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NOTICIA

Las canciones que inspiraron ‘La Confianza Ciega’ de Algodón Egipcio

Hacer mi segundo disco, La Confianza Ciega, fue un proceso entretenido y liberador, y también lleno de dificultades y frustraciones. La composición comenzó el mismo año en el que salió mi disco debut, La Lucha Constante (Lefse Records, 2011); es decir, hace un montón de tiempo. Ese año nacieron los esqueletos de gran parte de las canciones, como «El Calor Específico», «Los Deseos», «La Lectura Fundamental», y más, y de una vez presagiaban que el rumbo estilístico de la música que quería hacer se desviaba de lo que se plasmó en el primer disco.

Pero detrás de mi vida en Caracas, lugar donde se hizo el disco entero y donde viví por unos 11 años, siempre estuvo la sombra de la situación política, económica y social en declive de Venezuela. Para poner en contexto, desde hace varios años y hasta la fecha el país se ha convertido en uno de los más violentos de todo el continente, y actualmente tiene una inflación que roza los cuatro dígitos y una escasez de productos básicos y medicinas comparables a los de un país en guerra. Entonces, desde el inicio de la composición del disco hasta su culminación, fui completando las canciones intermitentemente entre depresiones, ataques de ansiedad, miedo constante de morir asesinado al salir a la calle, y pura y simple desmotivación. Hacer música casi siempre requiere de estar en un estado mental particular, el cual no hallaba por tener la cabeza en cosas como no poder conseguir en el supermercado cosas tan elementales como papel del baño, por dar un ejemplo.

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Esos momentos de trabajar en la música de La Confianza Ciega se convirtieron en destellos de luz y en un refugio para lidiar con mi día a día. Producir era entrar en un trance que podía durar largas horas, y del cual volvía, escuchaba la sesión, y pensaba «¿cómo hice esto?». Tuve la fijación de tratar de hacer música pop que sonara rara, y tratar de ser propositivo con cada canción y jugar mucho con los conceptos. Quise agregar elementos tan dispares que en teoría no deberían funcionar, y muchos elementos disruptivos. Es posible que justo por lo agotadora de esa búsqueda, la última canción que compuse fue «El Aliento», que se siente como un descanso ya que sus elementos se resumen prácticamente a guitarra y voz.

Al final –siempre al final– vinieron las letras, y ese refugio del trabajo en estudio se volvió en un sitio donde los problemas no me agobiaban, sino que lidiaba con ellos y finalmente me imponía. «El Calor Específico» es sobre avanzar aunque el mundo se caiga a pedazos; «Las Gotas Plateadas», sobre cómo en Venezuela parece que todos tuviéramos una mira en la espalda y donde sobrevivir es un acto subversivo; y «La Estrella Irregular» es una auto-cachetada para entender finalmente que Caracas ya no es lo que recordaba, pero que la vida continúa. Claro, también hay tracks como «Las Islas Feroe», «El Olvido», o «Los Deseos», que hablan directamente de sentimientos y emociones de cualquier parte del espectro, porque, ¿qué más social que los sentimientos?

Aquí les comparto algunas canciones de referencia que llegué a consultar directamente para tomar inspiración en momentos específicos. No van a encontrar momentos en el disco que suenen a ellas, pero definitivamente fueron algunas de las llaves para abrir nuevas puertas creativas.

Erykah Badu – My Life

Fennesz – Transit (feat. David Sylvian)

Machinedrum – GYBE

Janet Jackson – If

Dirty Projectors – No More

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