Fotos: Óscar Villanueva
Por: Felipe Corrales
La palabra perfecta para describir la primera visita de Shame a México es: brutalidad. El grupo británico es una ráfaga de emociones, el estilo de una nueva oleada punk nos hizo saltar y gritar encarecidamente.
Charlie Steen es un frontman rudo y carismático; todo el show estuvo atento a los fans, saludando a aquellos suertudos de las primeras filas, así como nadando entre ellos en las múltiples veces que hizo crowdsurfing, una de ellas desde las alturas del Foro Indie Rocks.
Mientras tanto Eddie Green y Sean Coyle-Smith en las guitarras, el bajista Josh Finerty y el baterista Charlie Forbes daban un show veloz y lleno de adrenalina y poder.
Un recorrido de tres álbumes en 15 canciones en el que pudimos escuchar temas como “Angie”, “Gold Hole”, “Concrete”, “Tasteless” y “One Rizla”, estos de su primer álbum Song Of Praise, así como un repaso por Drunk Tank Pink con “Born in Luton”, “Snowday”, “6/1”, “Water in the Well” y Alphabet; y lo más reciente Food for Worms con “Orchid”, “Six Pack”, “Adderall”, “Alibis” y “Fingers Of Steel”.
Shame tardó mucho en visitarnos, pero la deuda quedó borrada con un show brutal en todos los aspectos.
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