1. Swans – To Be Kind (Young God)
Swans siempre ha encontrado la manera de construir paredes que eventualmente son destrozadas de un sólo golpe. A lo largo de su carrera su sonido ha pasado por múltiples mutaciones que van desde el post-punk, la música industrial y el folk; todos esos elementos en la actualidad sirven para alimentar el odio de Michael Gira, razón por la cual en To Be Kind nos encontramos con el lado más despiadado de la banda, sin hacer menos las aportaciones especiales de St. Vincent y Cold Specks.
To Be Kind es como la secuela del homicidio ocurrido en The Seer; luego de haber asesinado a la bestia, en esta producción disfrazan su maldad con rostros inocentes que al llegar a la adultez irán en busca de venganza. Ahí tienen «Bring The Sun/Toussaint L’Ouverture”: un meditativo infierno que nos da miles de herramientas para constuir una historia con nuestra propia imaginación, ya que al final Swans y su catártica densidad sirven como un estímulo para no quedarnos estancados en la monotonía que en años recientes ha hecho que la música pierda el valor que solía tener en el pasado. Ya lo dijo Lydia Lunch: ‘Si a la gente le tomó 30 años entender el punto de Swans, es por eso que sigo de pie‘.
El nombre de Swans nunca había tenido la misma fuerza que en la actualidad, cosa que en parte debemos agradecerle al Internet por acercar a las nuevas generaciones a su legado. Ese legado va más allá de las maratónicas piezas que están haciendo en la actualidad, pero son el gancho perfecto para que todas esas almas que aún no han sido atormentadas, se queden atrapadas en la maldad de Gira y los excelentes músicos que siempre lo han acompañado. Digamos que To Be Kind es esa trampa en la que ya cayeron y ahora no podrán escapar de ella.
El álbum es desafiante, atormenta pero en ningún momento incomoda. Es como una película en la que te encuentras atado a tu lugar sin querer moverte debido a que no sabes qué es lo que vendrá después. No se puede parpadear por el miedo de perderte un detalle, ya que To Be Kind no es uno de esos discos a los que se les deba de poner pausa o darle next a la canciones. De ser así, corren el riesgo de perderle el hilo a lo que va ocurriendo en las canciones y por ende sentirán una claustrofobia al no encontrar coros simplones y arreglos instrumentales que se extingan a los 30 segundos. Swans es una banda que hace álbumes que necesitan ser vividos y por eso To Be Kind es nuestro disco del año.
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