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COBERTURA

Reseña: 'Fantastic Planet' de Noveller

Noveller - Fantastic Planet
Fantastic Planet
Noveller
Fire Records
78%

Por Ernesto Olvera / @Ernestime

Sarah Lipstate requiere tiempo. Nunca podrán pretender conocer todo lo que se esconde en su interior con tan sólo escuchar los mágicos drones y los escapes sonoros que le dan vida a sus composiciones instrumentales con el alías de Noveller. Incluso, no se puede poner a esta chica en una sola categoría musical, ya que así como incorpora elementos de la estructura natural del shoegaze, también tiene un fuerte apego a la esencia clásica del post-rock.

Sin embargo, en lugar de hablar de géneros, es importante hacer énfasis en sus increíbles habilidades como músico, ya que con una guitarra que en ocasiones es tomada como rehén para manipularla como si se tratara de un violín, Noveller es capaz de crear la atmósfera perfecta que los puede arropar en una fría noche de tristeza eterna. En Fantastic Planet, sólo basta con cerrar los ojos durante un par de minutos para comenzar a imaginar y a flotar en un mundo en el que todos nuestros sueños se hacen realidad.

El álbum se va moviendo por un sólo terreno y en ningún momento se arriesga a experimentar con sus propios sentimientos. Digamos que esa es la forma más inteligente de hacer las cosas para un proyecto que solamente se mantiene de pie por una sola persona, ya que cabe mencionar que el resto de los instrumentos como la batería y los pequeños arreglos de sintetizador que existen en canciones como «Sisters», fueron grabadas por la misma Sarah.

Fantastic Planet funciona más como la banda sonora de un mundo lleno de fantasía, ya que las canciones se alimentan de la atmósfera y de sonidos angelicales que sin problemas pueden musicalizar la escena en la que una princesa se encuentra caminando por un bosque encantado. Por otro lado, ese bosque no sería uno como el que hemos visto en los clásicos cuentos de hadas, sino que muy en el fondo se esconde un poco de maldad que poco a poco va siendo revelada por medio de los drones de «Pulse Point».

Noveller siempre ha sido un ejercicio de meditación, pero en esta producción optó por hacer que estas canciones mediten con nosotros mismos. Quiero decir, su significado depende demasiado de lo tan llevadero que sea nuestro pensamiento, ya que las imágenes y el lado devastador del álbum se ajusta a cualquier estado de animo e incluso, canciones como «Into The Dunes» se convierten en confidentes de un sentimiento del que no se puede escapar.

Al escuchar estas canciones resulta un tanto complicado pensar que ella en algún momento llegó a formar parte de Cold Cave, ya que la oscuridad del proyecto liderado por Wes Eisold no parece embonar de forma directa con la exquisitez de Noveller. Tal vez por eso en esta ocasión Sarah se siente mucho más cómoda trabajando por su propia cuenta y por ende, las canciones de Fantastic Planet se sienten más intimas y personales. Teniendo eso en cuenta, el tiempo que se requiere para poder penetrar su pensamiento se transforma en un delicado estimulo emocional que vivirá por siempre.

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