Fotos: Liliana Estrada
Texto: Fernando Valencia
La noche del 30 de marzo de 2023 bien podría pasar a la historia de la Ciudad de México como una de las jornadas más emocionantes del panorama sonoro de la capital. En unos cuantos kilómetros, cuatro eventos masivos se llevaron a cabo de manera casi simultánea.
En este marco, dentro del Palacio de los Deportes, miles de fanáticos de The 1975 se daban cita para ser testigos del regreso triunfal de la banda de Manchester, su primer show solitario en la ciudad desde aquel Pepsi Center de 2017. Si bien han visitado nuestro país con cierta regularidad, la agrupación realmente brilla en situaciones como esta.
Luego de un elegante retraso, probablemente cortesía de los organizadores que otorgan unos minutos de gracia para los valientes que cruzan corriendo desde el Foro Sol para atender su segundo evento de la noche, la pantalla nos muestra a Matty Healy descansando en un sillón. Se levanta, comienza a caminar y pronto se vuelve evidente que estamos presenciando su ingreso al escenario en tiempo real.
Lejos del impresionante show que la banda ha presentado como parte de su At Their Very Best Tour, tenemos una versión más austera en la que solo encontramos un pequeño sillón, una mesita de noche y un tornamesa de maletín en el centro. Matty toma asiento, prende un cigarro y pone un vinilo. Las luces se prenden de golpe y comienza el concierto.
The 1975 ha venido a México a presentarnos su más reciente material, Being Funny in a Foreign Language (2022). Canciones como “Looking for Somebody (to Love)”, “Part of the Band” y “Oh Caroline” permiten ver la gran escala que la música de la banda ha adquirido. Los cuatro integrantes oficiales son acompañados por un ensamble maravilloso, que funciona con la precisión de una maquinaria bien aceitada. El público se entrega por completo desde la primera nota, creando un ambiente ensordecedor.
Con una botella de vino Finca Las Moras en mano, Matty arranca suspiros de la audiencia contoneándose de lado a lado mientras interpreta “If You’re Too Shy (Let Me Know)”, recibe flores durante “I’m in Love With You”, se mira a sí mismo en la cámara mientras juguetea con su cabello y demuestra todo su carisma y presencia.
Sus interacciones con el público son pocas. Él mismo lo dice en el micrófono: “Es nuestro show en solitario más grande en México, es sobrecogedor”. Prefieren callarse y tocar los hits. Sin embargo, en ningún momento se siente como un espectáculo desangelado. El minimalismo con el que la agrupación ha decidido presentarse termina jugando a favor del performance presentado, mucho más íntimo. Se siente como estar con ellos en la sala de nuestra propia casa.
“Robbers” siempre es un momento cumbre en los conciertos de The 1975. Quizás su canción más popular, la acústica del Palacio de los Deportes, tantas veces atacada, termina generando un ambiente imponente con el coro de la audiencia. Por momentos es imposible evitar llevarse las manos a los oídos ante la fuerza de los gritos.
Un momento verdaderamente mágico se conjura cuando la banda decide en escenario ignorar su propio setlist para tocar “Paris”. Las luces de los celulares iluminan completamente el recinto, provocando una postal bellísima que pone una sonrisa en el cada vez menos sobrio Matty. A esto sigue “Somebody Else”, otro de sus más grandes éxitos, un tema que la banda claramente domina y utiliza a su favor para generar una sinergia muy emocionante con su público.
Con canciones como “It’s Not Living (If It’s Not With You)” y la recién debutada “Inside Your Mind”, que fue interpretada por primera vez en vivo una noche antes en Guadalajara, el final del show se comienza a vislumbrar.
Hay otro momento muy especial con la melancolía pura de “Always Wanna Die (Sometimes)”, para dar paso a la que bien podría ser la mejor interpretación de la noche: “The Sound”. La conjugación de la energía de la banda y el amor de la audiencia llega a un clímax inolvidable cuando Matty pide a todos brincar, generando un microsismo en el interior del Palacio de los Deportes.
Finalmente, se nos invita a “una época más simple”, haciendo alusión al ya lejano 2013 en que The 1975 se presentó con su debut homónimo, del cual se desprende “Sex”. El momento del adiós llega con “Give Yourself a Try”, que con su infeccioso riff de guitarra da por terminada una gran velada.
“¡Damas y caballeros, un aplauso para The 1975!” pide Matty. El recinto se cae en una tormenta de gritos y ovaciones. Más temprano, Healy decía al micrófono de forma juguetona que se trata de la mejor banda del mundo. Cuando presencias uno de sus conciertos, por lo menos durante dos horas, parece difícil refutar esas palabras. Sin duda, la agrupación ha alcanzado una madurez envidiable y es un gusto poder seguir presenciando su crecimiento con cada presentación.
Entradas relacionadas
