Por Ernesto Olvera
Fotos Fresale
Sarah Barthel y Josh Carter han estado en México desde que sacaron su debut y por esa simple y sencilla razón, podemos ser testigos del notable crecimiento que han tenido como banda (independientemente del número de personas que hay en el escenario).
Cuando se presentaron en Caradura traían su Eyelid Movies y aunque dieron un show bastante discreto que solamente dejó al descubierto la elegancia de su debut, al mismo tiempo abría la posibilidad de que se convirtieran en un madrazo pop para un sector muy exclusivo que en la actualidad hace que sus presentaciones en festivales estén abarrotadas.
Quizá el efecto de Phantogram en México no es el mismo que en su tierra natal, pero en su regreso al Plaza Condesa se encontraron con una enorme cantidad de fans que realmente se sabían cada palabra de sus canciones. Si bien eso se puede deducir por sentido común en cada concierto, en el caso de la banda es un fenómeno muy importante ya que en su pasó por Converse Rubber Tracks y NRMAL sus canciones no tuvieron un coro ensordecedor como el que se hizo presente la noche de ayer.
Con Three alcanzaron un nuevo target, no cabe duda; uno que va a los conciertos y se emociona con cada cosa que sucede sobre el escenario y que por ende le parece buena idea sacar su celular para grabar todo el concierto como si estuviera en el Chopo. Sí, eso es un pain in the ass, pero tal vez ameritaba tomar un par de imágenes buenas sobre lo que estaba haciendo Phantogram sobre el escenario, ya que su sonido y la presencia escénica que manejan en la actualidad muestra a una banda mucho más confiada y estable.
«You’re Mine», «Black Out Days», «Don’t Move» y «Mouthful Of Diamonds», fueron tan solo algunas de las canciones con las que generaron una conexión muy importante con las personas que estaban frente a ellos; una con la que Sarah Barthel parecía alimentarse para tener otro empuje de energía que la mantuviera de pie para seguir bailando y sacando su nota vocal más alta.
Ese gigante en acenso que empezó a dar sus primeros pasos a finales de la década pasada demostró que está más que listo para pararse en donde sea necesario para establecerse de una buena vez por todas. Tal vez el haberse juntado con Big Boi hizo que se la creyeran y tuvieran una mayor confianza en sí mismos, ya que su presentación se fue desarrollando de un modo muy interesante donde el volumen subía y subía para controlarse con canciones como «Calling All», para después explotar con «Fall In Love», «When I’m Small» y «You Don’t Get Me High Anymore».
Si hay una banda a la que le podamos creer que realmente ama tocar en México, es a Phantogram. Ya que cada que finalizan sus conciertos se quedan con la misma sonrisa de la primera vez y si, naturalmente Sarah y Josh no podían quedarse con las ganas de agradecerle al público con sus chamarras de Mexico Is The Shit.