Por Ernesto Olvera
Wes Eisold es un músico, poeta y compositor multifacético que desde el inicio se dejó llevar por su fascinación por el punk, hardcore y new wave, algo que fue explorando con distintos proyectos como American Nightmare y XO Skeletons.
Una vez que tomó la decisión de hacer las cosas por su propia cuenta, adoptó el alias de Cold Cave para producir experimentos sonoros cubiertos de sintetizadores, noise y una estética sombría que sobre la marcha fue encontrando su propia voz y creando un estilo personal que fue pasando del sector DIY, colaborando en la concepción de Dais Records hasta su breve aparición en Matador Records.
A 15 años del nacimiento del proyecto, pudimos platicar con Wes Eisold sobre el crecimiento de Cold Cave a nivel musical, personal y el impacto que ha tenido el amor dentro de su narrativa, pues pasó de presentarnos lanzamientos abrasivos como Death Comes Close, The Laurels y Stars Explode a un sonido mucho más elegante en Fate In Seven Lessons.
Además, nos comparte algunas de sus más emocionales experiencias con Mark Lanegan, Genesis P-Orridge y los proyectos que dará a conocer próximamente en Heartworm Press.
He estado siguiendo a Cold Cave desde sus primeros días y encuentro muy emocionante la manera en cómo ha cambiando el sonido con el tiempo. ¿Cuáles son los cambios más importantes que has identificado desde el inicio?
Wes: Debe ser un cambio desde adentro. Cuando comencé con Cold Cave, mi música era muy rota, dura, fría y trastornada, y yo también. Ha habido una variedad de emociones que se abren camino desde tu corazón hasta un disco o escenario, desde la necesidad hasta el dar y desde el odio hasta el amor. Se podría decir que la principal diferencia entre ahora y ese entonces es que ahora quiero ofrecer belleza al mundo.
Todavía está por verse si poseo alguno o no, pero sé dónde termina el otro camino y prefiero no caminar más. Habría sido fácil hacer la misma música una y otra vez, pero está demasiado apegada a mí y sigo moviéndome.
Creo que la narrativa de las canciones fueron de temas más oscuros a explorar las distintas formas del amor y esperanza, lo que encuentro muy hermoso. ¿Podrías decir que estas emociones cubrieron el corazón de Cold Cave con la adición de Amy Lee y sus experiencias personales como familia?
Wes: Al 100 %. Puedes pasar la vida dejándolo en manos de la suerte o el azar. Puedes creer en la voluntad o confiar en la fe o negarlo todo. Pero debes dejar la más mínima grieta para que entre un poco de luz. Y si lo hace, entonces has sido bendecido por un ángel. Incluirla fue una bendición.


El lado más romántico de Cold Cave se puede ver en “Love Is All” y “Night Light”, ¿puedes hablarnos un poco más sobre la idea detrás de ambas canciones?
Wes: Las dos fueron escritas durante la pandemia. No promocionamos el disco «Fate…» como uno de esos, pero eso es lo que era. Las canciones tratan sobre aferrarse a la verdad en un mundo que se derrumba. En última instancia, son canciones de rendición y celebración. Canciones sobre no olvidar el camino que te trajo aquí pero estar agradecido de no conducirlo solo. La soledad es un miedo. Tuve mucho de eso, así que aparece en las letras como algo que no quiero volver a querer.
Fate In Seven Lessons es su más reciente material. Si no me equivoco, en algún momento mencionaste que no estaban planeando lanzar otro LP para enfocarse más en sencillos o EP, ¿existe la posibilidad de que eso haya cambiado con Fate In Seven Lessons?
Wes: Con “Fate…” simplemente lo llamamos disco y dejamos que otros decidieran si era un EP o LP. No nos importó. Creo que toda la necesidad de definirlo se nos escapa desde que lanzamos nuestra propia música a través de Heartworm Press. Solo quiero hacer música y lanzarla cuando y como se sienta bien, ya sea 1 canción o 20.
En este momento estamos trabajando en música nueva y si se unen para formar un álbum, entonces es hermoso… y si hay una canción que piensa que se sostiene por sí misma, como «Glory» o «Promise Land», entonces la dejaremos vivir.
Este material llegó en un periodo “post-pandemico”, ¿cómo fue para ti la situación del COVID-19 y qué impacto tuvo en la creatividad de la banda?
Wes: Como todos los demás, fue devastador por una variedad de razones. Antes de eso tuvimos un gran momentum con una gira tras otra, y tuvimos que valernos por nosotros mismos, ya que hacemos todo por la banda nosotros mismos. Pasé más tiempo escribiendo poemas que canciones durante ese tiempo.
Al inicio de todo este caos también sucedió el lamentable deceso de Genesis P-Orridge, quien tenia una gran amistad contigo e incluso colaboraron en varias ocasiones. ¿Cómo fue que conociste a Genesis en primer lugar y cuál es el momento más especial que recuerdas?
Wes: A través de la poesía. Era un fan y cuando comencé a publicar libros con Heartworm Press, nos pusimos en contacto ya que los libros estaban en la vanguardia de la mente de Gen después del fallecimiento de Lady Jaye.
Jaye había alentado a Genesis a hacer el trabajo y que los libros serían una parte importante de su futuro. Me sentí a gusto con Genesis y eso no es algo que sienta fácilmente.
Es difícil elegir un momento específico, pero pienso con cariño en simplemente sentarnos detrás del escenario y hablar y reír o caminar por Nueva York. En 2020 visité a Gen en su apartamento el día de mi cumpleaños, aproximadamente un mes antes de que falleciera, y fue un momento feliz y triste.
‘Couplete Poems – 1960’s & 70’s’ es un libro de poemas que estás a punto de publicar en Heartworm Press. ¿Podrías contarnos un poco más sobre los diferentes proyectos literarios del sello? Como el ‘Heartworm Reader’ con Genesis y Alan Vega.
Wes: Quiero mantener vivas a las personas que me inspiraron a través de su trabajo. Lanzaremos el próximo Heartworm Reader en abril de 2023 y los contribuyentes son algunos de mis escritores, letristas y poetas actuales y pasados favoritos.


La parte literaria también es importante en todo tu universo, comenzando por los poemas que lanzaste con Mark Lanegan. ¿Cómo fue tu experiencia trabajando con él en Plague Poems, Year Zero y Ghost Radio?
Wes: El más grande y lo extrañaré todos los días por el resto de mi vida. Ha pasado un año desde que se fue. Lo amo profundamente y la naturaleza y la facilidad de nuestra amistad no es algo que pueda ser reemplazado. Es difícil admitir que se ha ido. Hay una vacante en mi corazón que siempre estará ahí. Cuando pienso en él pienso en la risa.
Recientemente celebraste el décimo aniversario de Cherish The Light Years, un álbum que se lanzó inicialmente en Matador Records y ahora se está reeditando en Heartworm Press. Desde esa perspectiva, ¿dirías que has tenido mejores experiencias trabajando por tu cuenta que con un sello más grande?
Wes: No tengo nada malo que decir sobre mi experiencia con las disqueras porque hacen lo que hacen y, como artista, deberías saber en qué consiste. Hay ventajas de trabajar con otros, pero es una situación extraña si lo piensas. Básicamente, el trato es: ve a trabajar y crea algo, dánoslo y luego nos lo deberás. Simplemente no entiendo completamente la relación.
Recuerdo que al inicio de los 2010s aparecieron muchos proyectos oscuros hacienda noise, darkwave e industrial que poco a poco fue siendo más claro y complejo como Zola Jesus o Cult Of Youth. ¿Qué memorias mantienes sobre aquella era?
Wes: Fue un momento de descubrimiento y pureza. Realmente no estaba siguiendo la música de otras bandas contemporáneas, así que no puedo especular sobre el cambio de sonido para nadie más. Solo estaba tratando de averiguar qué estaba haciendo y no había otras bandas como Cold Cave. Había proyectos de minimal synth que me gustaban pero nunca llegaron a ninguna parte. Había bandas indie un poco más oscuras y góticas en ese momento parecía metal marginal.
Cold Cave realmente no encajaba, gracias a Dios, y es probablemente la razón por la que todavía existe hoy. Es natural reflexionar con cariño sobre una época en la que algo era nuevo. Cuando recuerdo, pienso con cariño que di el paso de comenzar mi propia banda y descubrí cómo hacer música para mí que me gustaba. Nada se compara con eso.
Además de tus shows con Cold Cave, hay un nuevo EP de American Nightmare llamado ‘Dedicated To The Next World’. ¿Cómo has conseguido repartir tus impulsos creativos entre Cold Cave y American Nightmare?
Wes: Deseo ambos. Vienen del mismo lugar pero ofrecen un alivio diferente. AN se siente más comunal y CC más personal, pero ambos tan intencionales, exigentes y delicados. Todos los días, cuando estoy caminando, estoy en contacto con mi yo más joven e hipersensible que iba a conciertoss violentos de hardcore punk con una camiseta de New Order o Smiths cuando nadie más lo hacía y todavía lo siento por ese chico hoy. ¡Todo es un homenaje al amor! Así tiene que ser siempre.
Para terminar, ¿qué otros proyectos podemos esperar en 2023?
Wes: Estamos grabando ahora y tenemos mucho por publicar en Heartworm. En un par de semanas anunciaremos nuevos números de vinilo de todos los LP de Cold Cave y algunas giras.
En serio, no podía esperar más para el Festival Adverso y espero tocar en la Ciudad de México algún día también. Desde el fondo de mi corazón, gracias a los oyentes mexicanos.
