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COBERTURA

Reseña: 'Transfixiation' de A Place To Bury Strangers

transfixiation

A Place To Bury Strangers 
Transfixiation
Dead Oceans
80%

Por Erich E. Mendoza / @elvatodeplop

Los años le pasan encima a la agrupación que en 2003 comenzara su recorrido por la música internacional y a pesar de ser el único integrante original de la banda, Oliver Ackerman continúa manteniendo vivo el sonido que A Place To Bury Stangers nos presentó con su debut homónimo en 2007. Esto de ninguna manera significa que el frontman se haya apegado tanto a una idea, que evitara la evolución de la banda a otras vertientes o propuestas, sin embargo cuando eres el único miembro original de un grupo cuyos otros integrantes fueron alejándose del mismo con el paso del tiempo, el sentido de permanecer en un mismo sonido es lo único que puede mantener al proyecto dentro del camino que inició, para evitar desviarse y desaparecer.

Y aunque APTBS sigue sonando al shoegaze filoso y y apocalíptico de la primera década edl 2000, este mismo sí presenta algunos matices contemporáneos que hacen de Transfixiation, un material nuevo que mantiene su sonido sobre una base clásica. El álbum inicia con dos canciones cuyas intros, nos reciben con un profundo y obscuro sonido ambiental que nos ayudan a percibir en «Supermaster» y «Straight», esa marcada influencia que Ackerman tiene de bandas como The Jesus & Mary Chain, Chapterhouse y quizás hasta de Spacemen 3, sin embargo es cuando «Love High» irrumpe en nuestros audífonos con un inicio casi abstracto, que nos damos cuenta lo evolucionado que este Oliver como músico y compositor.

Esta canción, arranca con una explosión de ruido que de manera progresiva, toma sentido conforme vamos distinguiendo qué suena en el track. Ojalá este último comentario no haya sido muy complicado, porque la verdad es un proceso súper orgánico y emocionante, ya que si prestamos atención, el efecto de «Love High» de en nuestros oídos es igual al de abrir los ojos en la obscuridad; al principio nada va a tener sentido y prácticamente no sabremos qué es lo que estamos viendo (o escuchando en este caso), sin embargo con el paso del tiempo, comenzaremos a difuminar siluetas y formas conforme nuestros ojos se vayan adaptando a la falta de luz. ESO mismo es lo que sucede con «Love High» en una manera sonora, pues aunque al principio no nos haga mucho sentido, eventualmente iremos distinguiendo los instrumentos, el ritmo y la voz. Algo que muy en mi opinión, simplemente lleva a A Place To Bury Strangers a un nuevo nivel.

Si algo tiene Transfixiation, es que cada track pareciera estar relacionado de tal manera, que una canción complementa a la pasada y nos prepara para la siguiente. Creo que el mejor ejemplo sería el complicado y enredoso «Love High» y el plano, sencillo y rítmico «What We Don’t See», el cual no nos hace pensar tanto o clavarnos tanto en qué es lo que estamos escuchando, más bien es un track de ritmo incluso hasta garage que bien nos podría invitar a brincar y destrozar todo a nuestro alrededor en un frenesí de rebeldía.

El álbum pareciera mantener una serie de curvas bien trazadas y a las que podemos dar sentido desde el primero hasta el quinto track, de ahí en adelante aunque muchos de los elementos ya mencionados se hacen presentes, Transfixiation se torna en una montaña rusa que pasa desde el experimental sonido de «Lower Zone», que más que una canción, pareciera ser un interludio que nos prepara para «We’ve Come So Far» & «I’m So Clean». Casi como si este dividiera al disco.

Finalmente el álbum termina con un toque que me ha parecido «noventero» no por una cuestión sonora, sino de concepto. Casi siento como si «Fill the Void» fuera el último track (aunque no lo es) y más bien «I Will Die» fuera el bonus que en muchos discos de aquella década, venían incluidos sin anunciar, y después de varios segundos de silencio, iniciaban como un misterioso ruido para eventualmente, ir tomando la forma de una breve canción extra dentro del álbum.

APTBS sigue vivo y Oliver Ackerman la persona que lo mantiene a flote. Aunque Robi González & Don Lunadon sean también responsables por la creación de este material, es imposible no darle el mérito a Ackerman por esta producción qué, si disfrutan de sonidos shoegaze y de propuestas de noise, seguramente encontrarán bastante interesantes.

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