componer, sino coexistir

Con Rhydian ha sido mucho más fácil escribir, él ha tenido bastantes experiencias similares a las mías, aunque claro, a su modo. Nos hemos curado el uno al otro, y hemos vivido y experimentado muchas cosas juntos. Eso nos ha llevado a un nuevo nivel de confianza y bondad a nuestras composiciones y a cómo las percibimos. Antes incluso solíamos pelear mucho más, y cada quién quería imponer a los demás su visión. Nuestra comunicación era mucho más complicada y áspera, pero en este disco, ambos nos apasionamos y nos entendimos mutuamente desde ahí. Hubo un sentimiento de armonía y ya no hemos tenido que confrontarnos.

¿Cómo podrían comparar su mentalidad ahora con la de sus discos pasados?

R: Es muy curioso pensar en cómo en ciertos momentos de tu vida, pasas por cosas que realmente te inspiran a crear, y hay otros en los que quieres darle la espalda a escribir. Así que, creo que antes hubo momentos en discos pasados en los que existió una especie de bloqueo creativo, por ejemplo, en AARTH. Y esa experiencia me enseñó mucho y me ayudó a dejar de querer controlarlo todo. A aceptar y resignarte a ciertas cosas o momentos en los que no llega nada y a darte un tiempo para sobrellevarlo.

Este sentimiento de dejarse llevar, de aceptar y resignarse, de ir con el flujo, en fin, de dejar que las cosas sigan su curso natural. ¿Crees que eso tiene que ver con que en casi todas sus letras haya siempre una alusión a la naturaleza (lluvias, tormentas, nieve, desiertos, bosques, etc.)?

R: Qué curiosa observación. Ciertamente mi relación con la naturaleza y con estar fuera son una gran parte de mí. Si bien sí me gusta estar en la ciudad, o estar de tour, siempre termino por regresar a buscar estar en la naturaleza. Yo crecí en la parte rural de Gales, entonces es algo que siempre resuena fuertemente para mí. Es donde puedo conectarme conmigo misma, y donde siento que me pongo más filosófica. Pienso en cómo todo se conecta y se interrelaciona. Es un sentimiento de que hay mucho que no conocemos y que me fascina cómo se siente mágico, y cómo todo parece ser un símbolo en lo que escribo.

Esto que dices me hace pensar en cómo percibieron su disco, pero especialmente, en ¿cómo es que canciones como «Sevier» o «Somewhere New» fueron muy distintas en comparación con las demás?

R: Creo que es porque es muy importante para nosotros tener un cuerpo para el disco. Para este disco fuimos muy consistentes en la cuestión del sonido y el concepto, pero justamente es la dinámica la que tuvimos en cuenta para también tener momentos con algo más vibrante, enérgico y estruendoso, otros donde simplemente se relaja.

Into The Blue tiene esta combinación extraña de confianza y poder donde hay siempre un rastro de tristeza y esperanza, incluso en las canciones más enérgicas. Buscamos que nos llevara, curiosamente, que nos llevara a un lugar nuevo. «Somewhere New» fue una canción que compuso y propuse enteramente Rhydian, y aprecio mucho cuando eso pasa. Ese momento en el que alguien de la banda trae algo nuevo y crea un poco de disonancia con todo lo demás, como un destello de nuestra individualidad, pero en una manera poderosa y sana.

Siento que es lo mismo que cuando haces una playlist para alguien que quieres, o eliges un lugar, un escenario, una imagen. Me parece que haber tenido un momento tranquilo y relajado en el disco, nos hace entender que estamos muy conscientes de lo dinámico del álbum.

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