“Un mundo donde quepan muchos mundos”. Recuerdo crecer con esa frase del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Desde que era un morrillo me identifiqué mucho con ella, sobre todo a la hora de consumir cultura y siendo aún más específico: música. Recuerdo amar proyectos que no abordaran un solo estilo o género. Si tenía cumbia, ska y punk, me agradaba aún más que cualquier proyecto que se enfocara en cada uno por separado. Esta búsqueda me ha llevado a interesarme por proyectos de todo el mundo que llaman mi atención en cuanto detecto una fusión o mezcla de culturas.
Mi descubrimiento más reciente es Monoswezi, proyecto que desde el nombre es fusión: Mo de Mozambique, No de Noruega, Swe de Suecia en inglés y Zi de Zimbabwe. Todos estos países a los que sus integrantes pertenecen.
Su estilo se basa en adoptar el folclore africano y llenarlo de elementos nórdicos y occidentales. Es decir, si agarran una línea melódica característica de Mozambique, se aseguran de interpretarla con un saxofón, instrumento occidental, dándole así el toque de fusión que necesita.
Esto se ve reflejado en su más reciente sencillo, “Woshanda”, en el cual se utilizan ciertas percusiones electrónicas para acompañar una bella línea vocal que recuerda más al gospel o a cantos religiosos africanos.
Monoswezi lleva años dándole a la música. Usando Noruega como base para grabar y salir de gira, el proyecto ha llegado a girar por el mundo llamando la atención gracias a su estilo tan particular.