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COBERTURA

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Pitchfork Music Fest CDMX: Día 3 con Sky Ferreira, yeule y NOIA

Fotos: Óscar Villanueva
Texto: Fernando Valencia

Con la llegada del Pitchfork Music Fest a la Ciudad de México, el público recibió un cartel bastante diverso y rico en cuanto a su propuesta musical. Para la tercera noche del evento, el Frontón Bucareli se preparaba para recibir cuatro propuestas de talento femenino cuyo espectro variaba del pop y el R&B al glitch, noise y shoegaze.

Noa Sainz estuvo encargada de inaugurar las actividades de la noche. La representante mexicana, que se encuentra a punto de lanzar su disco debut, ofreció un set conciso que repasó su aún joven carrera, incluyendo una colaboración con Vanessa Zamora. Su participación en el festival continuó cimentando su lugar como una de las promesas a seguir dentro del nuevo R&B en español.

Posteriormente, llegó el turno de la española NOIA, quien desde los primeros segundos de su set cautivó la atención con su potencia vocal y presencia escénica. Presentando un set que coqueteó muchas veces con lo teatral, la catalana hizo gala de una versatilidad increíble, llevando a su audiencia por un paseo entre tradición y modernidad. No es común contemplar propuestas que de la misma manera te ponen a bailar con un ritmo trap o te conmueven con una balada a capella. Definitivamente una grata sorpresa.

Si bien Yeule carga ya algunos años de carrera en sus espaldas, es justo decir que tras el lanzamiento de su material Softscars (2023) la compositora de Singapur se ha posicionado firmemente como una de las artistas más interesantes y completas del glitch pop a nivel mundial. Con su primera visita a la Ciudad de México, ha quedado completamente claro que parte de su secreto para el éxito se ha basado en explosivas presentaciones en vivo.

Acompañada únicamente de su baterista con orejas de conejo, Yeule presentó versiones electrizantes de canciones como “softscars”, “x w x” y “dazies” ante un cada vez más nutrido público. Si bien parecía batallar con algunos problemas de sonido, insistiendo en más de una ocasión que no podía escuchar su propia guitarra, la artista logró salir adelante a base de talento, carisma y poder escénico, mismo que demostró bailando, tocando múltiples guitarras e incluso usando un arco de violín para elevar sus atmósferas. Un set genial que sin duda dejó con ganas de más.

Por fin llegó el momento estelar de la noche y es imposible no hablar del elefante en la habitación: el set de Sky Ferreira presentó un retraso importante. Ante la falta de comunicación, la molestia del público se hizo notar. Parte del público decidió retirarse, por lo que cuando Sky finalmente tomó el escenario 45 minutos después de la hora anunciada, el recinto lucía relativamente vacío. El motivo del retraso, según contó ella misma, fue un problema de garganta que la tuvo al límite de la cancelación.

Si bien era notable que el esfuerzo de Sky por estar en el escenario era importante, es necesario reconocer que la estadounidense tuvo compromiso para sacar el show adelante. Con el apoyo de pistas vocales y cortando algunas canciones del set impreso, saldó una deuda de diez años con sus fans mexicanos interpretando temas de su disco, Night Time, My Time (2013) que con el tiempo se han vuelto himnos generacionales.

Temas como “Everything is Embarrassing”, “Boys”, “Nobody Asked Me (If I Was Okay)” e incluso un cover a “Voices Carry” de ‘Til Tuesday hicieron al público gritar, brincar y demostrar su apoyo hacia Sky, quien solicitó que le ayudaran a cantar en múltiples ocasiones. La noche terminó más tarde de lo esperado, pero quienes decidieron quedarse hasta el final se llevaron un recuerdo especial de un show que fue de menos a más.

En general, el tercer día del Pitchfork Music Fest CDMX nos dejó un trabajo notable de curaduría que presentó un combo ecléctico pero muy disfrutable. Algunas lecciones a aprender de esta edición para los festivales en el Frontón Bucareli: hace falta comida, los precios de las bebidas se están saliendo de control y el mapa del lugar es completamente mejorable, la visibilidad para la sección General B es casi nula. Por lo demás, un experimento muy interesante que esperamos pueda repetirse en nuestra ciudad.

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