15. St Vincent – St Vincent (Loma Vista)
Annie Clark nos regaló este 2014 uno de sus mejores materiales grabados hasta ahora; con un sonido tan único que parece no haber sido grabado en este planeta por esas distorsiones digitales y solos de guitarra que incluye como un común denominador que da unidad a este álbum.
“Digital Witness”, “Rattlesnake”, “Bring Me Your Loves” y “Birth in Reverse” son de los mejores temas del disco, de esos que se quedan por horas en la cabeza. Lo lanzó en febrero y en el resto del año no se cayó del top de mejores discos del 2014; la mano de David Byrne (ex Talking Heads) en esta obra es notable porque le dio ese toque perfecto entre lo experimental, el rock y el pop.
14. Jungle – Jungle (XL Recordings)
Este colectivo de tintes soul y funk llegado desde Reino Unido, invadió los espacios musicales por medio de su increíble manufactura en cada uno de los tracks incluidos en su álbum homónimo, el cual, fue considerado entre los mejores de tierras inglesas. Por medio de sonidos orquestales, voces bien sincronizadas, así como épicos puentes sonoros, Jungle ofrece en este material toda una experiencia sensorial digna de escuchar de principio a fin, y así es como se disfruta realmente.
Josh Lloyd-Watson y Tom McFarland, son las mentes siniestras detrás de Jungle, proyecto que hoy debe ser considerado de los más propositivos y a seguir en los años venideros. En enero no se pierdan el estreno de #EstudioFILTER, con la sesión exclusiva que hicimos con esta banda.
13. Pharmakon – Bestial Burden (Sacred Bones Records)
El dolor que se vive en Bestial Burden es real. No hay nada fingido aquí y en general, en ningún álbum de noise existe una tendencia en la que toda la catarsis que es proyectada sea una simple ilusión. Pero hablando especificamente de Pharmakon, resulta increíble que después de haber liberado sus frustraciones el año pasado con Abandon, en esta producción Margaret Chardiet siga llena de odio y de sentimientos que sólo la han orillado ha exponer el lado más podrido de la humanidad que, al final del día, ninguno de nosotros puede tapar con un dedo.
En parte todo ese apabullante dolor que se puede sentir con su desgarradora garganta se debe a la operación a la que fue sometida el año pasado, en la cual incluso perdió un órgano. Durante su estancia en el hospital veía cómo un hombre lloraba sin consuelo alguno al morir lentamente mientras nadie lo visitaba, cosa que hizo que el pensamiento de Margaret estuviera lleno de dudas sobre lo que existe del otro lado de la muerte. La ansiedad de estar internado es retratada con el ejercicio de respiración en «Vacuum», hasta el vómito que escurre por un pedazo de metal en «Primitive Struggle».
La parte interesante de Bestial Burden, es que Margaret Chardiet no quiso limitarse únicamente a crear un álbum de puro noise, ya que las máquinas y los golpeteos industriales de «Intent Or Instinct» exponen la notable influencia que tiene de Throbbing Gristle, así como del cerdo power electronics de Con-Dom. Bestial Burden no es para todos, pero es un álbum que no puede pasar desapercibido cuando la locura y el lado más desquiciado de la humanidad es proyectado con risas desesperadas en «Bestial Burden» y en la violencia con la que se desarrolla «Autoimmune».
Además, no todos los días nos encontramos con álbumes cuyo instrumento principal, sea la garganta de una persona después de ver cómo un ser humano es tratado como un insignificante pedazo de carne mientras es operado.